Opinión

Las fallas del barro

Mazón, ni supo actuar entonces, ni sabe actuar ahora

  • La tragedia de la Dana -

Serán unas Fallas en memoria de los afectados por la Dana del 29 de octubre que nos asoló con imágenes atroces, con 224 muertos, tres desaparecidos, acompañadas esta semana de un sumario atroz que expone cómo las víctimas murieron en sus casas, en sus garajes, en pijama, con los pulmones llenos de barro. Son las fallas del barro, de homenaje al horror vivido por los vecinos de Catarroja, de Paiporta, Benetússer, Alfafar, Almussafez, Xuquer, entre otros, todos aquellos que perdieron lo material, lo personal, lo humano. Sobre las cabezas de todos pesa la afirmación de la jueza que lleva el caso, la frase lapidaria de “los daños materiales no eran evitables, las víctimas sí”. Estaban perdidos, nadie supo qué hacer, cuando enviaron el mensaje de alerta a las 20:11 de la tarde, había poco o nada que hacer, ya estaban muertos.

Pero es que el mensaje no alertaba de nada más que del temporal, en ningún caso explicaba que buscaran zonas elevadas para resguardarse de la tromba de agua mortal. Carlos Mazón no tiene escapatoria, su trayectoria va a estar marcada por lo sucedido, por lo que no hizo. Nos ha trasladado a la opinión pública hasta siete versiones distintas de dónde estuvo aquella fatídica tarde. No hace falta indagar mucho más que en una declaración de alguno de sus escoltas para poner luz y taquígrafos a lo acontecido. Mazón no estuvo sólo aquella tarde, tampoco puede estarlo como presidente de una comunidad, sólo por los protocolos de seguridad que rodean a un político de tal responsabilidad. Pero el problema no es sólo ese, no es solo que no haya explicado dónde estaba o porqué no actuó a tiempo, el problema es seguir una estrategia de comunicación pésima tras un drama en tu tierra sin precedentes. Apostando por venir a Madrid esta semana pasada a ofrecer un desayuno informativo ante la sociedad madrileña, ante los medios, sin el apoyo del líder del partido. Error.

Comunica mal y a destiempo

Mazón, con la que le está cayendo, debería quedarse en Valencia, no salir del Palau de la Generalitat, no acudir a inauguraciones, no salir a la calle como si nada hubiera pasado, tener una comunicación rigurosa con los medios, ofreciendo la única declaración que a estas alturas puede dar que es con todo detalle explicar lo que se está haciendo en las zonas afectadas, exponer trabajo y trabajo y más trabajo cuando fue incapaz de evitar un horror que parece que tampoco nadie supo ver, él como máximo responsable pero las actuaciones judiciales pondrán luz al horror, aún más si cabe. Mazón comunica mal, errático, a destiempo.

Viven los valencianos sus fallas, las fallas del barro, del recuerdo del horror, su fiesta grande en memoria de los suyos, de la impotencia de no poder evitarles el drama vivido. Vive Mazón su quinta manifestación en la que los valencianos han salido a la calle bajo el lema “Mazón dimisión”, no es una ni dos entidades o personas las que están detrás de la marcha de repulsa, son 200 entidades del tejido social y empresarial los que han salido a la calle para gritar no a Mazón. Los valencianos no se merecen un presidente que no reconozca su parte de culpa, los votantes del PP tampoco. Solo Mazón puede tomar la decisión necesaria, dar un paso al lado, que no dará, también sus actos le acompañarán de por vida.

Aquella tarde vivieron de espaldas aquella tarde a lo que estaba sucediendo, no escucharon a los medios, caso omiso a las imágenes aún de día de zonas desbordadas. Hubo alertas que llegaron tarde, decisiones que se retrasaron más de lo necesario. Conocer el terreno, que eran normal las inundaciones, provocó también que pecaran de confianza. El horror ocurrió, entre las seis y las siete y media de la tarde, cuando en el centro de coordinación de emergencias aún no tenían claro cómo actuar ni qué hacer. Lo que no se puede permitir es que por encima de este horror pase un presidente de la Comunidad, que en lugar asumir su responsabilidad, va de víctima. Murieron en pijama, sin saber lo que les venía encima, los pequeños que perdieron la vida en sus casas no merecían un final así, ni unas comparecencias como las que tenemos de Mazón. Claro ejemplo de un drama con una persona que ni supo actuar entonces ni ahora sabe actuar ahora. Las fallas de este año serán fallas del barro, las fallas en memoria, en recuerdo de las víctimas de todos esos pueblos que el temporal arrasó hace cuatro meses.  

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli
El tocomocho de la quita de la deuda
La sedición blanda y el ‘procés’ español