A lo mejor alguno se apesadumbró porque pensaba que, con la salida del Gobierno de Irene Montero y sus pegamoides, la Moncloa perdía cierto salero. No es sencillo encontrar a un equipo humano con tanta personalidad como el del antiguo Ministerio de Igualdad, que lo mismo hablaba de "elles" y de "mujeres menstruantes" que definía a los consoladores como armas contra la dictadura del pene. Quien dedujera que los nuevos ministros iban a tener un perfil tecnocrático subestimaba a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz. Porque era evidente que buscarían a una nueva excéntrica para que se evidenciaran menos las propias carencias. Todo Gobierno infame recurre a este tipo de reclamos para concitar la atención de los menos perspicaces en ellos. Me incluyo.
Sira Rego parece que interpretará ese papel con eficacia. La temática de su ministerio ya avinagra el gesto. Infancia y Juventud. ¿Eso qué es? Podría llegar a pensarse que es una forma de situar el centro del debate sobre los componentes de una generación que vive acristalada, pero a la que le esperan tiempos complejos, en los que más le valdrá cubrirse con acero y defenderse con espada para afrontar los problemas del mundo que viene. Nada indica que así será. Porque al igual que ocurrió con los departamentos de Consumo, Igualdad o Derechos Sociales durante la anterior legislatura, el ministerio de Rego -militante comunista- servirá para hacer agitprop. Mientras se abona el terreno para la amnistía y la autodeterminación; mientras se reparte el chorro de millones de Europa de forma cuestionable y mientras se emite deuda como si la regalaran... se volverá a recurrir a la propaganda para intentar camuflar todo lo demás.
Podemos temer lo peor. Rego no es precisamente una política de perfil bajo. De hecho, ha expresado auténticas barbaridades a voz en grito, lo que ilustra sobre su descaro y sobre sus convicciones ideológicas. que son excesivas, como las de todas las personas simples. Sólo los necios se expresan con certezas inamovibles. El resto se permite dudar, especialmente si su pensamiento está muy condicionado por un -ismo. En el caso de la nueva ministra, es el comunismo. Que cada cual sea lo que quiera, pero que no intenten vestir con piel de cordero una ideología que desde el primer día que se aplicó ha sido destructiva.
Apoyo a Cuba
Todavía hay quien considera que el debate político español no está escorado hacia la izquierda, pero ese argumento se desmonta muy fácilmente cuando representantes públicos como Rego se permiten el lujo de apoyar la dictadura cubana sin que ni siquiera reciban una reprimenda pública. Sin ir más lejos, el 13 de julio de 2021, cuando las protestas pacíficas del país caribeño se reprimían con una inusitada violencia -denunciada por Human Right Watch en este informe-, la nueva ministra se descolgó con un mensaje de apoyo a Díaz Canel y de crítica al bloqueo de la isla impuesto por Estados Unidos.
Tal es su defensa del chiringuito socialista del sucesor de los Castro que llegó incluso a criticar el “paternalismo neocolonial” que sufre la isla; e incluso -ojo al dato- que las potencias que lo ejercen han demostrado cierto retraso tecnológico con respecto al Estado socialista caribeño, donde Fidel llegó a encabezar proyectos como el que pretendía mejorar genéticamente una vaca para que diera carne y leche; o el que pretendió exterminar la lombriz de los gallineros mediante radiación. La nueva ministra escribió hace unos años: "En Cuba en 2006 se retiraban todas las bombillas convencionales...aquí en Europa van a ver si lo consiguen en 2013...". Desde luego, hay mentes que ni con focos de varios cientos de vatios estarían bien iluminadas.
Una defensa similar realizó Rego de Venezuela. Incluso llegó a comparar a Chavez -el ideólogo del Helicoide- como “el libertador del siglo XXI". En 2013, a los pocos días de que muriera el caudillo engorilado, esta señora afirmó: “Estado comunal en Venezuela: la comuna como célula, al propiedad social como principio, el socialismo, como objetivo. Chavez no se va”. Un tiempo antes, sugirió que la democracia española era una estafa; y no así la caraqueña. Todavía hay más momentos en los que Rego ha demostrado su defensa a ultranza de los dictadores comunistas. De hecho, en el Parlamento Europeo se negó a apoyar una resolución de condena al traslado de 2.000 niños ucranianos a la tenebrosa Bielorrusia de Lukashenko, donde se les iba a re-educar para “rusificarlos”. Si hay una hoz y un martillo mediante, nada hay que objetar. Esta gente nos gobierna.
Las luces de Moncloa
Debería llamar a la reflexión el que personas de este perfil puedan llegar a manejar el dinero de los impuestos de los españoles para realizar propagada, la cual se utilizará para pastorear a los jóvenes hacia el terreno que le conviene a esta izquierda, que tanto empeño ha demostrado a lo largo de la historia en colonizar los hogares de los individuos para, a partir de ahí, determinar la forma en la que se deben comportar.
Si un Gobierno aspirara a que una sociedad promocionara ciudadanos libres e iguales, los educaría en la cultura del esfuerzo y en las prácticas que más cercanas de la virtud se hallen. Los comunistas nunca hablan de libertad, tan sólo de “protección” o de “sensibilización”, lo cual convierte al Estado en un padre severo que marca a los individuos el camino a seguir. El comunismo, que es un totalitarismo -que a nadie se le olvide- ha sido especialmente siniestro al imponer todo eso, pero, sobre todo, a la hora de reprimirlo. A partir de ahora, habrá una militante especialmente concienzuda al frente de esta cartera. Y aquí no pasa nada. La ha elegido Yolanda, que lleva la piel de cordero más falsa de toda la política mundial.
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