Acaba de ser investido Pedro Sánchez como presidente del Gobierno por el Pleno del Congreso de los Diputados el jueves 16 de noviembre y ya tenemos en marcha un apretado calendario electoral con las gallegas fijadas para el domingo 18 de febrero, límite hasta el 5 de enero para registrar las coaliciones y comienzo de la campaña oficial el 2 de febrero. También está determinada la fecha del domingo 9 de junio para las elecciones al Parlamento Europeo y las vascas y catalanas pueden desencadenarse para este mismo año de gracia. Los preparativos en Galicia abren un panorama de derrota para el partido Sumar, liderado por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, que tal vez no deje rastro alguno en el Parlamento de Santiago de Compostela, dejando sin sentido las lecciones de altivez que viene impartiéndonos. Además, la oportuna ruptura de Unidas Podemos, que ha girado su voto hacia el Bloque Nacionalista Galego, es un barrunto inequívoco en esa línea que garantizará la mayoría absoluta al PP de Alberto Núñez Feijóo. Luego, cuando el desastre se constate, Yolanda será ingresada en la unidad de quemados de la Moncloa, sin tener nada que aducir y quedará solo pendiente de merecer la piedad y conmiseración que suscite en Pedro Sánchez, buen sabedor de que la debilidad de sus colaboradores le permite lidiarlos de manera mucho más ventajosa.
Los díscolos que se hayan permitido en junio la cabriola de desertar volverán, prontos, dóciles y escarmentados al redil sanchista
En cuanto a las elecciones al Parlamento Europeo, asistiremos desde ahora mismo a una creciente devaluación de su importancia porque nada ayuda más a encajar un fracaso que la previa reducción de las expectativas. De modo que desde el Gobierno, acompañado por la orquesta de medios informativos afines, se insistirá en que los comicios europeos tienen un significado menor, que son la ocasión propicia para el ejercicio de venganzas sin riesgo apreciable para quienes la lleven a cabo, habida cuenta de que nada fundamental está en juego y de que cuando llegue la hora de la verdad, es decir, cuando se convoquen las elecciones generales, los díscolos que se hayan permitido en junio la cabriola de desertar volverán, prontos, dóciles y escarmentados al redil sanchista. Aun así, las costuras se notarán apretadas porque los sondeos anticipan que los escaños que logrará del PSOE serán muchos menos y los aspirantes a la bicoca de Estrasburgo serán muchos más, después de tantos desahuciados como han dejado las elecciones municipales y autonómicas de mayo pasado.
Están saturados del contrasentido que supone proclamarse de izquierda y comportarse como la servidumbre de los nacionalistas independentistas para colmarles de cesiones y concesiones
Otro factor perturbador es la aparición de un nuevo partido político, bajo la denominación de “Izquierda Española”, que ha cobrado estado de naturaleza y se ha inscrito con todos los sacramentos en el Ministerio del Interior para tomar la salida y competir en los comicios europeos, brindando a los electores la opción de la que tantos venían sintiéndose huérfanos. Estos que llegan, proceden de un club de pensamiento que ha venido trabajando desde hace dos años con el nombre de “El Jacobino”. Se presentan sin complejos, sin mochilas de escándalos pasados, ni de corruptelas o corrupciones de mayor calado y dispuestos a convocar a todos aquellos que tienen evaluado el coste de la No España en el que no quieren incurrir. Están saturados del contrasentido que supone proclamarse de izquierda y comportarse como la servidumbre de los nacionalistas independentistas para colmarles de cesiones y concesiones, sin lograr nunca saciarles, mientras alborea la balcanización de la península ibérica. Aquello que nos ha unido durante siglos tal vez valga la pena Continuará.
jm15xy
¿De verdad se debe confiar en personas que se llaman a sí mismos "jacobinos" de manera voluntaria? Porque el vocablo jacobino está asociado con estas otras palabras: "Robespierre", "Vendée", "guillotina", "République" (es decir, república), "Montaña", "Comité de Salut Publique", "Sans-Culottes", "Sans-Nom" (su nombrecillo para la podre ciudad de Nantes) y más que nada con "unitarismo". Yo no me fiaría de jendaila así.
