Opinión

Con Irene Montero no gano para papel higiénico

Si no fuera por los hombres que decidieron apoyar a las mujeres, vosotras no podríais votar, ni estudiar ni simular que trabajáis

  • Irene Montero dirigió la raquítica manifestación del 8M -

Otro 8M más en el que tenemos, desgraciadamente, que escuchar las mismas sandeces de Irene Montero: “El feminismo lo está cambiando todo y nos va la vida en ello”.

Es la única verdad que ha dicho esta señora desde que empezó a abrir la boca públicamente. El mal llamado feminismo actual lo está cambiando todo, desde las leyes que nos garantizaban la igualdad ante la ley, ya fueras hombre o mujer, hasta las que en lugar de endurecer las condenas a violadores y agresores sexuales, las reducen.

Todo un negocio montado bajo la premisa de que todos los años mueren unas cincuenta mujeres a manos de sus parejas, parejas hombres, porque las mujeres lesbianas que son asesinadas por sus parejas mujeres no cotizan para estas cifras, y que estos son asesinatos machistas. Y que por eso hay que luchar contra el machismo. Y por eso hay que crear un ministerio, que da de comer a unas cuantas aprovechadas, dar charlas pagadas por los ayuntamientos en las que se enseña a las mujeres a encontrar su clítoris y crear aplicaciones para repartir las tareas domésticas, que a los 10 meses chapan.

No te atrevas a llevarles la contraria, porque, si eres hombre te crucifican por machista y si eres mujer hay dos procesos: en redes sociales negar que eres mujer y acusarte de ser un hombre machista haciéndose pasar por mujer, (aunque tengas, como es mi caso, vídeos en YouTube donde muestras tu cara: ese es su nivel a la hora de informarse y juzgar a los demás) y, en el resto de situaciones, tratarte de negacionista o mujer alienada. Vamos, que te llaman loca por la cara, pero de forma muy fina. Y eso es muy feminista.

Respecto a este reparto de carnés feministas que os habéis montado, en el que solo las “verdaderas feministas” deciden quién es feminista y quién no, os tengo que decir, y a ti la primera, Irene, que me paso vuestros carnés por el mismo sitio que el papel higiénico, si bien son más ásperos y, en lugar de limpiar, ensucian.

En sus culturas se mata a una mujer públicamente y a pedradas sólo por ser violada o por quitarse el trapajo con el que les obligan a tapar su cabello. Pero nos queréis hacer creer que el problema de machismo lo tienen los españoles

Todo un negocio montado bajo la afirmación de que los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas masculinas son asesinatos machistas. “Las matan solo por el hecho de ser mujeres”, te dicen, y se quedan tan anchas. Una afirmación cuya base y argumento os sacáis del mismo sitio por el que yo me paso vuestros carnés feministas. Porque esto se desmonta muy fácilmente. Os empeñáis en señalar el gran problema de machismo que hay en occidente y, más concretamente, en España, pero, cuando miras las cifras estas muestran que la mayoría de esos asesinatos son llevados a cabo por hombres que no sólo no son originarios de España, sino que ni siquiera provienen de culturas occidentales y en sus culturas las mujeres tienen menos derechos que aquí una cabra. En sus culturas se mata a una mujer públicamente y a pedradas sólo por ser violada o por quitarse el trapajo con el que les obligan a tapar su cabello. Pero nos queréis hacer creer que el problema de machismo lo tienen los españoles. Solo hay que investigar las causas y circunstancias de esos asesinatos que llamáis machistas, para entender que si el hombre padecía algún tipo de enfermedad mental o de adicción, como puede ser al alcohol o a las drogas, es más lógico que sean estos factores los detonantes de esos asesinatos, antes que el machismo. Pero no se investiga causa ninguna, ni patológica ni cultural, ya que no os interesa. Directamente se cataloga como asesinato machista cualquier asesinato en el que un hombre mate a una mujer. La cuestión de todo esto es que yo sí puedo demostrar cómo el elemento cultural, las drogas o el alcohol pueden ser factores determinantes en un asesinato, pero tú no puedes demostrar que un asesinato sea machista, que un hombre haya matado a una mujer solo porque era una mujer. Por eso no se investigan las causas de esos asesinatos ni se estudiarán jamás, no vaya a ser que tire por tierra todo el negocio que habéis montado, basado en una afirmación falsa e inventada.

Lo más gracioso o triste de todo, según se mire y tenga uno el día, es que a pesar de las ingentes cantidades de dinero que se dedica año tras año a vuestra lucha feminista, a pesar de que cada año queréis más y más millones de euros para luchar contra el machismo que nos amenaza a todas, el número de mujeres que son asesinadas a manos de su pareja masculina no se reduce.

En lugar de facilitar esos recursos, por ejemplo, a las familias y parejas de personas con enfermedades mentales o de adicciones, que se ven desamparadas y abandonadas por el Estado a la hora de intentar que el enfermo acuda al médico, siga un tratamiento o sea recluido en algún centro para tratarse, por resultar un peligro violento hasta para su propio entorno

Cualquiera con dos dedos de frente debería pensar que estamos invirtiendo dinero y recursos en luchar contra el problema equivocado, en lugar de facilitar esos recursos, por ejemplo, a las familias y parejas de personas con enfermedades mentales o de adicciones, que se ven desamparadas y abandonadas por el Estado a la hora de intentar que el enfermo acuda al médico, siga un tratamiento o sea recluido en algún centro para tratarse, por resultar un peligro violento hasta para su propio entorno. La respuesta del Estado en estas situaciones, como en todo lo importante, es que apechuguen las familias.

Cada vez que os echo en cara vuestra incongruencia y falta de responsabilidad, tanto para las mujeres como para los hombres, queridas autoproclamadas feministas, me venís con el mantra, muy malamente aprendido, de que si no fuera por las feministas yo no podría votar ni estudiar o trabajar y que tengo que estar agradecida. Pues bien, si no fuera por los hombres que decidieron apoyar a las mujeres, vosotras no podríais votar, ni estudiar ni simular que trabajáis. Si no lo tenéis claro, daros una vuelta por Afganistán.

Bochorno y rechazo

Y, por favor, no te llames feminista, si no quieres igualdad, si lo que quieres son privilegios solo por ser mujer. Si pretendes tener un trato diferente, en el ámbito que sea, porque naciste con vagina, no eres feminista. Ni siquiera eres un ejemplo. Eres una vergüenza, como mujer y como persona. Por mucho que os pongáis pañuelitos morados y salgáis a dar palmas gritando “ni una menos” o haciendo coreografías absurdas propias de niños de parvulario, cada vez engañáis a menos gente y provocáis el bochorno y rechazo de las mujeres que nos sabemos tan válidas como cualquier hombre, por nuestras capacidades. Solo me faltaba que, a estas alturas de la vida, venga una señorita que ha llegado a donde ha llegado saltando de cama en cama y que se codea con la flor y nata de los acosadores sexuales y puteros de la izquierda, a darme lecciones y carnés feministas.

Por donde el papel higiénico, Irene, por donde el papel higiénico.

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