El PP se lo ha vuelto a hacer a Ciudadanos. Y Fernández Mañueco se ha marcado un Ayuso en toda regla dejando a su vicepresidente, Francisco Igea, con la misma cara que se le quedó a Ignacio Aguado cuando se enteró por el grupo de wasap de que la presidenta madrileña disolvía y adelantaba elecciones. En esta ocasión ha sido un tuit, pero el resultado es el el mismo: el PP ha dejado a Ciudadanos descolocado, fuera del Gobierno y rumiando su desazón por los micrófonos. La vieja política vuelve a tumbar a la nueva.
Porque, como sucedió en Madrid, Igea acababa de dejar los micrófonos de Alsina descartando completamente un adelanto electoral: "Adelantar elecciones no sería de un hombre de bien". Cinco minutos después, le volvían a llamar, ya como exvicepresidente: no se había enterado ni de su destitución ni de la remodelación del Gobierno ni mucho menos del adelanto electoral. Igea reaccionaba ante los micrófonos como un boxeador sonado que se acaba de levantar de la lona.
Ciudadanos ha vuelto a pecar de inocente. Pese a que en septiembre, este medio ya anticipaba que el PP pensaba adelantar las elecciones en Castilla y León y Andalucía para aprovechar el rebufo del 'Ayusazo' del 4-M y para que ese castigo al PSOE y a Pedro Sánchez se reflejara también en otros territorios, los mandatarios naranjas seguían pensando que era imposible adelantar "y menos con la situación sanitaria actual".
En Gënova no se fían de Ciudadanos. La fallida moción de censura de Murcia hace un año va a servir de coartada para intentar tumbar a su socio naranja cuando la ocasión lo requiera. El plan lo llevan Teo García Egea y el hombre que pilota la opa del PP a los políticos naranjas en toda España, Fran Hervías.
Este, que fue el número tres de Ciudadanos y que controlaba todos los resortes naranjas por toda España, sabe por propia experiencia lo volátil de las voluntades de muchos cuadros de Ciudadanos y las ganas de muchos por seguir en política, ya sea en PP o en el PSOE, cuando el partido acabe disolviéndose como un azucarillo. Un futuro que ya fue realidad en Madrid el 4-M y que parece más cercano en todas las CCAA.
Y Génova, con Teo y Fran a la cabeza, no querían llegar al 11-M sin elecciones anticipadas porque no querían otros susto como el de Murcia y que el apoyo de algunos diputados de Cs al PSOE propiciaran una moción de censura que podía producirse a partir de esa fecha, cuando se cumplirá un año de la última intentona que pudieran abortar.
Cuentan algunas fuentes que este fin de semana se produjeron varias llamadas desde el PP hacia la alta dirección de Ciudadanos para que se le dieran garantías de que tenían controlados a todos los posibles diputados díscolos capaces de apoyar una moción a partir de esa fecha. Y que Génova no recibió una respuesta lo suficientemente contundente.
La excusa de Mañueco
Otras fuentes aseguran que en la planta séptima de Génova, donde aposentan sus reales Teo y Fran, ya tenían decidido el golpe de efecto. Y que las dificultades de Mañueco para sacar adelante los Presupuestos era la coartada perfecta. Se adelantarían elecciones. Eso sí, que el socio no se entere. Como en Madrid el 4-M. En esto, García Egea y Miguel Ángel Rodríguez piensan igual.
No sabemos lo que Mañueco piensa de su población, pero sí queda cada vez queda más claro lo que piensa el PP de Ciudadanos: cuando llegue el momento, serán sacrificados sin ningún miramiento
Y así fue como Mañueco se marcó esta mañana del lunes un Ayuso en toda regla y destituía casi en secreto a todos los consejeros de Ciudadanos y al vicepresidente Igea, sin reunión mediante. "¿Qué cojones piensas de tu población? Con el sistema tensionado y en plena ola...". Acertaba a decir el ya exvicepresidente. No sabemos lo que Mañueco piensa de su población, pero sí queda cada vez queda más claro lo que piensa el PP de Ciudadanos: cuando llegue el momento, serán sacrificados sin ningún miramiento.
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