HUNTER
Esto de Izquierda Española huele a bluff que si tiene algún éxito será porque le quite unos cuantos miles de votos a la secta sanchista. De todos modos les recomiendo que se llamen mejor Partido Jacobino, lo de unir las palabras izquierda y España hiela ya la sangre. No pegan ni con cola, o una cosa o la otra.
JaimeRuiz
¿Qué quiere decir "izquierda"? Cada uno tiene su definición y la va acomodando a las conveniencias del momento, de modo que en un momento es una forma de describir la maldad y poco después es un lado necesario de las cosas (un leñador de Borges mata a un viajero para robarle el disco de Odín, que tiene un solo lado). ¿En qué sentido un partido que defiende la unidad de España es de "izquierda"? ¿En qué sentido puede ser el partido del cliente de Boye promovido por Roures opuesto a Podemos o a la CUP? Tiene razón el que señala que ese partido sólo es noticia en los medios hostiles al gobierno, y no tiene ningún futuro porque parte de la mentira de ese lenguaje que sirve para todo. Sociológicamente y aun moralmente Junts per Catalunya es lo mismo que Podemos, apuestas de castas funcionariales que recurren a discursos incendiarios y a la industria del agravio (de los titulados en Humanidades que no encuentran trabajo, de la gente de las zonas rurales que se siente desplazada y merecedora de un privilegio por su arraigo, etc.) y proponen multiplicar el gasto público en sus intereses. La propaganda feminista, antisemita, hostil a la familia, intimidante, sectaria y demás del gobierno narcocomunista es simplemente la continuación de la que ha imperado en Cataluña durante los años del procés. A tal punto que la lleva a cabo el mismo personaje, el presentador de las noticias de la tarde de la siniestra RNE es el mismo Josep Cuní que preparó a las masas del Procés desde Catalunya Ràdio. Unos socialistas buenos que se propusieran contener el gasto y el endeudamiento no tendrían votantes, y puede que los votos que la propaganda intenta arañarle al PSOE termine traduciendo en pérdida de escaños del PP ante la nueva oferta.
Almanzorysutambor
Ya sólo falta Derecha Española. Un partido autenticamente liberal (máxima independencia del individuo frente al Estado, empezando por una separación real entre la Iglesia y aquel, etc.), que defienda su postura económica dentro de ese espectro (y no haciéndose fotos con líderes de partidos de extrema derecha), que sea verdaderamente patriota, defendiendo los intereses de los españoles frente a potencias y mercados extranjeros (por ejemplo, no siendo un lacayo de la OTAN) y no sólo llevando banderas hasta en los calzoncillos (entenderían las diferencias entre nación y Estado nación, etc.)... Vamos, todo lo que no es el PP ni VOX. Nos mantendremos a la espera.
Tintin
La genuina naturaleza de izquierdas de este nuevo partido queda indubitablemente acreditada por el tono acaramelado con que a él se refieren los escribientes de los medios en que, oh casualidad, ayer y hoy, la noticia figura en primera plana: Voz Pópuli, ABC, El Mundo, La Razon, El Confidencial, La Voz de Galicia... todos ellos, como es sabido, medios de la ultraizquierda. Divide et impera. Sin embargo, mi apuesta es que las europeas, entre otras cosas, servirán para confirmar la revitalización de Podemos.
vallecas
El PSOE es insustituible. España está "perdida" si el PSOE se "echa al monte" y se convierte en un partido de extrema-izquierda y se pone del lado de terroristas, independentistas, comunistas, narco-estados, china, rusia, irán, Hamas... Desconozco si dentro del PSOE queda algo de "vida inteligente" y de responsabilidad. Si el PSOE no echa a Sánchez, esto acabará con actos violentos
Usuario Remoto
Llegará el Doctor Mirabilis Celestis y Diabolicus, y hablará al oído del nuevo partido Inmaculado, «Todas estas cosas te daré si, postrándote delante de mí, me adoras». ..