Opinión

Las criptomonedas arrancan el año 'on fire'

Tras un +156% de subida en 2023, pocos esperaban un arranque tan fuerte del bitcoin que ahora cumple quince años, pero tanto la principal criptomoneda como el resto de tokens digitales han entrado en el año con fuertes revaloriza

Tras un +156% de subida en 2023, pocos esperaban un arranque tan fuerte del bitcoin que ahora cumple quince años, pero tanto la principal criptomoneda como el resto de tokens digitales han entrado en el año con fuertes revalorizaciones. El motivo de tal ascenso está muy relacionado con lo que las hizo subir tanto el año pasado: vuelven las bajadas de tipos de interés. Lo cierto es que desde que empezaron a negociarse en los mercados (al principio sólo el bitcoin, ahora se negocian miles) en 2010 los mejores años han sido los de tipos de interés bajos e inyecciones de liquidez enormes por parte de los bancos centrales. Tiene sentido puesto que los inversores consideran a las criptomonedas el "oro digital", el activo refugio contra la pérdida de poder adquisitivo del dinero fiduciario. Por ejemplo, en los últimos cinco años, el bitcoin se revalorizó en 2019 un 95%, en 2020 (el año en el que más liquidez se inyectó en los mercados financieros para intentar parar el crash económico de la pandemia) un 301%, en 2021 un 66% y sólo bajó en 2022 (un importante -65%) porque empezaron las subidas de tipos de interés y la retirada de estímulos.

grafico criptomonedas

Las carteras de las 'ballenas'

En noviembre de 2021, el bitcoin alcanzó su punto máximo histórico, por encima de los 68.000 dólares, ahora ronda los 45.000. Esto también anima la teoría de que aún le queda un fuerte recorrido al alza a su cotización. El oro y muchos índices bursátiles están en máximos históricos, incluso nuestro Ibex está rozando su nivel máximo (si incluimos dividendos abonados, al nominal aún le quedan casi 6 mil puntos de subida), por qué no las criptomonedas si los motivos para las subidas son muy similares, que se descuentan nuevas bajadas de tipos de interés. El problema de las criptomonedas no ha sido el bitcoin, que con su enorme volatilidad, ya lleva más de una década en las carteras de muchos inversores importantes (a los mayores en el argot se les denomina 'ballenas'), ha sido la multiplicación de criptomonedas de muy dudosa utilidad. Si lo mejor del bitcoin es su limitación numérica, la existencia de miles de criptos se parece mucho al típico proceso inflacionario de un banco central emitiendo papel sin respaldo. Es por eso que con el tiempo muchas han desaparecido pero tanto el bitcoin como Ether, la segunda en capitalización, están aumentando no sólo su precio, también su volumen de negociación.

Si alguien quiere comprar criptomonedas, cada vez lo tiene más fácil. Sin duda es uno de los motivos de este nuevo resurgir

Si las tomamos como lo que actualmente son, un activo de inversión como cualquier otro, lo cierto es que su éxito es enorme. El último triunfo de estos últimos meses ha sido la aparición de ETFs (fondos de inversión cotizados que se pueden operar como acciones de bolsa) de contado del bitcoin, lo que ha mejorado enormemente la capacidad para invertir y especular con él, sin necesidad de crear wallets, y eliminando el riesgo (demasiado común la última década) de estafas recurrentes. Si alguien quiere comprar criptomonedas, cada vez lo tiene más fácil. Sin duda es uno de los motivos de este nuevo resurgir.

La idea del fundador o fundadores del bitcoin -bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto- era crear una alternativa a las monedas flat, y para asegurar tal objetivo existe un límite de bitcoin que minar -crear- (21 millones) que deberían haber provocado que su tenencia fuera un seguro contra la amenaza de la inflación, algo que estaba garantizado que ocurriría antes o después por la continua emisión de moneda por parte de los bancos centrales. Además, se aseguraba que, gracias a la tecnología blockchain, su tenencia sería segura e incontrolable. Se pensaba en el bitcoin como una vuelta al patrón oro: dinero que vale por sí mismo sin depender de ninguna autoridad política o financiera. Lo cierto es que con los años se ha convertido en un instrumento especulativo más, un activo al que ya desde hace tiempo hay que considerar como el Forex, la renta variable, la renta fija, las materias primas…. Se ha ganado un hueco.

Hasta tal punto las criptomonedas están presentes, que los bancos centrales llevan años preparando sus propias monedas digitales, que desde luego nada tienen que ver con la descentralización con la que nació el bitcoin, pero que se basa en la misma idea y tecnología. Ya ha habido numerosas pruebas y el camino está expedito para la -para mí muy peligrosa- desaparición gradual del efectivo y que los estados controlen totalmente todas nuestras finanzas (aún más). Esta es quizás la peor consecuencia del éxito de las “criptos”. Pero ese ya es otra (y muy polémica) historia…

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