Opinión

Nochebuena con un liberado sindical

Conforme aparecen las urnas, los sindicalistas empiezan a desperezarse para condicionar el resultado de las elecciones

Los clásicos nunca fallan. Hay hechos que se repiten y a todos nos gusta jugar sobre seguro. El cerebro agradece que cada 22 de diciembre se celebre el sorteo de la lotería y el soniquete cantarín de los niños de San Ildefonso. El 24 de diciembre se llega a la cena antes de las nueve para ver en familia el discurso del Rey y ya luego se sienta la gente en la mesa frente al langostino. Algunos irán luego a la Misa del gallo, otros jugarán a las cartas y los más se adormecerán frente al televisor.

Hay quienes, sin embargo, afrontan un guion algo más torturado. Son aquellos que tengan que compartir mantel con un familiar liberado sindical porque, al estar liberado, es obvio que se presenta con las manos vacías y se mostrará remiso a la hora de recoger la mesa. Único esfuerzo será a la hora de atacar el marisco, momento en el que demostrará su habilidad y experiencia con las cáscaras y las patas.

En esta liturgia se corre el riesgo de que intente monopolizar la conversación, explayándose en comentar lo cansado que está ha sido un curso muy duro. Especialmente si nuestro invitado milita en algún sindicato médico o sanitario, que son los que vuelven como el turrón cuando se acercan las elecciones. ¡Qué cansado es cobrar sin trabajar! ¡Es agotador dedicarse a sindicar!

En el fragor de los manteles seguramente le preguntarán: «Paco, ¿alguna vez vas por el ambulatorio o solo de-ambulas por cafeterías y tascas y restoranes?». Entonces el liberado relatará sin duda la heroicidad de los sindicatos madrileños que se encerraron en la Consejería de Sanidad y que hasta abril tienen previsto seguir con la huelga.

No es divertido que piensen que los madrileños son los «tontos de la pandereta» y decidan suspender la huelga hasta que hayan pasado las fiestas de Navidad, como así acaban de hacer. No es porque al sindicalista le haya dado por ponerse a trabajar , qué horror, detente Satanás. Ni porque hayan decidido que vetar el acceso de la gente a la atención médica carezca de sentido. Además de holgazán, nuestro familiar liberado es listo como una ardilla y no quiere que los médicos de cabecera, sus compañeros, se queden sin los obsequios que los pacientes les llevan cada año por estas fechas. También porque perderían los días de vacaciones.

A uno le puede llamar el traumatólogo si te duele la espalda o el coxis y le tienes que explicar por teléfono los síntomas para que te receten algo

Se preocupan por los madrileños. Han desempolvado la pancarta y los eslóganes porque si el Partido Popular gana de nuevo las elecciones y vuelve a gobernar, van a ocurrir varias cosas horripilantes: se va a privatizar, a desmantelar o a laminar la sanidad pública, nos vamos a quedar sin médico de familia, cerrarán los 265 centros de salud, 162 consultorios médicos y 38 hospitales públicos.

Están en huelga los médicos de Atención Primaria de Madrid y también los de secundaria. A uno le puede llamar el traumatólogo si te duele la espalda o el coxis y le tienes que explicar por teléfono los síntomas para que te receten algo. Mejor aún, o llamar al urólogo para explicar las dificultades en el momento de hacer pipí. Agárrame esa mosca por el rabo, con perdón. El centro de especialidades está vacío.

Con la huelga eterna de los médicos en Madrid habrá que recordar que Pedro Sánchez ha destinado la importante cantidad de cero euros a la Atención Primaria de los 1,069 millones que se va a gastar en revitalizar la sanidad. Lo importante es que estemos guapos y sanos. Por eso, el Gobierno invierte tres millones en campañas contra el tabaco, otros tres contra el alcoholismo y 19,2 millones para que tengamos hábitos de vida saludables.

Conforme aparecen las urnas, los liberados sindicalesempiezan a desperezarse para condicionar el resultado de las elecciones

Con la huelga eterna de los médicos en Madrid habrá que recordar que Pedro Sánchez ha destinado la importante cantidad de cero euros a la Atención Primaria

Madrid no puede competir con lo que el PSOE y Emiliano García-Page ofrecen a los castellano-manchegos. Su liberado sindical les contará que hasta llevan a los enfermos oncológicos de tour por la región. Una prueba es en Toledo, otra en Ciudad Real, alguna visita al Hospital de Albacete y el tratamiento cerca de casa en el hospital de Guadalajara. Todo un detalle. Para estar a la altura del liberado sindical hay un dato definitivo. En Madrid operan a los enfermos sin tiempo para pensárselo. La media de espera en quirófano es 65 días, mientras que en Castilla-La Mancha les dan hasta 111 días por si, en el mientras tanto, se echan atrás.

A este señorito liberado no es preciso recordarle que su sueldo proviene del erario público, es decir, del contribuyente -porque los sindicatos viven del presupuesto- y que su aportación a la sociedad se antoja anecdótica y hasta prescindible. Ahora que se acercan las urnas es cuando los sindicalistas free aprietan el acelerador para enlodar el resultado de las urnas. Todos nos convertimos, de repente, en sus rehenes. «Mira, un liberado sindical trabajando. Corre, pide un deseo».

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