Opinión

¿Estamos siendo injuntos con Lilith Verstrynge, asesora de Pablo Iglesias?

La recién nombrada asesora de la vicepresidencia del Gobierno está en el centro de la diana mediática por los rumores que apuntan a su estrecha amistad con su jefe, Pablo Iglesias

Debo confesar que tuve mis dudas antes de hacerme eco de la exclusiva de Rambla Libre, el único medio que dio por verídico el rumor que llevaba circulando un mes entre los políticos y los periodistas: que Pablo Iglesias mantiene supuestamente "una relación sentimental" con su recién nombrada asesora, Lilith Verstrynge, quien trabaja para el vicepresidente segundo desde finales de febrero. Al final decidí contarlo, sin afirmar ni negar nada, en este periódico, que, dicho sea de paso, también había recibido informaciones al respecto desde hacía semanas y por diversas fuentes.

A falta de fotos y testimonios que confirmaran dicha exclusiva –y dado que la labor del Gobierno y de Iglesias llevaba semanas en entredicho por su gestión de la crisis del coronavirus y por haberse saltado la cuarentena obligatoria de dos semanas en repetidas ocasiones tras el contagio de su pareja–, el pasado domingo decidí ponerme en contacto con Lilith antes de publicar nada. Escribí a la hija de Jorge Verstrynge, ideólogo de Podemos, por privado, en la red social Twitter. Le transmití que había leído la información sobre su presunto affaire con el vicepresidente segundo de España, para quien trabaja directamente, y que me gustaría recabar su opinión al respecto. Le di también mi número de móvil.

¿Su respuesta? Ninguna. A los pocos minutos de leerme, de hecho, decidió eliminar en su perfil la posibilidad de que los usuarios de la red social pudiesen contactar con ella a través de mensajes privados, como había hecho yo previamente. Tres días después, Lilith ha optado por bloquearme en Twitter, impidiendo así que interactúe nuevamente con ella por esta vía.

Lilith Verstrynge, Pablo Iglesias e Irene Montero

A raíz de hacerme eco de la noticia del supuesto romance de Iglesias con la joven, de 27 años, tuve numerosas críticas y ataques de periodistas, así como también este medio. La polémica tertuliana Cristina Fallarás, por ejemplo, se refirió a uno de los artículos como "basura" a través de redes sociales, y yo recibí numerosos improperios de ese estilo. Que si no eres periodista, que si qué falta de integridad, que si vaya mierda de trabajo, que si es un delito contra el honor, que si esto no es noticia... etcétera.

Mucha gente no entiende que la prensa rosa no tiene como objetivo contribuir al interés público, como la generalista, sino al interés del público. Esta diferencia no hace mejor ni peor a los contenidos del corazón: sólo los hace diferentes. Lo mismo sucede con la prensa deportiva, la tecnológica o la de sucesos.

Mucha gente no entiende que la prensa rosa no tiene como objetivo contribuir al interés público, como la generalista, sino al interés del público. No obstante, en este caso, se juntan ambos intereses, pues los protagonistas tienen un cargo público

Dicho esto, en el caso del presunto idilio del videpresidente con su asesora se juntaban sendos intereses. Llamadme loca, pero que una asesora del Gobierno pueda tener más que una amistad con su jefe, que a su vez tiene una familia con la ministra de Igualdad, es, para menos, noticioso.

Al aceptar un cargo público y recibir, por ende, dinero de los ciudadanos, te expones a perder parte de tu privacidad. A veces lo usas a tu favor, como ha hecho Irene Montero con su 'reality' en su ministerio, y a veces se vuelve en tu contra, como ha sucedido ahora. Es una putada, pero así son las reglas del juego. 

El 'reality' de Irene Montero en YouTube

¿Estamos siendo injustos con Lilith Verstrynge?

Sin ánimo de dar por verídicos los rumores de la amistad especial de Iglesias con la joven, opté, pues, por contarlo a nuestros lectores. Una decisión que no habría tomado si Lilith me hubiera asegurado que todo era falso o me hubiera pedido respetar su privacidad. No obstante, no fue así.

El silencio que mantienen a día de hoy los protagonistas de este 'cotilleo', además, juega en su contra: en vez de acallar y desmentir de una vez por todas lo que se está diciendo, alientan aún más las habladurías, las cuales ponen en jaque su valía profesional.

Así que, ante la pregunta sobre si la prensa del corazón está siendo injusta con Lilith Verstrynge, la respuesta es NO. Desde este periódico, además, se le dio la posibilidad de manifestarse, de no magnificar el rumor, pero optó por callarse y esconderse. Sus razones tendrá.

La estrategia del silencio que mantienen los protagonistas de la historia es contraproducente, pues no hace más que magnificar los rumores

La estrategia del silencio, sin embargo, es contraproducente en este caso. Si yo fuera Lilith, y si todo esto fuera mentira, lo aclararía de una vez por todas, pues hay una cosa que no se debe tolerar, y es que se ponga en tela de juicio la profesionalidad de uno, y más cuando se trabaja para el Gobierno de España en plena pandemia por coronavirus y se cobra dinero público. Pero, no sé, en fin, qué voy a saber yo, que sólo soy una juntaletras de la prensa del corazón.

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