Opinión

La OTAN y el interés de España

Los próximos días 29 y 30 de junio tendrá lugar en Madrid la cumbre de la OTAN en un momento en que, gracias a la invasión rusa de Ucrania, dicha organización ha cobrado nueva vida

Los próximos días 29 y 30 de junio tendrá lugar en Madrid la cumbre de la OTAN en un momento en que, gracias a la invasión rusa de Ucrania, dicha organización ha cobrado nueva vida y está más fuerte que nunca desde el final de la Guerra Fría. Para la mayoría será una oportunidad de alabar sus capacidades, su defensa de la "libertades", de la "democracia liberal", para sacralizar y disfrutar de sus reuniones, encuentros bilaterales, cenas y brindis, escoltas y caravanas de limosinas blindadas, de "the beast", del Air Force One, de los poderosos de la tierra y sus excentricidades, que "qué majos son" y, por supuesto, para, por fin, acordarnos de los pobres ucranianos que tanto están haciendo por la OTAN, y todo, por supuesto, con un ejército de grandes medios de comunicación clientelares arruinados imponiendo la narrativa para que el globalismo pueda mangonear a su antojo nuestras vidas y haciendas.

Nosotros, salvo en acordarnos de los ucranianos, no haremos eso, obviamente, aunque, una vez más, tras pagarles sus sueldazos y su vida de vinos y rosas, les haremos parte del trabajo y nos llevaremos las bofetadas correspondientes, que somos chéveres, que diría Maduro, el nuevo amigo de Biden, pues su record de refugiados antes de los de Putin ya no importa, como ocurre con que no evitaran esta guerra totalmente predecible.

Pero antes de eso intentaremos verles como lo que son y no como ellos quieren que les veamos y lo haremos, como siempre, pensando en los intereses de España, como ellos hacen con los suyos de clase y que, obviamente, no son los de los españoles.

Democracia contra autoritarismo

Que el régimen de Putin es autoritario - como el de nuestro díscolo y "realista" aliado Erdogán, que también lo es de Putin en Siria - y por tanto condenable no lo discute nadie, pero de ahí a que quienes lo combaten sean demócratas hay un largo trecho. Tampoco es cierto que por realizarse votaciones libres un régimen sea democrático, ya que debe, además, cumplir dos condiciones: un sistema electoral representativo y poderes independientes, y eso, de los socios OTAN, el único que lo cumple es Estados Unidos; Gran Bretaña y Canadá no cumplen el segundo requisito, pero lo suplen con una serie de costumbres, tradiciones, ceremonias (caso del "speaker" en Canadá y en el Reino Unido), etc. según el mejor parlamentarismo; y finalmente, Francia, donde De Gaulle perfeccionó la representación pero se contaminó de parlamentarismo. 

El resto de los miembros de la OTAN, 26 de 30, no cumplen ninguna de esas dos condiciones y por tanto no son ni democracias ni regímenes parlamentarios, son partitocracias, alguna tan desastrosa y corrupta como la nuestra, o como la UE, tan taimada y autoritaria que, si no le gusta el programa de un gobierno, caso Orban en Hungría o el PiS en Polonia, los declaran "no democráticos" o directamente los quitan, como hicieron en Italia. A la calamidad anterior se debe sumar que todos sufren un Establishment depredador, corrupto y miope.

Pax Americana y partitocracias

La imposición de dichas partitocracias comenzó cuando Eisenhower y Marshall buscan poner orden en la Europa ocupada, apareciendo por los dos países derrotados del eje líderes con mangoneos del orden anterior, como Konrad Adenauer y Alcide De Gasperi, que proponen el sistema electoral proporcional de listas partido (el de la España actual) donde, generalmente, cinco sujetos deciden quién puede ser diputado y que, además, tiene un agravante letal para cualquier demócrata y/o liberal: barre con cualquier posibilidad de representación del ciudadano y por tanto de la libertad política de los ciudadanos, tema que demostró magistralmente el jurista y constitucionalista alemán Gerhard Leibholz.; queremos suponer que esos dos padres de las partitocracias europeas, que eran democratacristianos, desconocían, como hoy la mayoría, las aportaciones de Santo Tomás sobre la elección de representantes.  

Tras la experiencia europea, con la Pax Americana los EE.UU. han aplicado esa receta donde han podido, de Japón a España (R78, ya en degradación extrema) o de Iraq a Ucrania, destacando el caso de Kosovo, donde, dadas las quejas de los locales por las listas de partido, cuando el general Wesley Clark quiso aplicar el sistema electoral anglosajón, fue sustituido convenientemente.

