Dos asuntos de calado político son los más determinantes en el momento que Susana Díaz elija para ‘pensar’ en la convocatoria de elecciones, si no lo ha hecho ya. Por un lado, la sentencia de la pieza política del Caso Eres y por otro lo sucedido en la FAFFE y, en este espinoso y pringoso tema, la desconcertante cuestión que nadie aclara: cuántos de aquella docena de puteros que se gastaron el dinero público mediante tarjeta de crédito de la Faffe aún permanecen incrustados en el ejecutivo de Susana Díaz. Esas dos motivaciones son, a día de hoy, las que más deben preocupar a la dirigente socialista andaluza, ya que ella no puede controlar lo que vaya a pasar en ambas situaciones, una activada y otra por activar.
A vueltas de septiembre Ciudadanos ya ha anunciado guerra a sus socios de amor y compaña y su apoyo a una comisión de investigación parlamentaria sobre el Caso FAFFE, lo que significaría entrar en una dinámica política tremendamente peligrosa para Susana y su partido. Entre otras poderosas razones, porque difícilmente puede hacernos creer la Sra. Díaz que ella no supiese –o no sepa a día de hoy– qué ha ocurrido con la maldita fundación que ahora se revuelve contra ella como un fantasma del pasado inmediato, uno más, herencia de sus “mayores”, como ella llama a los del banquillo. Una fundación en cuya dirección pusieron a un hombre de absoluta confianza del partido miembro de la dirección regional y que, entre otros destinos, ha sido miembro del Comité Ejecutivo de la Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla y Jerez o consejero de Inversiones Inmobiliarias Cajasol y de la Corporación Empresarial Cajasol, la fusionada resultante. Todo durante una época de grandes pelotazos en el sector inmobiliario sevillano. Su nombre, Fernando Villén Rueda, de cuyos destinos dan buena cuenta los ceses y nombramientos en el Registro Mercantil.
Ni decente ni edificante
Pero en realidad, si se abre una comisión en el Parlamento por el manejo de la FAFFE, vamos a asistir a la reproducción de un documental, ni decente ni edificante, de cómo el PSOE creó este organismo externo a la Junta, con el pretexto de la lucha contra el paro, para situar realmente a esposas, amigos y parientes de poderosos y destacados cuadros del socialismo sureño.
Mientras que una instrucción judicial tiene sus tiempos tasados y sustentados en el código que administra un juez, en la vida parlamentaria se suele buscar más el titular-denuncia que la propia verdad. No obstante, con lo poco que ha trascendido sobre lo ocurrido en esa fundación, es fácil predecir que sería uno de los altavoces más devastadores para el PSOE-A a la vista de lo que se pregunte, pero sobre todo ante las posibles respuestas de los comparecientes que serían llamados.
Ciudadanos ya ha anunciado guerra a sus socios de amor y compaña y su apoyo a una comisión de investigación parlamentaria sobre el ‘Caso FAFFE’
En el PSOE hay quienes piensan que Susana tiene que saber mejor que nadie cuales son los puntos por los que puede hacer aguas la nave de la Fundación FAFFE en ese amenazante envite parlamentario. Es más, es hasta muy posible que conozca el dato de cuántos, de la docena de puteros de la tarjeta y los 15.000 euros gastados en el puticlub Don Ángelo, aún están aún bajo su mando político en la Junta “o en el partido”. Permitir una comisión como la que parece dispuesta a apoyar toda la oposición –que son mayoría– es exponerse a emborronar la agenda de inauguraciones que desde hace semanas la presidenta protagoniza día sí día también con las cámaras de Canal Sur TV siguiendo la comitiva. A los hechos políticamente punibles que puedan aparecer y la documentación que reúna el Parlamento, habrá de añadirse la larga lista de medios esperando en la puerta la carnaza del titular del día. Y por una comisión de esas características pasarán los más destacados dirigentes y funcionarios afectados por decisiones a investigar, casi todos del PSOE.
La sentencia de los Ere, ¿antes de primavera?
Puesta en marcha una indagación parlamentaria, y todo lo que eso conlleva, queda otro factor descontrolado para la presidenta, como es la sentencia que dicte el tribunal de la Audiencia por la conocida como “pieza política de los Eres”. La misma donde se sientan Chaves, Griñán y una ristra de procesados, la mayoría iconos provinciales del socialismo andaluz de los últimos treinta años. La opinión de algunos juristas personados en la causa es que no es previsible que antes de marzo pueda estar terminada la redacción de la sentencia, pero también los hay quienes creen que quizás pudiese ser conocida antes incluso, en fechas delicadas para los intereses electorales del PSOE, algo que fue lo habitual durante la instrucción de esta causa por la Sra. Alaya.
Los socialistas saben que van a salir muy tocados y malparados con la primera sentencia de los Eres. Temen reacciones como con el caso Gürtel contra el PP, cuando la actualidad regurgite nuevamente pelos y señales de la trama. Aunque los ex presidentes de la Junta quedasen absueltos, es tan nutrida la representación entre los procesados de décadas de gobiernos socialistas en Andalucía que, sentencien los jueces lo que sentencien, será una condena imputada al PSOE andaluz bajo cuya dirección política se cometieron las cosas que se están juzgando y recibirán sentencia.
También preocupa a los socialistas andaluces, y mucho, el sesgo que el Gobierno de Pedro Sánchez aplique a lo que está sucediendo en Cataluña
Estos dos acontecimientos están obligatoriamente sobre la mesa de la Sra. Díaz, con capacidad de maniobra bastante limitada, por no decir nula, en ambos casos. Dos elementos de calado a considerar a favor de un adelanto electoral. También se debe valorar que Susana Díaz no desea que se celebren elecciones conjuntas, generales y autonómicas, que Sánchez podría situar al arranque de primavera, un motivo más para distanciarse de la fecha formal en que caduca la legislatura andaluza. No sería pues ninguna barbaridad que, en base a todo esto, la presidenta se viese obligada a adelantar la consulta para octubre/noviembre, tal y como se viene rumoreando.
La determinante cuestión catalana
Preocupa también entre los socialistas andaluces el sesgo que el gobierno socialista de Sánchez aplique a lo que está sucediendo en Cataluña, máxime con las jornadas de aniversarios que se avecinan y el aumento de la temperatura callejera. Consideran, en base a lo que manifiestan las encuestas de consumo propio, que en Andalucía no es nada rentable una posición ambigua respecto a la cuestión catalana y en este aspecto el electorado socialista mayoritariamente respalda la posición ‘españolista’ de Susana Díaz. Esto quiere decir que desde el Palacio de San Telmo se sigue en silencio, pero muy de cerca, todo lo que sucede entre Moncloa y la plaza de San Jaime de Barcelona, y no es para menos, en juego pueden estar miles de votos para Susana Díaz y el PSOE-A, por no hablar de esa moneda histórica de trueque político llamada “financiación autonómica”.
Por si fuera poco, Ciudadanos le acaba de dar otro argumento a Susana para adelantar elecciones al anunciar que no votarán los presupuestos de 2019 salvo que el PSOE de avenga a unas reformas pactadas hace tres años largos, en el arranque de legislatura, y que Cs nunca fue capaz de hacer cumplir. Ha sido su primera inocentada política y se les nota.
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