Cómo estarán las cosas que un servidor de ustedes ya no se cree nada que no haya sido oficialmente desmentido por el Gobierno, y aun así, con matices.
¿Que de qué hablo? Pues miren, se lo voy a decir. El pasado miércoles a las 23:09 de la noche, una hora intempestiva incluso para los serenos, la secretaría de Estado de comunicación se descolgó con una nota de prensa que a continuación reproduzco para su vicioso deleite.
“Secretaría de Estado de Comunicación, [3 de jun de 2021 a las 23:09]
Buenas noches.
Informamos desde la SEC:
El presidente del Gobierno está centrado en la salida de la pandemia y en la superación de la crisis económica y la agenda del reencuentro con Cataluña. La vacunación es la gran prioridad en este momento y será la que permita una rápida recuperación de nuestro país.
En este sentido, caben señalar dos hitos importantes: mañana mismo se alcanzará la cifra de diez millones de personas vacunadas en España con la pauta completa y en los próximos días el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española recibirá el visto bueno definitivo de la Comisión Europea.
Estos son los ejes principales en los que está volcado el presidente y sus ministros y ministras y no en rumores o comentarios, que sólo el presidente podría confirmar.
Cabe recordar que, de acuerdo a la legalidad española, el jefe del ejecutivo tiene en exclusiva la prerrogativa y la iniciativa para formar o modificar su gabinete, sin que un extremo así pueda ser comunicado por otra via que no sea el propio presidente en el tiempo y forma que determine.
Un saludo”.
La sorprendente nota de prensa noctámbula y emitida urbi et orbi respondía a una supuesta filtración, también monclovita y además proveniente de sus más altas instancias en la que el maestro artificiero a cargo de Pirotécnicas Moncloa SA, ya saben de quién hablo, anunció a Pedro J. Ramírez, comandante de la brunete mediática a sueldo de Pedro Sánchez, que el fin del mundo, o bueno, el fin del Gobierno, estaba próximo y que una de sus principales perjudicadas iba a ser Carmen Calvo, a la sazón soprano lírica a cargo de los ejercidos de la desinformación, y que el principal favorecido, con nuevo rango de vicepresidente, no iba a ser otro que el jefe de Gabinete de Sánchez, que exigía para sí mayor visibilidad mediática tras todos sus ímprobos esfuerzos en aras de la supervivencia política de su Sanchidad.
Calvo, sabiéndose en el punto de mira, pergeñó un plan que le asegurase seguir en el Gobierno a la vez que arreaba un sopapo orejero a mano abierta al jefe de negociado de las filtraciones.
Lo que no se han dado cuenta ni Calvo ni Redondo es que con sus juegos palaciegos en busca del favor de Sánchez, lo que han conseguido es exclusivamente socavar la comunicación y la reputación del Gobierno del que forman parte.
Y que quieren que les diga, yo no les arriendo la ganancia.
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