Opinión

Nogueras y los argonautas

Parque del Retiro. Madrid. Madrugada del lunes 29.

Silencio urbano (claxons ocasionales) y luna de hombrelobo.

Un par de motivados del poliamor retozan en la orilla del estanque:

- ¿Qué género quieres tener tú hoy,

Parque del Retiro. Madrid. Madrugada del lunes 29.

Silencio urbano (claxons ocasionales) y luna de hombrelobo.

Un par de motivados del poliamor retozan en la orilla del estanque:

- ¿Qué género quieres tener tú hoy, Cari?

-Ufff… qué pereza… elige tú, anda…

De pronto, aparece en el cielo una bola de fuego a toda caña en plan cometa vertiginoso, y se estampa contra el agua, provocando una onda de expansión acuática brutal que ducha a la pareja y la deja pelín deslucida.

-Bah, pasando… Volvemos mañana si eso -dice uno levantándose.

En el centro de control de la Fachosfera reciben un SOS:

-Aquí Tribunolo XIII. ¿Se nos escucha? Jjjjsssshhhrrrr…

-Sí. Les recibimos. Cambio.

-Hemos amerizado… Jjjjrrrssshhh … en el Retiro. Cambio.

-Vamos a recibirles. Cambio y corto.

La nave está, desde la investidura de Jisperson, orbitando en la Fachosfera, y tripulada por jueces que ejercen una doble labor: defender el Estado de Derecho, que peligra con la amnistía, y defenderse a sí mismos de las acusaciones de lawfare que realiza la chachosfera progre.

La comitiva de recepción se activa rápido, a pesar de la nocturnidad.

Muchísimos madrileños se desempiltran y acuden a recibir al Tribunolo XIII con un ardor nivel fans de Taylor Swift. Otros se quedan en casa viendo el evento en sus dispositivos, mientras beben café en tazas con el rostro de los recibidos y sus nombres: Manuel y Joaquín. Todo merchandising es poco.

Las autoridades locales esperan con solemnidad a que los argonautas emerjan del módulo de supervivencia y cuando lo hacen proceden a condecorarles con la medalla al Mérito Democrático

En el Retiro, se oyen gritos tipo “¡Viva la madre que os parió!” y pancartas que rezan “García-Castellón presidente”, mientras tres operarios despliegan una alfombra roja, colocan con sufrimiento lumbar un banderón de España y un joven con legañas pincha trozos del Parsifal de Wagner para emoción musical de cuatro entendidos allí presentes. Las autoridades locales esperan con solemnidad a que los argonautas emerjan del módulo de supervivencia y cuando lo hacen proceden a condecorarles con la medalla al Mérito Democrático. Un niño tira del pantalón de su padre y mirando hacia arriba le dice con cara de revelación vital: “papá, yo de mayor ya no quiero ser Fernando Alonso. Ahora quiero ser juez”.

Y es que, gracias a García-Castellón y a Aguirre, que prorrogaron este lunes sendos procedimientos judiciales que hacían todavía más (si cabe) inamnistiable la movida del Procés, lo que este martes tenía visos de ser un paseíllo parlamentario para Jisperson, devino en fachoputada. El primero (Caso Tsunami) señala que las lesiones y secuelas de las víctimas de dicha organización están en el extrarradio de los derechos humanos y el segundo (caso Volhov) sospecha que Putin veía en los secesionistas un poni de Troya para hacer pupita democrática a la Banda del ídem y que Junts no hacía ascos al plan.

Martes 30. Aeropuerto de Madrid.

Nuestros ya conocidos Antonella (presentadora: curvas de la Loren, melena de la Carrà) y Giorgio (el cámara: escuálido y con perilla) aterrizan en Barajas y, tras esquivar varios inmigrantes ilegales y algún antidisturbios, cogen un taxi y tiran para el Congreso. Ahora trabajan en el programa Attivisti per il Mondo. Recién llegados de cubrir el ataque a la Gioconda, vienen aquí por la protesta de activistas del lawfare.

