“No hay espacio HOY para un nuevo partido político. Sólo serviría para fragmentar más el tablero político. Es tiempo de MENOS TESTOSTERONA y más sentido de Estado. Porque los españoles nos demandan unidad. Seguimos caminando. VOSOTROS MARCARÉIS EL CAMINO”. Macarena Olona dejaba escrito ayer entre líneas en su cuenta de Twitter las tres claves de lo que ha sucedido en Vox y cómo puede ser su futuro político.
La abogada del Estado (hoy en excedencia sin sueldo hasta, por lo menos, diciembre para ver qué camino toma) tiene claro que HOY (las mayúsculas son mías) no hay espacio para un nuevo partido político. De momento, prefiere iniciar –ella sí- un recorrido “de escucha” por toda España (más concretamente, por sus universidades: Granada, Murcia, Sevilla, Madrid) para ganar visibilidad y protagonismo gracias a los verdaderos fascistas que pretenden decidir quién puede y quién no hablar en los campus.
Además, en esta gira, Olona está aprovechando para contactar con los purgados y descontentos en su antiguo partido. Que no son pocos “gracias” a la labor de Javier Ortega Smith y su mano derecha, Tomás Fernández.
Olona y la 'testosterona' de Ortega Smith
Aquí es donde entra la segunda clave del mensaje de Olona: “Es tiempo de MENOS TESTOSTERONA (las mayúsculas vuelven a ser mías) y más sentido de Estado”. Es ya un clamor la crítica a las “formas” dictatoriales y la manera de funcionar de Ortega Smith dentro de la organización de Santiago Abascal. Vox empieza a parecerse mucho a los partidos tradicionales a los que vino a sustituir, y a su secretario general le acusan de “actuar peor que Lastra en el PSOE o García Egea” en el PP. Y Smith haría bien en ver dónde están ambos ahora.
Como García Egea tenía un Alberto Casero, Smith cuenta con un ‘brazo ejecutor’, Tomás ‘el de las lámparas’, como los purgados conocen a Tomás Fernández, diputado cunero por Huelva, vicesecretario general de Vox y antiguo trabajador de una filial de hogar de El Corte Inglés. Ellos son los encargados –según denuncian los críticos- de evitar, "sea como sea", cualquier atisbo de ‘baronía’ en el partido. Y ellos fueron quienes se encargaron de hacer saber a Olona que no tenía ninguna posibilidad de ascender en el aparato del partido ni de tener un puesto en el Senado tras su fiasco en Andalucía.
Hoy, los damnificados de Smith y Fernández van cobijándose bajo la sombra de Olona, desde Granada a Sevilla pasando por Murcia y a la espera de acontecimientos.
¿Y cuándo puede llegar ese momento? La tercera clave del mensaje de Olona, también con la licencia de las mayúsculas: “VOSOTROS MARCARÉIS EL CAMINO”. La abogada del Estado en excedencia y excandidata de Vox a la Junta quiere esperar a las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Fuentes de su entorno aseguran que “en esas elecciones se verá” si Vox es decisivo “de verdad para España” o empieza su declive ante el empuje del PP de Feijóo, Ayuso y Bonilla que cada vez ensancha más su base electoral, según todas las encuestas.
Hasta entonces, Olona pretende seguir recorriendo España y calibrando apoyos –una idea que comenzó con su peculiar camino de Santiago en verano-. Y manda mensajes con fotos con Mario Conde –con quien pronunciará este lunes en Sevilla una conferencia- para todo tipo de especulaciones y que viene a decir que dinero no le faltará si se decide a dar el salto con una nueva formación. Incluso, tendrá compañeras a su lado como Cristina Seguí, otra de las que se significan como represaliada por Vox.
Y es en el terreno de la especulación cuando entra la segunda mujer que ha protagonizado la política patria esta semana. Cayetana Álvarez de Toledo ha vuelto a romper la disciplina de voto del PP para votar con Vox y Cs la propuesta de un 155 lingüístico en Cataluña. En el PP aseguran que lo ha hecho “porque sabe que no estará en las listas el año que viene”. Entre otras cosas, por calificar de “gallegada” la propuesta de Feijóo de fomentar un “constitucionalismo catalanista”.
Cayetana y Vox
La política nacida en argentina ya ha dicho en repetidas ocasiones que nunca acabaría en Vox: no ya solo por su ideario liberal sino por la propia imposibilidad de compatibilizar su indisciplina a una organización con la estructura de Vox, donde se han eliminado hasta las primarias (eso sí, por votación).
Por ello, varios compañeros de Cayetana en el PP ‘venden’ la idea de que, sin ningún futuro en las listas del partido, si Olona da el paso con un nuevo movimiento en mayo, Cayetana “podría pensárselo”, y esgrimen la buena relación y la admiración mutua que se tienen.
Otras fuentes, sin embargo, tanto del PP como de Vox, aseguran que “no puede haber dos gallos en un gallinero tan pequeño”, y descartan la posibilidad de ver un día juntas a Olona y Cayetana. Y los más cercanos a la aún diputada del PP, hoy por hoy lo descartan y acusan a los populares de "ensuciar". Inclusa, alguna, insiste en que "Olona desprestigia". Otros no van tan allá, pero insisten: “Ella tendría futuro, por ejemplo, en Ciudadanos… pero, en mayo, será Ciudadanos el que ya no tendrá futuro”.
Hasta entonces, veremos. Son necesarias las mujeres en la política española. Y las elecciones de mayo decidirán el papel de alguna otra como Isabel Díaz Ayuso o la propia Begoña Villacís. Pero esto ya será materia de otra columna.
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