Opinión

Nunca se fíen de los Titos en calzones

El silencio de la pandi de Irene sobre el escándalo Berni se torna estruendoso en vísperas del 8-M ¿Hay alguna feminista en la sala?

Uno no imagina que un titular de prensa pueda evocar la imagen de Jesús Gil en el jacuzzi rodeado de señoritas hablando por teléfono. O, para mayor desgracia, la de aquel Luis Roldán tapado con un flotador con forma de cocodrilo verde. Y resulta que el socialismo español lo ha conseguido.

Tito Berni es Juan Bernardo Fuentes, diputado del PSOE por Canarias hasta hace dos semanas, y protagonista del caso Mediador. Su trabajo consistía en el clásico «político favorece a un empresario, mediante contrato o amaño de concurso, a cambio de una suma de dinero». ¿Fácil? Pues no, porque les han pillado con carrito de los helados. Más que un carrito, parece una un descomunal carromato tirado por una recua de bueyes algo apestosos.

Ágapes en los que participaban también otros diputados socialistas, según confesión de Patxiquémásdá, jefe de la bancada del PSOE, y cuyos nombres y filiación está apunto de desvelarse

Tito Berni organizó, como es bien sabido por la declaración del 'mediador', una larga serie de reuniones de trabajo con empresarios en los despachos del Grupo Socialista en las plantas 3ª (y 3ª+) del Congreso de los Diputados. Es decir, que los presuntos delitos se han cometido en la sede del Poder Legislativo sin que, hasta ahora, nadie se haya enterado o, al menos, haya pestañeado. Eh, doña Meritxel, ¿algo que comentar? Tengamos en cuenta que entrar y moverse por el Congreso no es sencillo: hay que trabajar allí, ir de visita cultural o haber sido invitado, y ha de pasar luego una serie de trámites que, en este caso, el habilidoso Berni solventaba.. Una vez apañado el chanchullo, el Tito diputadísimo y los empresarios provincianos se acercaban a algunos figones de lo mejorcito de Madrid. Ágapes en los que participaban también otros diputados socialistas, según confesión de Patxi López, jefe de la bancada del PSOE, y cuyos nombres y filiación está apunto de desvelarse. Cenar no es delito, cierto. Lo malo son los acompañantes del plato principal. Como en toda trama socialista que se precie, remataban la faena con un muy especial caterin, de acuerdo con la expresión utilizada por Marco Antonio Navarro, el conseguidor de la trama.

Y aquí, otra vez, como con los presupuestos y con el cisma de UPN, aparece el diputado Súper Santos Cerdán para salvar al presidente Pedro Sánchez I. Él es quien convoca a Ferraz a capítulo a Tito de las fotos para despojarle de su acta de diputado y expulsarle del PSOE sanchista. "De este despacho no sales hasta que entregues el acta", le conminó con ese tono de capataz rancio que utiliza cuando se pone nervioso.

En este berenjenal hediondo muchos ya echan de menos a Ábalos, buen conocedor de estos materiales y experto en rematar trabajos de limpieza

Todo el mundo sabe que hay miles de fotos -así proclama por los medios el famoso Mediador- en las que pueden aparecer muchas sorpresas. Cerdán tan sólo ha resuelto el asunto del cese del cabeza del tinglado, pero no se enteró de lo que se fraguaba en las zahúrdas del PSOE isleño (el de Carolina Darias, todavía ministra de Sanidad a tiempo parcial y candidata a la alcaldía de Las Palmas, Dios la ampare) y ahora parece que empieza colegir hasta dónde llegan las ramificaciones de esta escandalera corrupta. En este berenjenal hediondo muchos ya echan de menos a Ábalos, bien conocedor de estos materiales y experto en rematar trabajos de limpieza.

Todo este caso podría ser un vodevil de cuarta de no haberse desarrollado en escenarios poco adecuados, como dependencias del Congreso o el despacho de una comandancia de la Guardia Civil. ¿Quién, sino un rematado imbécil, se deja hacer fotos cuando está de juerga en locales como Sombras, deambulando entre adorables prostitutas mientras se mete rayas en calzones?

Todo vodevil necesita de unos curiosos personajes. Aquí, por ejemplo, además del Tito y el 'mediador', vaya pieza, aparece también Taishet Fuentes, el sobrinísimo, que aparece en las imágenes junto a polvos delatores. Era, hasta este verano, director general de Ganadería del Gobierno socialista de Canarias hasta este verano. Fue fulminado sin explicación clara motivo y ahora encabezaba la cabeza de cartel para la alcaldía de un pequeño pueblo isleño. El personaje más inquietante es Francisco Javier Espinosa, general de la Guardia Civil ya retirado, al que apodaban «papá» de manera cariñosa y quien, aparte de otros méritos profesionales, ha pasado a convertirse en el amante del 'chocho volador' de la trama.

Y entre rolex y setas, Patxi López, el más inepto de los bomberos del cuartel socialista, intentó atajar el incendio con unas intervenciones que han pasado a la antología de la torpeza en casos de crisis. «Nos hemos adelantado. Aquí no ha pasado nada. Una cosa es cenar y otra corromperse. Pelillos a la mar. Es una gripe. Un caso aislado». Y luego, la antológica frase en su más airada respuesta: "¿Y qué más da?"

Dicen que la gente honrada del PSOE (si es que queda) está abochornada ante este esperpento. El día que la bancada socialista condenaba la prostitución en el Congreso, Tito Berni, luego de votar, terminó el día en una parranda de coca y lumis. ¿Dónde están las feministas? ¿Dónde la pandi levantisca de Irene? ¿Van a salir a decir algo antes del 8 de marzo o, de momento, están muy ocupadas ensayando el redoble de tambor?

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