Opinión

Nunca más es ahora

Hace 19 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el día 27 de enero como el Día Internacional en Memoria del Holocausto. Le siguieron en su designación el Parlamento Europeo y otras instituciones internacionales. En Esp

Hace 19 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el día 27 de enero como el Día Internacional en Memoria del Holocausto. Le siguieron en su designación el Parlamento Europeo y otras instituciones internacionales. En España conmemoramos la memoria de las víctimas desde esa fecha y cada año más organizaciones e instituciones se suman a la propuesta.

El propósito es doble: recordar a las víctimas judías y de otros colectivos, de la barbarie nazi y promover la educación sobre el Holocausto. Cada año, en todos los actos, nos repetimos como un mantra la frase “para que no vuelva a suceder”. Todos los ámbitos sociales, políticos, académicos, profesionales, etc... renovamos anualmente el compromiso con el recuerdo que supone dignificar la memoria de quienes fueron violentamente asesinados por el régimen nazi.

Otro intento de terminar con los judíos en un ataque brutal, sádico e indiscriminado contra mujeres, niños y hombres que fueron asesinados por ser judíos o por estar en el país judío

Un régimen autoritario que creó un contexto en el que el antisemitismo reinaba por encima de cualquier prejuicio y gracias al cual, la mayoría, de una manera o de otra, participó en el desastre.

Cada año veíamos un poco más lejanos en el tiempo los hechos, los testimonios de los que sobrevivieron para contar el horror y que por ley de vida, iban desapareciendo. Pero en 2023 asistimos incrédulos a un hecho completamente inesperado e insoportable: otro intento de terminar con los judíos en un ataque brutal, sádico e indiscriminado contra mujeres, niños y hombres que fueron asesinados por ser judíos o por estar en el país judio. La matanza desenfrenada contra comunidades civiles, contra jóvenes celebrando un festival por la paz.

El 7 de octubre marca el acontecimiento más sangriento contra el pueblo judío desde el Holocausto. La sinrazón emergió de nuevo y provocó la tragedia, un país traumatizado, un pueblo en shock y el mundo sin saber cómo reaccionar.

¿O sí lo supo? Porque contrariamente a lo que cabía esperar, la empatía, solidaridad o compasión, lo que recibió el pueblo judío fue la peor oleada de antisemitismo desde el Holocausto. Un antisemitismo que retuerce y manipula el lenguaje, que trivializa los hechos y que busca, como reza el lema “del río al mar, Palestina será libre”, la eliminación de un pueblo. El judío.

El mayor problema de odio

Quien pensara que el antisemitismo murió tras el Holocausto se equivocó. El Holocausto mató a seis millones de judíos pero no mató al antisemitismo que ha sido capaz de adaptarse a los tiempos, a los discursos, a los intereses y a las razones. El antisemitismo ha sobrevivido a los propios judíos. Europa, tras el Holocausto se quedó casi sin judíos pero mantuvo el antisemitismo. Y el antisemitismo actual, como ocurriera con el que propagó el régimen nazi, lo enarbolan regímenes autoritarios y mentes autoritarias hasta convertirlo en el mayor problema de odio del mundo en la actualidad.

Antisemitismo es también justificar la matanza de las 1.300 personas asesinadas por la organización terrorista Hamás. Murieron porque eran judíos o porque estaban con los judíos. Antisemitismo es negar o trivializar el Holocausto, algo que practica casi a diario el régimen de Irán y que expuso en su tesis doctoral el líder palestino Mahmoud Abbas que recientemente también declaró que Hitler mató a los judíos porque eran prestamistas.

El trauma ha vuelto, no es cosa del pasado. Nunca se fue. Nos lo recuerda cuando las violadas son mujeres judías, los refugiados son judíos, los asesinados, quemados, desmembrados y secuestrados son judíos

El resultado de la tergiversación, de la distorsión histórica es que los actos antisemitas se han cuadriplicado en España y que las comunidades judías hemos tenido que reforzar la seguridad. Que se reciben insultos y amenazas constantes y que el odio ha emergido con su peor cara, lo que nos lleva a confirmar que siempre ha estado aquí.

Los judíos españoles recordamos a los judíos víctimas del antisemitismo y la sinrazón.  El trauma ha vuelto, no es cosa del pasado. Nunca se fue. Nos lo recuerda cuando las violadas son mujeres judías, los refugiados son judíos, los asesinados, quemados, desmembrados y secuestrados son judíos. Ninguna organización humanitaria internacional alza la voz para defenderlos. Ninguna manifestación se convoca en su nombre y en su memoria.

Por eso este año más que nunca, en los actos de recuerdo a las víctimas del Holocausto proclamamos alto y claro que nunca más es ahora. Es hoy, fue el 7 de octubre y volverá a ser si continúa habiendo terroristas cuyo objetivo es terminar con el pueblo judío, antisemitas para los que el principal problema son los judíos y su estado y si hay personas buenas que, como dijo Edmund Burke, no hacen nada.

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