Con el alud de comentarios, análisis y certificados de defunción -de Pablo Casado- prematuros, resulta que el dato más importante de las elecciones generales está pasando desapercibido: en los próximos cuatro años, o lo que dure la legislatura, no habrá moción de censura como la que desalojó de La Moncloa a Mariano Rajoy para entregársela a Pedro Sánchez. No dan los números.
PP, Ciudadanos y Vox suman 147 diputados, y solo PSOE y Podemos juntan 165. Punto final. Semejante garantía de estabilidad explica todo lo que está ocurriendo en España desde el domingo 28 de abril; en particular, la estrategia del líder socialista, empeñado en dormir el partido para llevarlo a su terreno, que es gobernar "en solitario" y sin Pablo Iglesias sentado codo con codo en su Consejo de Ministros.
La estrategia del líder socialista es dormir el partido para llevarlo a su terreno, gobernar 'en solitario' y sin Pablo Iglesias sentado codo con codo en su Consejo de Ministros.
Nadie ve a ERC, PDeCAT, PNV o Bildu aupando a Casado -menos a Albert Rivera- a La Moncloa, y si Iglesias se planteara desestabilizar a Sánchez negándose a investirle para forzar la repetición de elecciones en otoño, pagaría un alto precio en las urnas. Ya debería saber que 42 diputados y cero senadores no es el suelo de la formación morada. Que se lo pregunte a Julio Anguita, Gaspar Llamazares o a Cayo Lara.
'Ningunear' a Rivera
En el PSOE aseguran que nada de negociar hasta después de las elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo; que en Ferraz se sospecha de una mejoría del cadáver Casado gracias a una menor participación de la izquierda que en el 28A y al reflujo de votos de Vox hacia el PP; y si eso ocurre, para reeditar mayorías en algunos gobiernos autonómicos y ayuntamientos los socialistas van a sudar tinta. Solo podrán tirar de Rivera, no de un Podemos a la baja.
De momento, el presidente en funciones ha citado este lunes a Casado, con el objetivo indisimulado de darle los titulares del día. Pudo haber convocado a Rivera esa misma tarde, pero no; lo ha hecho el martes, a unas horas de verse las caras con Iglesias, que es quien se llevará los titulares sobre el "gobierno (o no) de coalición" que reclama con insistencia... "Todavía hay clases", debe pensar un Sánchez, empeñado en bajarle los humos al de Ciudadanos.
Sánchez tendrá cuatro años por delante para doctorarse en eso de la 'geometría variable' que inventó Rodríguez Zapatero: presupuestos y política social con Podemos; derechos cívicos con Ciudadanos
Solventada la investidura, tendrá cuatro años por delante para doctorarse en eso de la "geometría variable" que inventó su antecesor José Luis Rodríguez Zapatero; presupuestos y política social con Podemos, Derechos cívicos -eutanasia, etc- sumando a Ciudadanos. ¿Y con el PP?... Nada y menos. Que Casado no recibe, preocupado como debe estar por empezar a reconstruir el centro derecha que fundó José María Aznar en 1989 y el domingo 28 de abril, 30 años después, estalló en tres pedazos.
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