En la OTAN ("Russians out, Germans down and Americans in"), si observamos el incumplimiento del acuerdo del 2% del PIB en gastos de defensa (siguiente gráfica) en los extranjeros cercanos a Rusia, observamos que su incumplimiento, sobre todo en las partitocracias, deja a dichas naciones con ejércitos muy débiles (nuestro caso), dando a EE.UU. una influencia enorme, en defensa y en muchos campos (votos ONU, OMC, etc.), de modo que hoy, tras lo de Ucrania, la hegemonía americana en Occidente es total, y va a por más

Guerras prefabricadas

Desde el momento en que la soberanía es usurpada por los partidos mangonear un país es mucho más fácil y, como ejemplo de ello, está el nuestro, asunto que vimos aquí en el artículo "¿Es Felipe VI un patriota?". En el caso de Ucrania, donde ya preveíamos un desastre histórico en 2014 y donde muchos reputados especialistas advirtieron y pidieron su neutralidad, como Kissinger, John Mearsheimer, o incluso el rusófobo Zbigniew Brzezinski, no debería descartarse dicha prefabricación; de hecho, desde el punto de vista del realismo estratégico, era a dónde conducía la política exterior aliada.

El tema del realismo vs el idealismo estratégico lo vimos al analizar la posición rusa y, en España, también tenemos un realista de interés, el diplomático José Antonio Zorrila, quien ve el conflicto de Ucrania como una "guerra proxy" donde se usa a Ucrania como ariete contra Rusia, tras confesar que ahora lo dice porque se ha jubilado. En fin, mejor no entrar en temas de "Boomers". En todo caso, discrepancias aparte, tiene una conferencia muy reciente, con buena base teórica sobre el credo geopolítico y otros asuntos tratados aquí, donde lo justifica con pruebas y que, sin ninguna duda, deben ver (enlace), pues además de ser un sano contraste con la narrativa impuesta, ayuda a conocer al "hegemon" de nuestra alianza y a paliar la ingenuidad Bambi y la servidumbre voluntaria de los españoles.

El interés de España

Al tema del interés de España le dedicamos aquí una serie que concluyó con su relación con La Nueva Pax Americana, donde tienen todos los enlaces a la serie por si quieren profundizar. Ese cambio en Estados Unidos ya se veía hace diez años, se ha retrasado y ahora, terminados los "dividendos de la paz", lo que inició Trump es estructural y serán más duros; lamentablemente, España no solo no ha hecho los deberes para aprovechar ese cambio sino que se ha alejado del rumbo correcto. En todo caso, la OTAN, que es más barata que ser neutral (tenemos destrozado el balance) y, aunque fortalece las partitocracias, es necesaria para nuestros intereses nacionales (industriales, tecnológicos, de doctrina militar, etc.), entre otras cosas para mantener la globalización, labor que antes hacía principalmente EE.UU., como se ve, por ejemplo, en los gastos de defensa respecto al PIB (siguiente gráfica).

Como hemos señalado en distintas ocasiones, el gasto en defensa se hace según las hipótesis de guerra y, como en las empresas, la organización sigue a la estrategia; en nuestro caso está clarísimo cuál es nuestro primer riego existencial internacional, lo que ocurre es que, por definición, cuando el Gobierno no es representativo no sigue el interés nacional. Si lo tuviéramos, una vez adquiridas dichas capacidades se las pondría a disposición de la OTAN según nuestros intereses pero, visto lo que ocurre en Ucrania, antes de disparar el gasto, conviene, además, trabajar con los americanos pues traen una revolución militar en toda regla algo que, en nuestro país, quien mejor lo explica es Guillermo Pulido, un analista independiente que además es experto en pensamiento militar ruso.  John Mearsheimer tiene muchas frases célebre que resumen la realidad histórica de las relaciones exteriores desde Tucídides. Una de ellas es que "es preferible ser Godzila que ser Bambi", cosa que los marroquíes, que son mucho más profesionales que la pandilla incompetente y (presuntamente) corrupta (véase pandemia) que nos malgobierna, lo tiene clarísimo. Me temo pues que, lamentablemente, hay poco que celebrar con esta cumbre de partitócratas cuya mayor utilidad será para calibrar cuánto le queda al orden disfuncional que se implantó tras la Segunda Guerra Mundial.

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