Se bajan del taxi y ella comenta, flipando con lo rimbombante de la ubicación:

-Quanto bene sono organizzate le proteste qui!

-Molto bene -dice él, desenfundando la cámara.

Ya dentro del hemiciclo, se encuentran la siguiente escena:

Varios diputados del zurderío patrio vestidos con camisetas donde pone “Jueces al hoyo y Puigdemont al bollo” lanzan con fuerza litros de salsa de calçots sobre los retratos de los dos jueces anteriormente nombrados y del juez Marchena, que están sobre tres caballetes en medio de la sala. Aquello, por el salvajismo de las líquidas embestidas, termina con los caballetes tirados en el suelo, los diputados activistas pisoteándolos con tribal saña, Miriamdolarbeibi (Nogueras) berreando “¡prevaricadors de merda!” y Junqueras mojando pan y diciendo “Mmmmmm…”.

La escena es observada por gente del Soe con cara de estar reprimiendo adhesiones, gente de la Fachosfera sin reprimir rechazos, y Francinarmengol, desde el sillón de Presidencia, diciendo con voz afectada y nasal a los del paintball salsero:

-Señorías, están en su casa. Protesten tranquilos. Cuando terminen me avisan y saco unos chupitos.

Tarde del martes.

Tras la amnistía interruptus, Jisperson regresa en coche oficial a Moncloa cabreadillo pero dispuesto a “hacer de la fachoputada virtud”. Piensa que bueno, que igual como delator de activistas del lawfare y temporal dique de contención tanto del tsunami de exigencias de Junts, como de su propia querencia a complacerles, lo tiene más fácil en Galicia y en la UE.

Manda un guasap a su equipo de comunicación:

-Hablad con el pintor del cartel ese. Que me haga uno de penitente salvador de la democracia, y también rezumando nueva masculinidad, que vende.

Y se ve y se mola.

Doce según unos medios y 25 según otros, fueron las veces que los socios de Jisperson atacaron a los jueces en el Congreso, con nombres propios y apellidos como “opresor”, “corrupto” y “franquista”. Y todas esas veces Francinarmengol renunció a salvaguardar la honra parlamentaria, actuando con “aquiescencia y mutismo”, como dijo parte del CGPJ.

Tras el NO de los guerreros de Puigdemovich a una amnistía insuficientemente “integral” como para permitirles esquivar trullo, Bolaños puchereó ante las cámaras, y mostró su "rechazo absoluto" al bullying a jueces, importándole un bledo el ridículo que hacía delante de una España testigo de que ministros del goaverno (Ribera, Puente), y su portavoz (Esther Peña dijo "Cada vez que el Ejecutivo mueve ficha, un juez mueve ficha") ejercen también de activistas del lawfare y de que El País publicara ese día en portada que “El PSOE ve `injerencias´ judiciales en la amnistía”.

Hoy toca dar las gracias a estos héroes que son para la democracia española los jueces que destapan la inconstitucionalidad de la amnistía

Ese mismo Soe que sacaba pecho por los jueces, quiere usurpar sus funciones irguiéndose en sexador de terrorismos, al decretar Jisperson que el independentismo “no lo es”; y ha creado una loferiana red de Galindos, Pumpidos y Garciaortices, para sacar adelante una ley que menosprecia al poder judicial (“devolverá a la política lo que nunca debió salir de ella”), pero asegura que la nave gubernamental no se quede sin el oxígeno parlamentario que suponen siete votos.

Hoy para terminar, dar las gracias a estos héroes que son para la democracia española los jueces que destapan la inconstitucionalidad de la amnistía. Están a caballo metafórico entre los protagonistas de gestas de retornos espaciales y los supervivientes a aviones que se piñan y a posteriores avalanchas andinas; por lo extremo del reto al que se enfrentan y por la soledad que los acompaña.

Para ellos, tal como tituló su libro de memorias Gene Kranz, el director de vuelo de la misión Apolo XIII, “el fracaso no es una opción”; y así debe ser para todos los que queremos que España recupere la dignidad política que el goaverno le ha arrebatado en pro de okupar el poder.

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