Opinión

Algo huele a podrido en Melilla: Aberchán, compra de votos... y Marruecos

Algo huele a podrido en Melilla. Un hedor que, además, ya es conocido en las calles de la ciudad. ¿Quién está comprando los votos por correo para adulterar el resultado del 28-M? ¿A quién beneficia?

La compra del voto por correo en Melilla puede ser el escándalo electoral más grave de los últimos tiempos. La investigación policial y judicial –con retraso- no ha hecho más que empezar. Pero, en Melilla, todos tienen un pasado, y el de Mustafá Aberchán, el musulmán presidente de Coalición por Melilla, y el PSOE está marcado judicialmente por una sentencia que ya les condenó por la compra del voto por correo. Un precedente demasiado escandaloso.

Aberchán no ha podido presentarse a la presidencia de la Ciudad Autónoma porque fue condenado a dos años de cárcel y 30 meses de inhabilitación por la compra de votos por correo en 2008. En febrero de 2021, el Supremo hizo firme la condena –que el político pro marroquí había recurrido-. Aberchán, según el alto tribunal, cometió dos delitos continuados electorales y un tercero de falsedad.

La Fiscalía de Melilla le acusaba de ser cabecilla de la trama que en las elecciones generales de 2008 urdieron entre Coalición por Melilla y el PSOE para “captar votos de forma ilícita bajo la promesa de la obtención de un puesto de trabajo en los planes de empleo”. Otro de los principales implicados fue el exsecretario general socialista en Melilla, Dionisio Muñoz, condenado también. Aberchán, según la sentencia, “dirigía y supervisaba lo que se hacía en la sede de su formación, habiendo acudido en alguna ocasión a Correos para interesarse por la marcha del plan”.

Melilla, la historia se repite

Lo sucedido en 2008 y por lo que Aberchán fue condenado e inhabilitado se parece casi milimétricamente a lo que ha estado sucediendo estos días en Melilla: cinco asaltos a carteros para robar documentación de voto por correo; compras del voto por entre 50 y 200 euros, lo que disparó las colas para solicitar esa forma de sufragio hasta casi 10.000 personas… y la posibilidad de adulterar hasta 7 escaños en la Asamblea con esta fórmula y decidir el color del nuevo Gobierno el 29-M.

Las denuncias de Vox y PP y el foco puesto finalmente por la prensa en lo que estaba sucediendo en Melilla han obligado a la delegación del Gobierno a tomar cartas en el asunto y exigir -¿cómo es posible no haberse hecho antes?- el DNI para poder votar por correo. Aberchán acusa al PP y pide, oh sorpresa, retrasar las elecciones: él no puede ser candidato hasta agosto, cuando cumple sus 30 meses de inhabilitación.

Melilla vive desde 2018 con la frontera comercial con Marruecos cerrada. Mustafá Aberchán y su ‘Coalición por Melilla’ llevan desde abril presionando con marchas y caravanas para que España firme el nuevo tratado que permita abrir la aduana. Por supuesto, la formación de Aberchán culpa al Gobierno español del retraso y se posiciona claramente del lado de Marruecos.

Todo el caso de la compra de votos por correo ha estallado cuando las encuestas daban la mayoría absoluta al PP. Con un 46,5% de los votos y 13 de los 25 escaños de la Cámara, según Gad3. Coalición por Melilla se conformaría con la segunda posición, muy lejos del PP, con 6 escaños y el 21,8% de los votos. En tercer lugar, el PSOE con 4 escaños y el 17,1% del voto, y en cuarto lugar Vox con 2 escaños y un 8,4%. A Marruecos no le interesa un cambio de Gobierno en la ciudad autónoma, con la frontera comercial cerrada y con el presidente del Senado alauí anunciando que su país recuperará Melilla y Ceuta, “ciudades ocupadas”.

Rabat lleva desde hace años colocando sus peones en la política melillense, y Coalición por Melilla es un ejemplo. Aberchán, nacido y criado en el barrio melillense de Monte María Cristina, no accedió a la nacionalidad española hasta los 27 años, cuando en 1987 se regularizó a toda la población musulmana que, hasta entonces, solo tenían derecho a la “tarjeta estadística” y al pasaporte alauí. Ahora, siguen teniendo la ciudadanía marroquí porque, según la ley de aquel país, no se puede renunciar a ella.

Aberchán, educado en La Salle, obtuvo una beca de Marruecos y se formó como médico en la Universidad de Granada y Marruecos le obligó a volver a Melilla a practicar la medicina. En política, había militado en las Juventudes Socialistas, partido al cual pertenecían dos de sus hermanos. Cuando la facción musulmana se escindió del PSOE de Melilla, Aberchán fue elegido para presidir Coalición por Melilla, que obtuvo 4 escaños en las primeras elecciones autonómicas de 1995, solo un representante menos que el PSOE.

Aberchán, musulmán educado en la Salle, había militado en las Juventudes Socialistas. Cuando la facción musulmana se escindió del PSOE de Melilla, Aberchán fue elegido para presidir Coalición por Melilla

Y comenzó la tradición de Aberchán de pactar con cualquier ideología con tal de tocar poder: apoyó –junto al PSOE- en 1998 la moción de censura de un tránsfuga del PP, que fundó el Partido Independiente de Melilla, contra el gobernante PP.  Logró ser consejero de Medio Ambiente del nuevo gobierno melillense.

No paró ahí. En 1999, tras lograr en las elecciones la segunda posición detrás del GIL, recibió los votos de éste, del Partido Independiente de Melilla y de dos tránsfugas del PSOE que obviaron las directrices de Ferraz. Aberchán se convertía en el primer presidente musulmán de una autonomía española al frente, también, del primer Gobierno Frankenstein.  Duró solo un año…

En 2019, y mientras Aberchán recurría la condena por inhabilitación por la compra de votos de 2008, su Coalición por Melilla –que había quedado segunda-  y el PSOE daban su apoyo al único representante que consiguió Ciudadanos y le hizo presidente en detrimento del PP, que había ganado de largo las elecciones.

En esos comicios, nadie exigió el DNI en el voto por correo: hubo 4.210 sufragios por ese método. El jueves, con datos de Interior, 11.707 personas habían pedido el voto por correo en Melilla. Pero tras el escándalo, al mediodía de ayer solo habían presentado ese voto por Correo 921 personas, un 7,8% de las solicitudes. Si éstas se formularan todas -y se repitieran los datos de participación de 2019- podrían determinar el destino de un tercio de los 25 escaños de la Asamblea...

Algo, definitivamente, huele a podrido en Melilla y el Gobierno no puede permanecer impasible. Hay muchos intereses en juego y Rabat no es, ni mucho menos, ajeno. Afortunadamente, parece haberse llegado a tiempo.

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