Opinión

Ahora que han bajado las aguas

Así fueron los cuatro últimos días del director general de Emergencias de Murcia antes de ser cesado. La realidad va por un lado, la política, por otro

El viernes 6 de septiembre, no bien se hizo púbica su designación como director general de Seguridad Ciudadana y Emergencias de la Comunidad Autónoma Región de Murcia, Pablo Ruiz Palacio se llegó al Centro de Coordinación (en adelante, CCE) y se entrevistó con el director saliente, quien le puso al corriente de los asuntos prioritarios y le dio las indicaciones de rigor. “Un encuentro de unas tres horas, de lo más cordial”, cuenta Palacios.

Al día siguiente, sábado 7, y sin haber tomado posesión del cargo (el nombramiento aún no se había publicado en el Boletín de la CARM), Palacios regresa al CCE para conocer al personal de ese turno y empezar a familiarizarse con algunos de los temas que le aguardan. También el domingo 8 acude al CCE. El lunes 9 jura el cargo en el Salón de Actos de la Consejería de Hacienda, y el martes 10 empieza oficialmente su labor al frente de la Dirección.

Unas horas de angustia

Ese día, el CCE recibe la previsión de alerta naranja por lluvias con riesgo de inundaciones y se activa la fase de Preemergencia. El miércoles 11, en que la alerta naranja pasa a alerta roja, Palacios se reúne con representantes de los municipios y, posteriormente, tras la activación del plan Inunmur y la fase de Emergencia, se reúne con el presidente de la CARM y los consejeros cuyas materias son susceptibles de verse afectadas por la alerta. Posteriormente se desplaza con los bomberos del CEIS a las localidades de Beniel, Santomera y Siscar, y se pone en contacto con la UME para que anticipe su auxilio a Santomera y Siscar. El jueves 12 a las 7.30 de la mañana, graba un audio con las novedades para los medios de comunicación y se reúne con el presidente de la CARM, la consejera de Hacienda y los responsables de CEIS (bomberos, UME, técnicos).

Durante el día se suceden los avisos. Son casi 20 horas sin descanso coordinando operativos y difundiendo alertas entre la población. El viernes 13, después del audio de las 7.30, acude a Los Alcázares, Beniel, Santomera, Siscar y la Presa de Santomera, para tratar de resolver las cuestiones que le plantean los jefes de operaciones. A las 20.30, con la situación bajo control, avisa a la consejera de que se ausenta durante una hora y media, dos horas a lo sumo. Palacios tiene entradas para ver La Telaraña en el teatro Romea, pero lo que de veras le anima no es la obra, sino pasar un rato con su mujer, a la que no ve desde hace tres días; toma la precaución de no apagar el móvil por si tiene que salir a toda prisa. Sin él saberlo, un espectador le saca una foto. Como él mismo presagiaba, al poco de subirse el telón se queda dormido.

Tras la función, regresa al 112, donde permanece atento a la posibilidad de evacuación en Ojó, finalmente desactivada. Llega a su casa sobre las tres. El sábado 14 prosigue con lo que, a estas alturas, es ya una rutina: mensaje a los medios, reunión de coordinación y desplazamiento a Santomera, donde mantiene un encuentro con la alcaldesa, concejales, Protección Civil y UME, y regreso al CCE.

Le informan de que la noticia de su foto en el teatro saldrá publicada en la edición del día siguiente, festivo en la comunidad, lo que asegura una mayor difusión

Un redactor del periódico La Opinión le envía un mensaje en que le notifica que tienen en su poder la foto y le pide una entrevista. Palacios remite al redactor al gabinete de Prensa de la Consejería. A eso de las 20.30 recibe en el CCE a representantes del partido Podemos. No son los únicos políticos que se han dejado ver por la sede; también han acudido el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y el presidente de la Asamblea Regional, Diego Conesa. El domingo 15, Palacios acude al despacho a primera hora y desde ahí se desplaza a Los Alcázares, donde recibe a la ministra de Defensa en una comitiva integrada por el alcalde de Los Alcázares, el delegado del Gobierno y el consejero de Presidencia de la CARM.

El delegado del Gobierno le felicita por el trabajo; le admira, sobre todo, que esté sabiendo manejar una crisis de tamaña envergadura, siendo como es nuevo en el puesto. El teniente coronel de la UME es testigo de ello. Finalizada la visita, supervisa el trabajo de los bomberos del CEIS en una de las zona más afectadas por la DANA; con algunos de los agentes, accede a garajes y locales inundados y recoge peticiones de vecinos.  El lunes 16, estando en el plató del canal 7TV, donde le entrevistan en directo, recibe otro mensaje del periódico La Opinión en el que le informan de que la noticia de su foto en el teatro saldrá publicada en la edición del día siguiente, festivo en la comunidad, lo que asegura una mayor difusión. Palacios acude a la redacción para darles su versión de los hechos. Su versión de los hechos, sí.  

El martes 17, a las 7, se desplaza con un trabajador del centro a Los Alcázares, donde se celebra una reunión de coordinación. La noticia se ha publicado en el digital esa madrugada, por lo que espera  noticias de Ciudadanos o, en su defecto, de su consejera, que pese a ser cuota del partido no milita en él. De regreso a su despacho en el CCE, pasadas las 13, recibe una llamada del jefe de gabinete de la consejera. “A las 17 nos vemos los tres en tu despacho”. Sigue trabajando hasta las 16 y sale por un tentempié. A las 17, la consejera le dice que si fuera por ella no habría problema alguno, pero que Madrid ha dictado sentencia: está destituido. El partido te ofrece la posibilidad de dimitir.

Era la segunda vez, en menos de cuatro días, que salía de un teatro.

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