La desobediencia del Govern de la Generalitat a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ordena impartir en castellano al menos un 25% de las horas lectivas en todos los centros educativos de Cataluña, ha rebasado ayer el plazo de aplicación fijado a solicitud de la Asamblea por una Escuela Bilingüe a los magistrados para que se aplicara el fallo de manera forzosa, tras conocerse la decisión de la Generalitat de ignorar el mandato judicial negándose a modificar una tilde del modelo de inmersión lingüística encausado. La desobediencia se ha enmascarado mediante un decreto que rechaza fijar cualquier cuota en esa lengua. Semejante proceder emplaza al Gobierno Sánchez de quien nada cabe esperar, habida cuenta del estado de necesidad en que se encuentra porque sin los escaños indepes perdería viabilidad.
Otro actor de la sociedad civil Impulso Ciudadano, que se ha personado en el proceso de participación instado desde la Generalitat bajo el nombre de Pacte Nacional per la Llengua, ha dado la réplica al documento Un marc sociolingüistic igualitari per a llengua catalana entre cuyas conclusiones destacan:
1.- que ni el Pacte ni el documento que lo apoya pueden ser base para consenso alguno sobre la regulación de las lengas en Cataluña
2.- que el catalán no es patrimonio de los nacionalistas catalanes ni de las instituciones catalanas sino de todos los hablantes de esa lengua
3.- que utilizar la lengua como herramienta de un proyecto nacionalista para modificar los hábitos lingüísticos de los ciudadanos es indigno
4.- que la convivencia entre catalán, aranés y castellano se basa en el uso normal por las administraciones, en la enseñanza y en los medios.
5.- que la convivencia lingüística en la Universidad radica en que cada miembro de la comunidad pueda hacer uso de cualquiera de las lenguas
6.- que debe ponerse fin a la injerencia de las instituciones catalanas en la regulación lingüística de otras Comunidades Autónomas
7.- que en Cataluña como sociedad bilingüe debe favorecerse el conocimiento de las lenguas cooficiales sin políticas de promoción del uso
Segregación racial
En contraste con el silencio que guarda el presidente Sánchez, léase el discurso del presidente John F. Kennedy donde justificaba el uso de las fuerzas federales en el estado Mississipi de ante la desobediencia del gobernador, Ross Barnett, a una sentencia del Tribunal Supremo donde se había declarado inconstitucional la segregación racial. Estas fueron sus palabras:
«Los estadounidenses son libres de estar en desacuerdo con la ley, pero no de desobedecerla. Pues en un gobierno de leyes y no de hombres, ningún hombre, por muy prominente o poderoso que sea, y ninguna turba por más rebelde o turbulenta que sea, tiene derecho a desafiar a un tribunal de justicia».
«Si este país llegara al punto en que cualquier hombre o grupo de hombres por la fuerza o la amenaza de la fuerza pudiera desafiar largamente los mandamientos de nuestra corte y nuestra Constitución, entonces ninguna ley estaría libre de duda, ningún juez estaría seguro de su mandato, y ningún ciudadano estaría a salvo de sus vecinos”.
Y quede claro que la desobediencia que se niega a los violentos tampoco es aceptable cuando la practican los pacíficos. Continuará.
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