Mi abuelo paterno fue un hombre culto e íntegro, que pensó que involucrándose en temas políticos podría cambiar las cosas. Así que cuando vio las irregularidades que había en su partido, las corruptelas y los chachullos de unos y otros, trató de hacer lo correcto. Pero quizá la guerra civil española no era el mejor momento para los hombres buenos, porque las guerras sacan lo peor de la gente. Así que mi abuelo tuvo que salir de su casa con la puesta de sol, tras ser avisado por un compañero de partido de que aquella noche los suyos irían por él a detenerle con cualquier pretexto que les sirviera para lavar su reputación y callar a mi abuelo para siempre.
Tres días con sus noches pasó mi abuelo escondido en una acequia. A causa de esto, contrajo una neumonía que le costó la vida, dejando sola a su mujer con sus tres hijos. Mi padre tenía tan solo cuatro años cuando fueron a su casa los cabecillas del partido a decirle a mi abuela que su marido sería enterrado con todos los honores y que el partido se haría cargo de los gastos del funeral, y me contaba, como si lo hubiera vivido ayer, cómo su madre los echó de casa.
A pesar del coraje de mi abuela, el miedo es poderoso, especialmente cuando no sabes a qué te enfrentas. Y mi abuela, por no saber, no sabía ni leer. Había aprendido lo básico para firmar con su nombre y poco más. Pero sí sabía que eran tiempos difíciles y que cualquier excusa era buena si alguien quería meterte en problemas. Tenía unas casa llena de libros, que no sabía lo que decían. Ignoraba si podían comprometerla, en el caso de que alguien quisiera acusarla de traición. Solo sabía que tenía a dos niñas y un niño que dependían ahora exclusivamente de ella. De manera que, en cuanto aquellos hombres salieron por la puerta, ordenó a sus hijos que llevaran al patio todos los libros que encontraran en la casa y, una vez terminada la gran montaña de papel, le prendió fuego.
Ardieron aquella noche ejemplares de los grandes clásicos, de valor inestimable hoy día. En la retina de mi padre se quedó grabado para siempre que el fuego más peligroso es el que provoca la ignorancia y el miedo.
“Como no sabía qué libros leer ni cuál escoger, siempre que iba a la biblioteca tomaba el libro más gordo que encontraba, porque pensaba que, con lo caro que era el papel, si se gastaba tanto dinero en hacer un libro, tenía que ser bueno”
Quién sabe cómo puede afectar a un niño perder a su padre, un hombre de letras, y ver cómo queman todos sus libros. Aquel niño creció y, gracias al sacrificio de su madre limpiando casas, se convirtió en un buen estudiante y un ávido lector.
El día que mi padre descubrió lo que era una biblioteca, se abrió un mundo nuevo para él. Devoraba cualquier libro que caía en sus manos. Y ahora soy yo la que recuerda, como si fuera ayer, cuando me decía: “Como no sabía qué libros leer ni cuál escoger, siempre que iba a la biblioteca tomaba el libro más gordo que encontraba, porque pensaba que, con lo caro que era el papel, si se gastaba tanto dinero en hacer un libro, tenía que ser bueno”.
Me vienen ahora estos recuerdos mientras estoy metiendo en cajas todos los libros que mi padre acumuló durante toda su vida. No son pocos. A mi parecer, nunca son demasiados, en contra de lo que dice mi madre, que está cansada de abrir armarios y encontrar libros y más libros. De todos mis hermanos, yo fui la única que heredó de mi padre el amor por la lectura. Soñaba con poder llegar a leer todos aquellos libros que teníamos en casa. Aún no lo he conseguido. Quizá una vida no es suficiente.
Y sigo metiendo libros y más libros en cajas de cartón, esperando que quizá pueda salvarlos a todos en mi nuevo hogar, en la habitación que he creado para ellos, para que estén a salvo de la ignorancia de quien no entiende que toda la grandeza del ser humano se trasnsmite y perdura a través de los libros.
La gente se empeña en ser inculta, vulgar y presume de su ignorancia. Hoy se presume de no haber leído un libro y de no saber que el Quevedo que hizo historia no era un músico de reguetón
No estoy anticuada, lo soy, que es bien distinto. Sé perfectamente que hoy en día tenemos todo el conocimiento al alcance de una mano, metido en un bolsillo. Sé que hoy no hace falta tomar el libro más gordo para dar con una obra maestra, pues basta pedirle a Google o a una IA un listado de grandes obras literarias de la humanidad. Pero también sé, que a pesar de que hoy el conocimiento es más fácil de lo que nunca ha sido, la gente se empeña en ser inculta, vulgar y presume de su ignorancia. Hoy se presume de no haber leído un libro y de no saber que el Quevedo que hizo historia no era un músico de reguetón.
