Nos aproximamos a un momento en el que debemos indagar para saber qué queda de un partido socialista que prodiga ovaciones a Óscar Puente mientras dirige a Felipe González sus denuestos, que se comporta como ganado lanar obediente a la voz de sus pastores encabezados por Pedro Sánchez sin que aflore voz crítica alguna, que induce actitudes borreguiles, amedrentadas, bajo la obsesión de no desentonar, de no disentir, de no desmerecer, de no arriesgar, de no significarse como recomendaban las madres a sus hijos cuando iban a cumplir el servicio militar obligatorio. Así se pudo observar, una vez más, el lunes 23 de octubre en la sede de la Fundación Diario Madrid donde la Asociación de Periodistas Europeos había convocado para un encuentro informativo a González dispuesto a responder a los informadores las cuestiones que quisieran plantearle. La conversación se inició con una invocación a Heisenberg del que tenemos aprendido que "no conocemos la realidad, sino tan sólo la realidad sometida a nuestro modo de interrogarla" y en ese modo de interrogar que brinda esclarecimientos es donde reside el arte del periodismo.
El expresidente quiso guardar los equilibrios. Se mostró contrario al sin sentido de una amnistía, de cuya redacción nadie aporta aproximación alguna hasta el momento. Señaló la diferencia de propósitos que separa la amnistía que se proyecta de la que sirvió de pórtico al comienzo de la transición, que fue aprobada en el pleno del Congreso de los Diputados del 14 de octubre de 1977 y fue promulgada al día siguiente en el BOE como Ley 46/1977, de Amnistía. Por eso, para González, sin que se hayan disipado las incertidumbres y tinieblas que envuelven las necesidades de Sánchez, que a su condición de presidente del gobierno en funciones une la de secretario general del PSOE, una de las cuestiones que se suscitan es la de si la norma legal en preparación comprometida acarreará la rehabilitación del referéndum falsario del 1 de octubre de 2017, de modo que la autodeterminación, habiendo así quedado consumada, pasaría sin más a entrar en vigor.
¿Imaginan los lectores cuál sería el resultado de las votaciones si una nueva Ley de amnistía se presentara en las Cámaras?"
Pero visitar la amnistía incita a releer el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados más arriba citado donde se recoge el debate de la proposición de ley formulada conjuntamente por los grupos parlamentarios de Unión de Centro Democrático, Socialista del Congreso, Comunista, Minoría Vasco-catalana, Mixto y Socialistas de Cataluña. Allí consta que como no se habían presentado enmiendas a la totalidad ni al articulado, se abrió un turno para las explicaciones de voto que hicieron los portavoces: Antonio Carro por el grupo de Alianza Popular que propugnó la abstención, Marcelino Camacho por el grupo de la minoría Comunista del PCE y del PSUC, Donato Fuejo por el grupo Mixto, Josep María Triginer Fernández del grupo Socialistes de Catalunya, José María Benegas Haddad por el grupo Socialista del Congreso, Xavier Arzallus Antía por el grupo de las minorías Catalana y Vasca, que anticiparon su voto favorable.
Diario de sesiones 14 de octubre de 1977 by Vozpopuli on Scribd
También el presidente Fernando Álvarez de Miranda concedió la palabra para que se explicaran a Francisco Letamendía Belzunce de Euskadiko Ezkerra e Hipólito Gómez de las Roces de la candidatura aragonesa independiente. El turno lo cerró Rafael Arias-Salgado Montalvo de Unión de Centro Democrático que era el partido del Gobierno. El resultado de la votación fue: 317 votos emitidos; 296 afirmativos; 2 negativos; 18 abstenciones, y uno nulo. De modo que, tanto la proposición de ley suscrita por seis grupos parlamentarios que sumaban más del 90% de la Cámara, como la votación, daban prueba de un amplísimo consenso favorable y siendo las 14.35 horas se levantaba la sesión que se había abierto a las 12.10, es decir, que habían bastado 145 minutos para que el Congreso adoptara la Ley 46/1977 de Amnistía. Esa misma tarde el Pleno del Senado la aprobó por 196 votos favorables, ninguno en contra y seis abstenciones. ¿Imaginan los lectores cuál sería el resultado de las votaciones si una nueva Ley de amnistía se presentara en las Cámaras?
González fue contundente al decir: 'La amnistía es pedir perdón y yo no pediré perdón por defender la Constitución'. Ya estamos viendo que tampoco a él le van a perdonar que se pronuncie con claridad"
Volviendo a González, en su comparecencia del lunes 23 recordó rotundo su pronunciamiento favorable a la concesión de los indultos aprobados el 22 junio de 2021 por el Consejo de Ministros a favor de los condenados a penas de prisión en el juicio del procés. Indultos que se plasmaron en Reales Decretos de numeración correlativa que iba desde el 456/2021 al 464/2021, que afectaban respectivamente a Dolors Bassa i Coll, Jordi Cuixart i Navarro, Carme Forcadell i Lluis, Joaquim Forn i Chiarello, Oriol Junqueras i Vies, Raul Romeva i Rueda, Josep Rull i Andreu, Jordi Sánchez i Picanyol y Jordi Turull i Negre. Todos ellos concedidos "a condición de que no vuelvan a cometer delito grave en el plazo de seis años desde la publicación del real decreto", o sea, al menos, hasta después del 22 de junio de 2027. Mientras que, ahora, los aspirantes a beneficiarios se aferran al estribillo de que lo volverán a hacer. En todo caso, el expresidente González fue contundente al decir: "La amnistía es pedir perdón y yo no pediré perdón por defender la Constitución". Ya estamos viendo que tampoco a él le van a perdonar que se pronuncie con claridad sobre esta cuestión. Veremos
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