El independentismo es una ideología caduca, afirmaba Pedro Sánchez en su última entrevista televisiva concedida a RTVE para cerrar la campaña electoral del 23J. No sabía la sorpresa que le esperaba desde Waterloo en la persona de Carles Puigdemont. Ni siquiera su partido, Junts se lo esperaba y ERC, menos. La realidad, datos electorales en la mano, es que el independentismo pierde muchos apoyos pero está lejos de convertirse en ese elemento caduco del que hablaba el líder socialista. Este es el error político al pretender negar una realidad palmaria cual es la división ideológica en Cataluña. Dos bandos: unos quieren la independencia y otro no. Tan importantes unos como otros, guste o no. Los sondeos del CEO, ese CIS a la catalana, siempre arrojan un resultado similar, unos y otros en torno al 49% o el 50% sin apenas enormes distancias entre unos y otros. La última encuesta del instituto de encuestas de la Generalitat daba el 52,5% a los que decían no a la independencia. Los resultados del 28M consagraron una victoria al PSC de la misma manera que ha arrasado el partido de Salvador Illa en este 23J.
No se puede negar la mayor constantemente porque lo que revive es lo que se niega. Jamás un prófugo había tenido tanta fuerza política como en la actualidad
Son datos no sentimientos, como son datos que el independentismo también pierde en el Congreso de los Diputados una buena porción de poder con la desaparición tras las elecciones de los parlamentarios del Pdecat y la Cup. Volvemos al matrimonio mal avenido de ERC y Junts. No se puede negar la mayor constantemente porque lo que revive es lo que se niega. Jamás un prófugo había tenido tanta fuerza política como en la España actual. Al igual que Sánchez, puede escribir su manual de resistencia. La decisión de su partido de abandonar el Gobierno de coalición catalán, sumado ello la separación de la presidencia del Parlament de Laura Borràs, condenada por falsedad documental y prevaricación. O sea, por corrupción.
Lejos queda la supremacía de la ERC de Oriol Junqueras que descienden de trece diputados a siete, igual que los de su fiero rival de Waterloo.
Si en Cataluña están a la greña, en el Congreso no podrán escenificar otra cosa. En cualquier caso, no es un bloque sólido si se parte de la base de que la vía del diálogo, por el momento, solo la defiende Junqueras. Vía que es la que ha arrasado en las urnas hace una semana. Y así parece que vamos a seguir hasta el infinito y más allá. Jamás el independentismo pudo caminar con más facilidad que con el gobierno de coalición. Ahora, la vía del referéndum unilateral sale victorioso pese al desastre que el separatismo ha tenido en su conjunto. Todo es creérselo.
Veremos y tendremos un giro de guion vestido de arduas negociaciones que llevaran a Puigdemont a volver a su tierra natal más pronto que tarde
"No hemos venido a rebajar nada" decía la condenada Borrás, una advertencia ante la solicitud de Sánchez de apoyos para su investidura presidencial. No es que todo vaya a seguir igual es que va a peor. Se presenta un escenario demasiado complicado para gobernar. Casi imposible. Los equipos negociadores llevan ya unos días e intensas maniobras para sacar adelante la proclamación del líder socialista como presidente. Sumar ha cobrado inusitado protagonismo en estos escarceos.. Puigdemont, lamentablemente, tiene la llave de la Moncloa, la llave de la investidura de un gobierno que transitará por un sendero de piedras.
No estaría de más que los de Puigdemont clarificaran qué quieren ser de mayores, cuál será su actitud en el caso de que le nieguen el respaldo a Sánchez, porque el no al candidato socialista es el sí al PP. Quizás si se repiten las elecciones, estos de Junts se lleven una sorpresa desagradable. No correrán ese riesgo jamás. Veremos y tendremos un giro de guion vestido de arduas negociaciones que llevaran a Puigdemont a volver a su tierra natal más pronto que tarde. Sabe, no obstante, que no podrá volver a presentarse a unas elecciones catalanas que ya están llamando a la puerta pero sí que podría recuperar ese poder del bloque independentista que perdió en las últimas autonómicas a manos de ERC, algo de lo que los hijos de CiU jamás han superado, que les arrebataran lo que consideraba Jordi Pujol su casa: Cataluña. La gran batalla entre Illa y Puigdemont está cerca.
