Si relacionamos a Koldo García con un personaje corrupto al servicio de un ministro del PSOE, quizás encaja mejor con esa 'K' tan agresiva que Luis, la traducción de su nombre al español. El pueblo vasco tuvo a bien, durante siglos, acercarse a Castilla en lengua, formas y educación. Era la manera de abandonar su aislamiento, de abrir horizontes, expandir su presencia. Avanzado el siglo XX, esta tendencia cambió. El soberanismo se fue implantando en la región hasta convertirse en la ideología suprema, en el ideario que domina las urnas y dirige las políticas en la Comunidad.
Vale más ser muy vasco que muy listo, o que muy rico o muy famoso. Desprecian a Baroja y a Unamuno pero se pirran por cualquier personajillo que predique en Tik Tok con txapela.
Una fórmula muy habitual para expandir el vascuence fue utilizar, en conversaciones en castellano, la lengua más hablada en Euskadi, palabras de cortesía tipo eskerrik asko (muchas gracias); egun on (buenos días, que también sirve para las tardes y las noches); agur (hola y adiós, pero se suele usar para adiós); bai, noski (sí, claro); mesedez (por favor); zurionak (felicidades)... También se puso de moda el presumir de apellidos, como en la película, una moda que derivó en furor y que ha dado lugar a impostaciones chuscas y a falsificaciones de chiste.
Ser muy vasco es un plus (no para todos, claro) en una autonomía colmada de privilegios, regalías, ventajas, cupos y beneficios fiscales. Vale más ser muy vasco que muy listo, o que muy rico o muy famoso. Desprecian a Baroja y a Unamuno pero se pirran por cualquier personajillo que predique en Tik Tok con txapela.
Hasta no hace tanto, los vascos escogían los nombres de la tradición familiar y del santoral. Pero desde hace ya un tiempo, esa tendencia cambió de signo, hasta el punto de que, de los 25 nombres de pila masculinos más empleados entre los vascos, el 40% habían sido inventados por un solo individuo cien años antes. Un personaje atrabiliario, algo desequilibrado, que despreciaba todo lo español o españolista y que fundó un partido en el que prohibía inscribirse a todo aquel que careciera de apellidos vascos. Es el mencionado Sabino Arana, supremacista, xenófobo, machista, que fundó el PNV, el partido que hoy gobierna el País Vasco
Así nació el santoral euskaldún
Fue este torpe ideólogo nacionalista quien, en busca de nombres cristianos muy vascos, porque consideraba que los apellidos son el sello de la raza, se pasó de rosca hasta las lindes de la mascarada. Podía haber hecho un estudio filológico y recuperar formas vascas tradicionales, pero se encontró con que no existían, que eran adaptaciones fonéticas latino-romances, y no le servían para impregnar del imprescindible vasquismo al neonato. Entonces se puso a inventar nombres, con la intención de alejarse del castellano. A ser posible, con muchas letras, abundancia de 'K', con masculinos terminados en -a, para contraponerse a lo español, y con femeninos en -e. Y redactó su Santoral Vasco bilingüe, origen de la actual onomástica de la región.
De esta manera, dispuso que Pedro debía ser Kepa porque en las primeras versiones de la Biblia no se usaba la forma latina sino la aramea, Cefás. De este modo, cambiñ la -F- por -P-, algo relativamente frecuente en la evolución y, huyendo de la -S, tan frecuente en Castilla, la eliminó. Ni él mismo se creía, y así lo escribió, que su propuesta fuera aceptada. La fiebre vascomanía se puso de moda y tenemos a Koldo García, Luis García en realidad, inspirado en Hlodovick, que evolucionó a Ludovicus, asumió que la H correspondía a una pronunciación K (se lo sacó de la manga) añadió una vocal epentética para darle sonoridad y lo que tenía que ser Kolda debió sonar muy raro y paso a Koldo. Ahí es poco.
Garbiñe es Inmaculada
No entraremos en más detalles, pero sí en ejemplos como Josu (el famoso Ternera) que equivale a Jesús (quién lo iba a decir). Joseba a José. Jon a Juan. Gorka a Jorge (de Georges, la G pasa a K). Andoni a Antonio. Imanol a Manuel… Otras veces vasconizó mediante traducción directa. Para Salvador, inventó Gaizka (del supuesto vasco gaizkatu, salvar). Para Pastor (Buen Pastor), Unai, que en vasco es pastor de vacas. Iker es el masculino de Ikerne, Visitación, del vasco antiguo ikertu, visitar. También prescindió de la -a para que no fuera Ikera. Edurne es Nieves, del vasco edur, nieve; y Garbiñe es Purificación o Inmaculada, de garbi, limpio. Maite significa amada (maitea) pero se interpretó también como hipocorístico de María Teresa para efectos registrales.
En 1910, uno de los fundadores de la Euskaltzaindia o Real Academia de la Lengua Vasca, realizó una nueva edición de la propuesta de Arana que fue publicada por el Partido Nacionalista Vasco, muy criticada ya en su tiempo y mucho más en épocas posteriores. Arana es hoy considerado padre del nacionalismo vasco. Es el creador de la Ikurriña, mala copia de la enseña de la Union Jack, y de la palabra euskera para denominar a la lengua vasca. Más de la mitad de la población de Euskadi no tiene apellido vasco, por eso los García pueden recuperar vasquismo con el nombre de pila, Koldo. Entrar en los anales de la trama corrupta con un nombre así se llena de vínculos.
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