Cuando la gente no tenía un fácil acceso al estudio, al conocimiento, a la cultura, se esforzaba por saber. Hoy tenemos a diputados gritones, chabacanos y maleducados que se intercambian insultos en el Congreso como si no pasara nada y, cuando se les recrimina su forma de actuar, hay señores, como Gabriel Rufián, que en lugar de una disculpa lo que hacen es presumir con orgullo de ser de barrio, como si esto fuera sinónimo de ser un charlatán maleducado.
Lo que les relaja es planchar
Tenemos estudiantes que aprueban sin estudiar. Cátedras que se otorgan sin carrera universitaria. Señores que llegan a la presidencia habiendo plagiado tesis doctorales sin pudor ni sonrojo. Personas a cargo de ministerios que consiguieron terminar el bachillerato a duras penas o donde lo más destacable, en su corta carrera política y laboral, es ser la pareja de tal. Vicepresidentas que nos hablan con tono de teleñeco y un día nos dicen lo que les relaja planchar y al otro nos cuentan que las mujeres estamos muy oprimidas. Ministras de Hacienda que quieren explicarnos los impuestos con Juanolas.
Tomamos de ejemplo y ensalzamos a personas que han convertido el enfrentamiento y el insulto en su desarrollo profesional o el postureo y la falta de principios en un modo lucrativo de ganarse la vida.
El deseo de saber, de aprender, de mejorar intelectualmente se han evaporado y han dejado paso a un mundo de mediocres que están orgullosos de serlo, a la vez que te dicen que todos somos especiales.
Y no me entiendan mal, a mí todo esto ya apenas me entristece. Yo solo quiero llevarme los libros de mi padre a casa y que la vida me otorgue el tiempo suficiente para leerlos. Ustedes hagan lo que quieran con el tiempo que les quede en este mundo. Me han dicho que Tik Tok está lleno de vídeos divertidísimos con los que matar ese tiempo.
Robespierre
Ha hecho usted un retrato perfecto de la gente de derechas.
Susanam
Un gran artículo
dededavi
¿Te refieres a sillas eléctricas? Con lo cara que esta la electricidad, yo prefiero el método iraní.
Norne Gaest
Buenos días, apreciada Rosa. A primera hora de la mañana escribí mi comentario, pero el sistema se lo tragó, así como un intento posterior. Bien. Mientras leía lo de tu abuelo me recordaba a mí mismo en la infancia, rebuscando libros, revistas y cualquier cosa leible o estampa en los armarios y cajones de los familiares. Luego pasé a las bibliotecas públicas y por último a comprarlos, pero esto ya con 20 años. De adulto, a pesar de tener casa a dos niveles, un estudio relativamente amplio y libros también en el dormitorio y en el salón, para tener espacio he tenido que hacer depuraciones en un par de ocasiones. Sobre la cuestión de fondo, despreciar los libros es hacerlo con el mejor instrumento cultural hasta ahora inventado, en mi opinión, sin minusvalorar otros. En España el descenso en el nivel de los políticos es indudable y puede ser ilustrativo. En lo externo, se pueden comparar los aires entre chulescos y matoniles de un Rufian servidor del nazionalismo regional, o el torvo semblante y la sonrisa sardónica de Aizpurúa, representante de una formación filo terrorista, o a un desgarbado coletas que de agitador social de extrema izquierda pasó en unos años a vicepresidente del gobierno, frente a la educación y auto exigencia de Anguita o el respeto de Marcelino Camacho en la Transición, quien se quitaba el jersey de lana hecho por su esposa Josefina, para ponerse chaqueta y corbata para ir al Congreso. La clave no reside en que antes la información había que buscarla y ahora está disponible con solo usar un teléfono móvil, sino también en que la buena formación, la educación es insustituible. Si se suprime la mayor parte de la Historia de España, o se estudia sesgadamente, y las Humanidades en general descienden en su estudio y consideración, la sociedad se resentirá. Los nuevos ciudadanos no pueden sentir y defender lo que desconocen.
poraquiandamos
Si crecer significa utilizar insultos para 'argumentar' que disfrute usted de su vejez. Por muchos años. Pero luego que limpien el ataud de bilis.
jorge.q
El fondo de todo mal que han provocado los políticos y sus administraciones, los efectos y consecuencias, se pueden expresar con una narración corta como esta de una mujer valiente y persona decente, que vive las palabras humanamente
nataliany
Pobres mediocres. Van a ser los únicos ,cuyo orgullo, resulta inexplicable .Se quedarán sin su día especial.
juan luis
En TVE no existen periodistas libres, si a sueldo del gobierno socialmarxista de P.S y P.I . Es el altavoz de su ideario.
