Cuando Sánchez dijo que “Edmundo González es un héroe al que España no va a abandonar”, la suerte estaba echada. El hombre que se opuso al criminal Maduro, al bolivariano y dictador Maduro, al orate Maduro, a la hez del narco comunismo – y eso es mucho decir –, el político venezolano demócrata no tenía otra alternativa que marcharse de su patria si no quería que lo asesinaran. Ahora dice Albares que viene a España a bordo de un avión del Ejército del Aire y que nuestro país le concede asilo político. Le parecerá un acto de suma bondad.
Mire usted, Albares, si hay un gobierno en Europa que sea cómplice de la salvaje ordalía de presos políticos, sangre y crimen imperante en Venezuela es el suyo; si hay un partido que apoye, colabore y se relacione con el sátrapa venezolano es el de usted, ese PSOE con Zapatero al frente que se niega a firmar una condena contra el régimen cuando otros ex presidentes sí lo han hecho; si hay alguien que haga de criada del hombre con las manos más manchadas de sangre de Hispanoamérica es su gobierno. Apoyan a una dictadura, la de Maduro, se asienta sobre los cadáveres de miles y miles de demócratas de toda clase y condiciones, gente que acudió a votar contra el salvajismo, la brutalidad, la bestia, contra el loco que celebra la Navidad cuando quiere -¿qué puede esperarse de alguien que habla con Chávez mediante un pajarito? -, de una basura al que me niego a calificar de humano. Y que Sánchez es su amigo. No lo digo yo, lo dice el primate de chándal barato y millones de dólares a buen recaudo,
Mire usted, Albares, si hay un gobierno en Europa que sea cómplice de la salvaje ordalía de presos políticos, sangre y crimen imperante en Venezuela es el suyo
Ustedes hacen de España el cuarto de los opositores molestos y así al chavismo no le hace falta mancharse las manos. Hombres de verdad como Leopoldo López, refugiado en Madrid; Juan Guaidó, exiliado en los EEUU; Antonio Ledezma, exiliado en España; Julio Borges, premio Sajarov 2017, que vive entre nosotros; el general Miguel Rodríguez Torres, bravos opositores como Francisco Márquez, Lorent Saleh y Gabriel San Miguel, que comparten nuestro pan y nuestra sal igual que miles de venezolanos que se fueron de su patria buscando en España, la Madre Patria, salvar sus vidas. Dice que Zapatero “medió” para que se pudieran marchar. Es tan indigno como usted, cuando lo alaba o dice que no pueden pronunciarse sobre el ganador porque no hay actas, o se asombra del interés que muestra el PP por lo que no podemos calificar de otro modo que de golpe de estado. Usted forma parte de un gobierno que elogia a Hamás, le ríe las gracias al sátrapa marroquí, se alinea con la mugre sin importarle su ejecutoria criminal y ahora dice que, mira qué bien, ZP hace de mediador y le pone la medallita a Sánchez porque otorga asilo a personas que le dan mil vueltas en lo político, intelectual y no digamos en valores. Albares, los venezolanos no quieren mediadores y menos como ZP, lo que quieren es que se reconozca que la oposición venció al monstruo, que presionen para que se vaya, que en Caracas decir que te llevan al Helicoide signifique que vas a una gran superficie y no a un centro de tortura. Albares, ustedes son cómplices. Algún día deberán dar explicaciones ante la justicia. Otra cosita: a Maduro y a su banda criminal no los vamos a echar solo con palabras, manifiestos y discursos. Hay otros métodos. Veremos cómo y quién los emplea. Pero lo echaremos. No lo dude. ¡Viva Venezuela libre y viva la libertad, carajo!
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