Opinión

Lo más urgente es vivir

Seguimos en un país en el que un autónomo no se puede ni poner enfermo ni tomar unas vacaciones, pero luego queremos sacar la bandera de ser emprendedores. 

  • La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el Congreso -

Esta Semana Santa 16 millones personas se desplazan en nuestro país. Vivir es urgente afirmaba Pau Donés, al que el cáncer le robó la vida. Pero, la vida nos lleva a no ser conscientes de esa máxima cuando criminalizamos, criticamos, juzgamos, penalizamos el descanso y aceptamos el teletrabajo como modo vacacional actual. Para muchos, los autónomos principalmente, o las familias que quieren conciliar, ese es su modus vivendi. La nueva esclavitud de nuestros días es no poderse permitir parar, cargar pilas y volver, porque solo así se deja de engrosar por ejemplo la lista del primer país de Europa en el que sus habitantes, tres millones ni más ni menos tienen que tomar medicación para poder dormir.

Nos movemos entre la contradicción, la hipocresía, y también la envidia. Debería regularse por ley ésta máxima de respeto del descanso y de estar en modo off para todos, no sólo para los asalariados. Se puede ser altamente productivo y conciliar la vida familiar porque se debe exigir al Estado el cumplimiento de lo mínimo. No deberíamos permitirnos como país tener cifrados a más de tres millones y medio de españoles que trabajan y están en riesgo de pobreza, de los cuales 350.000 en Cataluña. Personas que trabajan pero que no pueden llegar a final de mes. Culturamente, somos una sociedad que aún penaliza las vacaciones y juzga al vecino de enfrente por tomarse unos días de descanso. Un error, porque cuanto más feliz se está más productivo se es y en eso mucho tiene que ver el descanso, es decir el dormir, la buena alimentación y un espacio para el ocio. Seguimos en un país en el que un autónomo no se puede ni poner enfermo ni tomar unas vacaciones, pero luego queremos sacar la bandera de ser emprendedores. 

Nunca en este país se había hablado de tantas personas que trabajan pero que no tienen para vivir, de trabajadores que acuden a servicios como Cáritas o el bancos de alimentos


Tres años atrás estábamos encerrados en casa a cal y canto, en pleno decreto del primer estado de Alarma, dos años atrás se podía viajar con grandes restricciones y ahora lo volvemos a poder hacer como si nada hubiera pasado. Esta explosión de necesidad imperiosa de salir, descansar, disfrutar de la que debería de poder gozar todo el mundo pero que el covid y la guerra se la han robado a muchos. Nunca en este país se había hablado de personas que trabajan pero que no tienen para vivir, de trabajadores que acuden a servicios como Cáritas o el bancos de alimentos para poder comer, debería la política poner el foco en aquellos temas que se silencian que son el caldo de cultivo de una sociedad que enferma. Nunca tampoco habíamos abierto el melón para hablar de la salud mental, los suicidios, el acoso escolar o sexual a menores, a plantearnos qué hacemos mal como sociedad para que se de tanta violencia.

Unos se alegrarán de tener políticos en la cárcel, otros trabajarán para erradicar la corrupción de la vida pública, unos vendrán a generar problemas otros a encontrar vías de solución


Vivir es urgente, tener lo necesario para vivir también, quienes gobiernan deben garantizar los mínimos. No lo están haciendo. Por eso Vox va a tener quizás la voz decisiva tras el 28 de mayo. Luego posiblemente aflojará pero de momento la gente escucha lo que quiere escuchar, a alguien que le vaya a facilitar una vida mejor. En el otro extremo la esperanza que pueda sembrar, Sumar, con Yolanda Díaz al frente. No se debe dejar pasar que encuesta tras encuesta es la mejor valorada de la cantera política, superando siempre a Pedro Sánchez, según los estudios del CIS. Quizás vienen tiempos políticos en los que o prima el sumar y remar conjuntamente o aplicar mano dura. Sin matices. Para ambos polos vivir es urgente, porque es ahí, en ese debate de facilitar que mejoren las vidas de la sociedad es donde se debe poner el foco.

Unos se alegrarán de tener políticos en la cárcel, otros trabajarán para erradicar la corrupción de la vida pública, unos vendrán a generar problemas otros a encontrar vías de solución. El problema, no nos engañemos, es cuando no se aparta la manzana podrida del cesto y se mira hacia otro lado. Ahí es cuando empieza a pudeirse todo.

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