Seguramente algunos esperáis que yo escriba aquí hoy comentando la posible moción de censura, el atropello por parte del gobierno de Sánchez a nuestro sistema judicial… Pero es que ya no puedo más.
He intentado ver todo lo que nos acontece con perspectiva, objetividad y cierta coherencia. Quizá con el vano ideal de hacer entrar a alguien en razón o solamente reflexionar un poco, a través de la lectura. Y sé que debería estar preocupada por los últimos acontecimientos, pero señores, me ha dado la risa floja y ya no puedo darle sensatez a nada.
Leo una noticia: “Un dron es convertido en un lanzallamas volador en China, en una feroz campaña para erradicar más de cien nidos de avispas”. Se acompaña con un vídeo donde se ve, efectivamente, un dron quemando un nido de avispas enorme, que más que nido eso ya era un castillo, donde las avispas podrían invitar a los osos panda a cenar bambú. Una noticia aparentemente sin polémica. Pues no, la gente tiene algo que decir y opinar de absolutamente todo. Aunque parezca increíble, cientos y cientos de personas se han ofendido ante estos acontecimientos y defienden a las avispas. Después de leer cosas como “las avispas son más necesarias que las abejas para polinizar”, “se empieza matando avispas y se termina acabando con el mundo”, “¿por qué se cree China que puede hacer lo que quiera y matar a unos indefensos animalitos de la creación de Dios?” y otros muchos comentarios no tan amables y mucho más violentos, llego a la conclusión de que todas estas maravillosas personas, si se encontraran un nido de avispas en su casa, le darían cabezas de gambas a sus avispas para que se alimenten bien, no vaya a ser que pasen hambre.
Una inmensa y desproporcionada cantidad de personas cree que es importante dedicar su tiempo a insultar y quejarse de quien se preocupa por exterminar la plaga y mantener a la población a salvo
Tienes una plaga de insectos venenosos, a los que mucha gente es alérgica y que con una única picadura puede morir, pero una inmensa y desproporcionada cantidad de personas cree que es importante dedicar su tiempo a insultar y quejarse de quien se preocupa por exterminar la plaga y mantener a la población a salvo. ¿A esas personas les voy yo a hablar de sensatez o de coherencia? ¿Pero qué le pasa a la gente y por qué tiene ese empeño en no querer ver que lo malo es malo?
Si esto os parece una broma, podemos comentar el golpe de Estado de Perú. Dice el abogado defensor de Pedro del Castillo que le habían echado algo en el agua, porque tras beber un sorbo se sintió mareado, le dieron un papel y él no se acuerda ni de lo que leyó. Es la versión política de “me echaron droga en el Cola Cao” o “mami, no he bebido, es que la pizza que comí me ha sentado mal”. Me parece una defensa muy sólida para una persona que se enfrenta a veinte años de prisión. Casi tan sólida como “seño, es que se me ha comido los deberes el perro”. Y lo digo de verdad, porque no sé qué otra defensa te puedes sacar de la manga tras cometer un delito de esa magnitud, delante de las cámaras, cuando ya te ha visto el mundo entero. Aquí mi risa floja se fue desatando y cuando empecé a leer opiniones, ya fue un sin parar. Que igual soy una irrespetuosa y debería tomarme en serio a todas esas personas que siguen defendiendo avispas y “exigen” la liberación inmediata de este señor porque “es obvio” que le han tendido una trampa, pero que me perdonen, yo es que me tengo que reír, es que es lo que me sale. Ni siquiera voy a hacer el intento de razonar con esta gente. A mí lo que me pide el cuerpo es acompañar sus teorías conspiranoicas con ese clip de “Marte y Trece” en el que Josema Yuste, vestido de sacerdote, repite sin parar “¡ella no quería, oiga, ella no quería!”.
Como tampoco quería la señora Kirchner, condenada a seis años por corrupción. Pero que esté tranquila, que Yolanda Díaz va a ir a visitarla, a gastos pagados por todos los españoles, y todo Podemos le sigue dando mucho apoyo y cariñito. No sé cómo hace esta gente para defender siempre a las avispas, perdón, quería decir para apoyar siempre a personas que son condenadas por cometer delitos, pero a las que no se puede llamar delincuentes, porque lo que pasa es que todo es culpa de una “mafia judicial”. Para que nos entendamos, es la excusa siguiente a cuando la del perro que se comió los deberes no coló: “mami, es que la seño me tiene manía”.
Hace unos meses, en plena pandemia y bajo dos decretos inconstitucionales, decían que "es momento de estar unidos, no de atacar", sin embargo, atacaban al único partido que propuso la moción
Así que para qué os voy a hablar yo de la gravedad que implica que un gobierno pueda poner a los jueces que le da la gana, donde le conviene. Que un presidente tenga como prioridad, en plena crisis económica, reducir o incluso eliminar las penas por los delitos de sedición y malversación, delito este último que le parecía tan grave antes como para acusar al anterior gobierno de ello y proponer una moción de censura. Ahora que gobierna él con sus amigos, lo importante es que nada de esto esté penado, no vaya a ser...
Qué os voy a decir de unos partidos que hablan hoy de moción de censura, pero que hace unos meses, en plena pandemia y bajo dos decretos inconstitucionales, decían que “es momento de estar unidos, no de atacar”, sin embargo, atacaban al único partido que propuso la moción. Qué decir de un señor de la oposición que habla no sé qué de quejarse a Europa, porque supongo que pretende que Europa nos resuelva la papeleta a todos, ya que ellos deben estar ahí de adorno.
Así que perdonadme que no comente con detalle la situación económica, política y social actual, que no os haga un esquema con dibujitos para explicar que si te pica una avispa es malo, te va a doler y que tener todo lleno de avispas no es bueno. Yo ya no entiendo nada y esto no hay cabeza amueblada capaz de entenderlo. Por mí, seguid defendiendo a las avispas y que sea lo que tenga que ser. Me pilláis ya desganada para alterarme con tanta insensatez.
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