JuanVicenteVallsCalatayud
¿En que partido militba tu abuelo? Veo que no te has mojado mucho. “Pero quizá la guerra civil española no era el mejor momento para los hombres buenos, porque las guerras sacan lo peor de la gente.” Dos no se pelean si uno no quiere. Dos no se pelean pero si uno de ellos llamado asesino Franco se levanta en armas lo más lógico es defenderse. Rosa Martínez, Intuyo que escribir en un diario facha y tener familiares con un pasado izquierdista debe ser muy incómodo para ti. Ignorar la verdad también es de ignorantes.
maullador
Posiblemente por ser mayor y haber vivido bastantes años con dictadura, monarquía, golpe de estado, consenso y constitución, estoy de acuerdo con su artículo, se ha ignorado la cultura y se ha banalizado todo con políticos mediocres y sin ética. Solo importa ser millonario o tener el poder, lo más rápido posible y sin importar como llegar a él, da igual mentir, engañar o no tener principios, ni honestidad.,solo carpe dime y los demás ajo y agua.
vallecas
Usted lee porque su padre leyó, si su padre hubiera sido Corleone, usted sería "Rosa Corleone". No culpe a la gente. La gente es buena y confiada (torpe y manipulable). Todo depende de quien llega al poder, de quien es el líder y por consiguiente, quien hace las Leyes. La Ley es lo importante. La Democracia Española permite que el candidato consiga ser Presidente engañando y mintiendo. Es Legal y aceptable mentir. Esto nos lleva al caos, no tenemos futuro, estamos abocados a la violencia.
Lefuan
Explicanos como te vas a comer unos "calçots amb aigua de vic i un petit sui" en plan too finolis y luego mirate la nomina para darte cuenta que no eres mas el puto mayordomo. Porque tienes que tener la rodilleras desgastadas a estas alturas tanto lametazo a unos terroristas que han matado a mas catalanes que nadie en los ultimos 40 años. Sindrome de estocolmo es lo que sufriis aquellos que diciendo "estimar a catalunya" luego defendeis el modelo social de proetarras vascos por no gustaros catalunya.
Bluesman
Bien sabido es que la ignorancia es manera eficaz de controlar a la gente (sin que parezca que lo esta siendo, ya que es la misma gente la que se vuelve ignorante.
poraquiandamos
La lengua la utilizan como herramienta de segregación todos aquellos que la utilizan en contra de la voluntad de los padres de hablar y enseñar a sus hijos en ejercicio de su libertad. Sean del partido que sean y comulguen con las ruedas de molino correspondientes o contrarias. No me sea simple, aunque si quiere puede contestarme con el y tú más, que siempre queda bonito en una discusión.
XaviLopez
Agradezco a Rosa Martínez este texto. Lo guardo en mi carpeta de artículos preferidos.
Ozymandias
Estimulante defensa de la lectura. Me permito recomendar, como defensa de la lectura, "Amusing Ourselves to Death" ("Divertise hasta morir") de Neil Postman. Escrito en 1985 en contra del adocenamiento a causa de la televisión y perfectamente actual en estos años de redes sociales y lo que la autora señala acertadamente como un problema mayúsculo. Donde se dice televisión se cambia por pantallas (como la que estoy usando en este momento) y el problema es mayor. Gracias a @Lareforma2024 por la otra recomendación.
PilPIl
Al omitir el nombre del partido podemos deducir 2 cosas: que no era la Falange, la CEDA o los carlistas y que el miedo al "partido" por la palabra escrita sigue atenazando a la autora, seguramente con razón.
Arcano1964
Me imagino a Iceta debatiendo con las amistades (guardando las distancias, por supuesto) a finales de Junio y diciendo lo mal que debe estar Cataluña porque "me dijeron que me iban a dar un ministerio tranquilo para luego sustituir a Iceta"
arturo moreno
De una cosa estoy seguro: según las tramas tan abundantes y tan variadas que han resultado en este gobierno, y las corruptelas que "admistían", sus miembros mas conspicuos roban mucho más que lo que leen.
El Agrimensor
Pero hombre si resulta que el supremacismo etnicista no hace otra cosa más que "usar" España en su provecho, que hay que tener cara dura, traidores y desleales desde el siglo XIX, no importa quien gobernara en España, con la monarquía, con la república, traidores y desleales, salvo, curiosamente con los dictadores Primo de Rivera y Franco, que ya está bien, aprovechándose del proteccionismo arancelario para sus tejidos malos y caros en detrimento de esos a los que usted se atreve a despreciar porque tienen no se qué malos índices, su riqueza hecha de la explotación de los demás, cara duras.
Lareforma2024
Al hilo de la importancia de los libros. "El infinito en un junco", de Irene Vallejo es la más hermosa declaración de amor a los libros que he leído. Hoy en día es la bajísima valoración del saber por sí mismo. Entiendo que en el pasado se quisiera saber para hacer cosas concretas, no había tiempo ni medios para mucho más. Hoy, donde el ocio y los medios para aprender abundan, se sigue considerando el saber como algo utilitarista. Saludos.