Opinión

Las series de Milei y de Sánchez

Vivimos un resurgir de las series. Los que nos criamos con las clásicas como “Viaje al fondo del mar”, “Jim West”, “Bonanza”, “El Fugitivo”, la enigmática “El prisionero” o las de producción española como “¿Es ust

Vivimos un resurgir de las series. Los que nos criamos con las clásicas como “Viaje al fondo del mar”, “Jim West”, “Bonanza”, “El Fugitivo”, la enigmática “El prisionero” o las de producción española como “¿Es usted el asesino?” o “Historias para no dormir” sabemos lo que engancha un argumento dosificado en episodios, máxime si existe un “continuará” que te deja – dejaba, que ahora puedes ver toda una temporada seguida- esperando con ansia viva la próxima entrega. Es la vieja táctica del folletín francés, de la novela radiofónica seriada, del ir creando expectación en el público, eso que ahora los modernos denominan horteramente hype.
Es por eso que los productores de plataformas como Netflix, HBO o Disney anden buscando argumentos como busca un autónomo que Hacienda le permita desgravarse algo. Quizá debido al éxito de Milei y el interés que suscita su persona el mismo presidente ha anunciado en la red social X el estreno inminente de una docuserie centrada en su llegada a la Casa Rosada. La cosa promete, porque en el tráiler que hemos podido ver en dicha red Milei no defrauda. Está fabricada a partir de entrevistas, discursos e intervenciones del por entonces aspirante a la presidencia en las que el argentino se corta menos que un gato es una pescadería: “zurdos hijos de puta”, “ladrones empobrecedores” y otras lindezas. Que se emita desde X, habida cuenta de la fluida relación que existe entre su propietario Elon Musk y Milei, es una decisión inteligente y seguro que la van a ver millones de personas.

Está fabricada a partir de entrevistas, discursos e intervenciones del por entonces aspirante a la presidencia en las que el argentino se corta menos que un gato es una pescadería: “zurdos hijos de puta”, “ladrones empobrecedores”

Pero por esos avatares de la vida, Pedro Sánchez que ya tiene serie grabada, editada y enlatada, no encuentra a nadie que se la quiera emitir. Producida por Secuoya, “La Moncloa”, que así se llama la cosa aunque también se baraja “Las cuatro estaciones”, ha llamado infructuosamente a todas las puertas con resultado nulo. Ni RTVE, ni la Sexta ni Mediaset ni siquiera la televisión local de Villabajo de Arriba. Sánchez incluso ha pensado actualizarla incluyendo a su hermano, a Bego, al juez Peinado, incluso a Puigdemont. Pero dudamos que ni así consiga colocar ese monumento a su persona.
Como sea que servidor es bueno y guionista, cosas que no siempre suelen ir de la mano, le sugeriría al monclovita que le de una vuelta completa al guión. Ahora que finaliza “The Walking Dead”, ya saben, zombis, sangre, masacre y exterminio, a lo mejor se podría reconvertir su serie y, bajo el título de “The Walking PSOE”, mostrar las aventuras de un partido más muerto que vivo con cameos del monstruo de Waterloo, el peneuvista lobo, la Drácula femiprogre o el Aquelarre de un consejo de ministros con Yolanda Díaz y María Jesús Montero lanzando la una conxuros gallegos y la otra maldiciones gitanas. Como me chiflan las pelis de terror producidas en España antes de que los progres decidieran que el único cine bueno es el que te habla dos horas de los complejos de un taquillón que se considera oprimido porque no puede reivindicarse de sexo equino, yo apostaría por una historia rollo Jess Franco o Paul Naschy. “La noche de Walpurgis en Moncloa”, por ejemplo, o mejor todavía, una versión de la excelsa y mejicana “Santo el Enmascarado de Plata contra las momias de Guanajuato” en plan “Sánchez el Enmascarado de plástico contra las momias del dato” y que Tezanos haga de Mad Doctor.
Es por ayudar, que conste.

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