RAFA PEREZ
Alguien con sentido de estado debe decirle a ERC, Bildu, Junts per Catalunya y PNV que no se pueden llevar a cabo un referéndum o votación “consultiva” sobre una cuestión o solución que es imposible: la independencia. ¿Cómo se le va a negar la nacionalidad española a ciudadanos que viven en esas comunidades?. ¿No es una barbaridad y, además injusto, que a esos ciudadanos se le obligue a residir en un país que ya no es el suyo? Porqué se habla de negociación y acuerdos y nadie dice lo más importante: en una democracia es el ESTADO DE DERECHO. Es decir, cumplir y hacer cumplir la ley, incluso las que determinan la reforma de las mismas. Negociaciones y acuerdos dentro de la ley. No se puede negociar para incumplirla, si se hace así se acabó la democracia. Esto se convertiría en el sistema de "chamanes", de feriantes que concurren a la feria para comprar o vender. En esto se ha convertido el estado autonómico, en el chalaneo con chantaje.
concerned
el independismo de ERC no ha caducado, esta vez ha votado por el PSOE ante la amenaza de VOX. Ahora han votado por el PSOE para evitar la entrada del temible VOX que gracias un hábil propaganda del PSOE y la SER han logrado convencer a los separatistas que los van a meter en campos de concentración. Este gente seguirán siendo separatistas, pero ahora hay que ceder porque creen que Sánchez les dará lo que quieran, como así ha sido hasta ahora.
vallecas
Pedro "El Cobarde" (llegó a las 11 de la noche a la c/Ferraz) ha tocado fondo. Está acabado. Tanto si pacta con el PP como si lo hace con Puigdemont. A pesar de lo que parece España es un país serio, avanzado de la UE. No somos (aún) un narco-país el Cartel de Puebla. Sánchez puede ser presidente pactando con los Comunistas de Extrema Izquierda, con los terroristas de la ETA de Bildu, con los anti-españoles y anti-constitución independentistas, con los golpistas, con los fugados, con el perseguido de la justicia, pero no es presentable. ¿Qué lo puede hacer? ¿ Qué lo hará? Muy posiblemente, pero con ello habrá tocado fondo, caerá lo mas bajo posible y los Españoles sabremos definitivamente el tipo de Presidente que tenemos. Que Sánchez es un cobarde y nunca traspasará la línea, como si hizo Puigdemont lo sabe el Jefe del Estado. De ahí que nunca desaparezca de su cara (de la del Rey) esa media sonrisa.
DANIROCIO
que razon tiene es mas comodo no pensar y e imponer leyes y normas y encima no tener que pasar democraticamente por el congreso,vamos como en Venezuela y Nicaragua. vamos en buena direccion vaya tropa
Alexander
España tiene que resolver de una vez el problema de su estructura territorial para que pueda empezar a abordar los graves problemas que se vislumbran en el próximo futuro, como la cada vez mayor escasez de lluvias y la posible conversión de muchas zonas de España en desiertos inhabitables. La Constitución del 78 cometió un error al crear el estado de las autonomías (es decir, el café para todos) cuando lo que se necesitaba era, únicamente. reconocer que algunas regiones de España aspiraban (como Cataluña, Euskadi y Galicia) aspiraban a tener un estatus particular. Sería necesario reformar la Constitución para que esas tres regiones pudieran decidir, a través de referendos, si quieren integrarse plenamente en el estado español o si quieren tener un estatus confederal, vinculadas con el resto de España solamente a través de la Corona; el resto de las autonomías no tienen razón de existir y se debería volver a una España dividida territorialmente en Provincias pero sin poder legislativo propio sino como entidades territoriales de carácter administrativo.
E1958
El independentismo no está muerto, solo ha decidido que es mas util votar a un PSOE dispuesto a vender la E a cambio del poder que votar a sus propios partidos nacionalistas.
Bellver
Los articulistas han pasado del que vote Txapote a implorar al PSOE que pacte con el PP alegando la sagrada unidad nacional. Miren, para peligro para la unidad nacional, el último gobierno del PP, el de Rajoy, que no sólo no logró impedir el referendum ilegal, a pesar de llenar Barcelona de antidisturbios, sino que además generó un bochorno internacional gravísimo para nuestro país. Y menos mal que Puigdemont demostró que era un cobarde y en el momento decisivo, salió huyendo, porque si llega a atrincherarse en la Generalitat con miles de fanáticos independentistas, a saber lo que habría ocurrido. Por cierto, punto extra para el miserable de Zoido, que está escondido debajo de una piedra, mientras que sus subordinados están siendo juzgados por lo que ocurrió esos días. Y peligro al cuadrado para la unidad nacional, Vox, que en su programa electoral poco menos que amenaza con ocupar militarmente el País Vasco y Cataluña, y en campaña, por boca de Abascal, amenazó con volver a incendiar esta última.