Solo hay una cosa más estúpida que presentar una moción de censura cuando no eres el jefe de la oposición, y esa cosa es... anunciarla. Hoy Santiago Abascal ha conseguido hacer ambas cosas al mismo tiempo y desde la tribuna del Congreso de los Diputados nada menos: Bravo, Santi.
Se lo voy a contar. Yo me he enterado de esta nueva boutade de Vox mientras estaba 'guasapeando' esta mañana con un diputado del PSOE que se hallaba en el pleno del Congreso. Su frase ha sido la siguiente. “Siempre sospeché que Abascal en realidad es militante socialista y que está afiliado a la agrupación de Tetuán”. Textual.
A lo que yo le contesté: “Deberíais ir encargando una estatua ecuestre a Abascal para colocarla en la recepción de vuestra sede de Ferraz, cada vez que estáis en problemas no pierde un solo minuto en salir en vuestro auxilio”.
Tiempo de ventaja
Miren, metodológicamente y si quieres que triunfen, las mociones de censura no se anuncian, se presentan, porque de otra forma (hablamos de las mociones de censura de verdad, no de esta charlotada) otorgan un tiempo valiosísimo al Gobierno, un tiempo que en las mociones de censura de verdad no dispone.
Claro que lo que ha anunciado Abascal que presentará no es una moción de censura, al menos no una moción de censura contra el Gobierno, sino en favor del Gobierno, y les voy a explicar las razones por las que considero firmemente que esto es así.
Para empezar, no hay nada menos patriótico que censurar al Gobierno en medio de una pandemia que ha dejado en nuestro país casi 50.000 muertos. Son cosas que simplemente no se hacen. No se hacen y punto.
En segundo lugar nada más estúpido que anunciarlo, como ya les he explicado
En tercer lugar, no hay nada más torpe que hacerlo siendo la tercera fuerza en el Congreso y con un programa electoral como el que Vox presentó a las pasadas elecciones, más parecido a la letra de un cantar de gesta medieval que a un proyecto político serio.
En cuarto lugar, lo más evidente, con un Gobierno en serios problemas como el del Sánchez-Iglesias, el único efecto que va a conseguir es cohesionar a los dos partidos de la coalición (y a sus votantes) otorgando al PSOE el oxígeno del que en estos momentos carece y apuntalando electoralmente a Podemos, que de pronto y tras caer estrepitosamente en las elecciones gallegas y vascas, dispone de una plataforma política desde la que encandilar de nuevo a sus votantes desencantados gracias al “que viene Abascal”.
Estatua de Colón
Y entonces, si no es contra el Gobierno, a quien va a favorecer, y no es contra Podemos, a quien va a reforzar… ¿Contra quién va esta moción de censura?
Pues es más que evidente, querido lector, estamos ante la primera moción de censura de la historia concebida en favor del Gobierno y en contra del líder de la oposición, Pablo Casado, a quien con esta maniobra bastarda y cínica pretenden poner entre la España y la pared. Entre una nueva foto de Colón y arriesgarse a ser catalogado como la “derechita cobarde”.
Lo que sucede, y ese es el error de cálculo de Abascal, es que ya no estamos en 2018, que en este país han pasado muchas cosas, y que si Pablo Casado juega bien sus cartas puede ser el ganador del debate de la moción de cesura, hundiendo definitivamente al que ya es el gran aliado de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que no es otro que Santiago Abascal.
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