Pensaba que las próximas semanas, de camino a las elecciones, se nos iban a hacer insoportables, con tanto discurso de unos y de otros compitiendo por ser el más guapo. Pero me equivoqué, van a resultar tremendamente divertidas. Nuestros políticos parecen haberse sumergido en un juego infantil cuya única regla es "a ver quién promete las cosas más disparatadas".
Empecemos por el primero de todos, nuestro señor presidente. A un mes escaso de ver que se le puede acabar el chollo, empieza a hablarnos de vivienda social para alquiler y de los pisos que va a construir. Primero treinta mil, luego cincuenta mil… Pero se ha ido animando hasta los doscientos mil que van ahora. Aunque es posible que cuando lean ustedes esto haya llegado ya al millón. El hecho de que acabe de aprobar una ley de vivienda que favorece nuevamente al delincuente que se apodera de una propiedad privada, mejor lo olvidamos y nos quedamos con las chorrocientas mil viviendas de alquiler social que va a hacer tan solo en año y medio. Es que en cinco años no ha tenido tiempo, hay que entenderlo, que sumir al país en una ruina económica absoluta, llevar a España al último puesto de Europa en todo menos en recibir ayudas económicas, regalar el Sahara y enemistarse con nuestro principal proveedor de gas, excarcelar agresores sexuales y evitar que sus miembros de partido vayan a la cárcel, a la vez que consigues ventajas carcelarias para los amigos de tus socios de gobierno, son algunas de las cosillas, no todas, por supuesto, que han tenido muy ocupado a este gobierno tan progresista.
Claro que sí, Yolanda, si puedes abortar con 16 años sin permiso paterno, por qué no vas a poder votar, especialmente, votar a quien además dice que te quiere regalar una herencia caída del cielo
Después de escuchar esto, una piensa que es imposible superarlo, hasta que ves a Yolanda Díaz entrar en escena al más puro estilo "¿Qué no? Sujétame el cubata". No se le ha ocurrido otra cosa que prometer el derecho al voto para los adolescentes, porque claro que sí, Yolanda, si puedes abortar con 16 años sin permiso paterno, por qué no vas a poder votar, especialmente, votar a quien además dice que te quiere regalar una herencia caída del cielo de veinte mil euros cuando cumplas 18. Lo llama "herencia universal", porque llamarlo disparate electoral igual no da muchos votos.
¿Se puede superar esto? Por supuesto. Echamos el ojo a las promesas para alcaldías varias y ya no es "sujétame el cubata", sino más bien "me estoy orinando en el felpudo de tu casa, delante de tus narices, y encima te sonrío".
La candidata por el PSOE a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife se ha tomado tan en serio la competición de prometer unicornios, que su plan estrella es poner ascensores en todos los edificios de más de dos plantas "para devolver la libertad a los ciudadanos que viven aislados en sus casas". No sabía yo que había tanta gente secuestrada en su propio hogar porque no tiene ascensor, cuando lo cierto es que es más caro comprar o alquilar un tercer piso sin ascensor que mudarse e irse a vivir a un bajo. Pero doña Patricia Hernández, siendo diplomada en relaciones laborales, con estudios superiores en el conservatorio de música en violoncelo y habiendo empezado a trabajar en UGT el mismo año que finalizaba sus estudios, entiende que lo que necesitan los ciudadanos en este preciso momento, con una inflación que bate récords, es que les pongan un ascensor en su casa. Yo aplaudiría más que se dedicara a tocar el violoncelo, la verdad.
Que haya un total de casi 130.000 piscinas en la Comunidad de Madrid, casi dos por cada cien habitantes, no es suficiente. Una playa en cada barrio, claro que sí
¿Y qué decir de Madrid? Ahí tenemos en primera línea de memeces a Roberto Sotomayor, que se presenta a la alcaldía por Podemos: "Madrid tendrá una playa en cada barrio". Porque lo verdaderamente importante es que la gente pueda ir a refrescarse a la calle en Madrid, ahora que llega el calor, ya que, obviamente, serán muy pocos los que puedan permitirse pagar la factura de la electricidad, poniendo el aire acondicionado para no achicharrarse en casa, tras la subida histórica que ha sufrido mientras su partido estaba en el gobierno. Las 23 piscinas municipales gestionadas por el ayuntamiento, incluyendo el parque deportivo Puerta de Hierro, que es la piscina más grande de Europa al aire libre, con una superficie de más 25.000 metros cuadrados, esas no cuentan. Y que haya un total de casi 130.000 piscinas en la Comunidad de Madrid, casi dos por cada cien habitantes, no es suficiente. Una playa en cada barrio, claro que sí. A mí me ponga también un parque de atracciones en cada calle y cuarto y mitad de caramelos de menta, haga usted el favor. Estas son las cuestiones prioritarias, cuando te empeñas en proponer a un campeón de atletismo de Europa como alcalde de Madrid.
Sé que habrá personas que voten a estos impresentables porque creen en el mundo de la piruleta y en que todo eso no sale de su bolsillo y del mío, a través de una cosa llamada impuestos. Bien es sabido por los progres que todo lo gratis se hace con el dinero que cae de los árboles situados a la izquierda de la calle. Pero yo ya estoy cansada de llevarme las manos a la cabeza, así que voy a sentarme a ver el mundo arder, mientras me río por fuera y pienso amargamente por dentro que un país gobernado por imbéciles no cuenta precisamente con una mayoría de ciudadanos inteligentes.
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