Los madrileños se pueden sentir orgullosos de que la Unesco haya reconocido una parte muy querida por todos, el Paisaje de la Luz, con su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial. Este paisaje cultural en un ámbito urbano es único en el mundo, un espacio verde en la ciudad que disfrutamos todos los que vivimos aquí, pero que también maravilla a los que nos visitan. Porque cuando un paisaje cultural sirve como modelo en otros lugares del mundo ya significa un criterio suficiente que acredita ese valor universal excepcional.
Para Madrid supone una oportunidad esta distinción, porque en este mágico espacio conviven instituciones políticas, económicas y culturales que a lo largo de los años se han establecido en él. En el Paseo del Prado podemos encontrar lugares como el Museo del Prado, el Thyssen, el Naval, el Reina Sofia, el CaixaForum, o las Casas Árabe y de América, además de la RAE, la estación de Atocha, el Congreso de los Diputados o el Banco de España. Toda esta riqueza cultural es ahora reconocida y valorada en todo el mundo.
No hay que bajar el telón
La inscripción del Paseo de la Luz en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco va a suponer un impulso extraordinario para la cultura, en especial después del ejemplo que se ha trasladado a todo el mundo al defender y demostrar que la cultura es segura y, siguiendo las medidas sanitarias vigentes en cada momento, no es necesario bajar el telón. El sector ha sido un ejemplo de esfuerzo, trabajo y solidaridad durante estos largos y complicados meses. Madrid ha sido la única capital de toda Europa que se abrió a la cultura desde el primer momento, pese a la incertidumbre. Y hemos demostrado que el tejido cultural es un pilar fundamental para la recuperación, porque lo disfrutan los madrileños, pero también es un factor de atracción del turismo urbano de calidad.
En septiembre vamos a poder ser partícipes de la apertura de un buen número de espacios culturales, de la vuelta de los grandes musicales y del Festival de la Luz, un evento que por primera vez celebraremos en Madrid. Esta ciudad ha demostrado que, trabajando juntos, sabemos cuidar, preservar y garantizar la riqueza cultural y, con este compromiso por bandera, vamos a conseguir que visitantes de todo el mundo vengan a disfrutar de Madrid.
Todos los ciudadanos deben sentirse orgullosos de su ciudad, porque ha sido el mejor ejemplo internacional de la Cultura Segura y ha demostrado que sabe caer y levantarse más fuerte. Y el reconocimiento de la Unesco nos da energía para continuar nuestra labor al objeto de que la cultura siga siendo uno de los grandes referentes de la ciudad.
