Opinión

Sánchez: un Frente Popular contra media España

Pedro Sánchez ha dedicado gran parte de su discurso a agitar el miedo a la ultraderecha, el único pegamento de su Gobierno frankenstein, y a caricaturizar a media España como "retrógrada". Son las "circunstancias" de las que habló Largo Caballero hace justo ahora 90 años...

Pedro Sánchez llegó al Congreso por la puerta de atrás y fue recibido en el hemiciclo con una cerrada ovación en pie de los 121 diputados del PSOE que disipa cualquier duda de lo que sucederá mañana: ni un paso atrás que el que se mueva, no sale en la foto y se queda sin el pingüe sueldo de la Cámara y, con este PSOE en las horas más bajas en CCAA y Ayuntamientos, no queda más refugio que el Gobierno y el Grupo Socialista que rinde pleitesía a Su Sanchidad.

Y si no habrá sorpresa mañana, tampoco la ha habido en el discurso de Pedro Sánchez. Los primeros tres cuartos de hora de su intervención han sido una auténtica moción de censura contra Alberto Núñez Feijóo y al PP, agitando el monstruo de la ultraderecha que tan bien le fue en las elecciones de julio. Tres cuartos de hora en los que, sin haber anunciado aún ni una sola medida de gobierno, se ha dedicado a agitar un Frente Popular –el de su Gobierno Frankenstein 2.0- contra la media España que el 23-J no le votó.

El Pedro Sánchez más bronco, más faltón y más mentiroso –hablar él de que los nuevos ayuntamientos de PP y Vox se dedican a aumentar los asesores cuando su Gobierno ha vuelto a batir el récord de personajes contratados a dedo hasta superar los 55 millones de euros- ha comparado a los Gobiernos del PP y Vox con la ultraderecha más peligrosa de Europa y ha basado su intervención en la polarización de las dos Españas, la del ‘progreso’ frente a la oscura de la reacción. Con este Pedro Sánchez, no hacía falta que Óscar Puente se subiera a la tribuna para embarrar el hemiciclo.

¿De la amnistía? 77 minutos después de que comenzara su filípica, ni una palabra, ni una cita. Incluso, y echando mano de ese cinismo que ya es seña de identidad en el presidente del Gobierno, espetó a la bancada popular que su Gobierno ha sido el que más ha defendido “la igualdad de los españoles”. Él, que ha decidido que –por siete votos- atacar a policías, desviar fondos públicos, destrozar bienes, atacar un aeropuerto o conspirar para cometer atentados no sea delito en una parte de España. Él.´

Pedro Sánchez o el caos

Pedro Sánchez sabe que la única argamasa que une a su Gobierno Frankenstein –que se lo pregunten a las dos ministras más salientes que nunca, Ione Belarra e Irene Montero, serias y sin aplaudir en la bancada azul del Congreso conscientes de que están muertas y lo saben-, el único pegamento entre IU y Junts, entre Podemos y el PNV, es agitar el fantasma de la polarización, el miedo a la ultraderecha. Le funcionó el 23-J y piensa seguir explotándolo.

Largo Caballero habló hace justo 90 años de "las circunstancias" y agitó también el miedo al fascismo. Hace tiempo que Sánchez pudo ser Julián Besteiro pero ha elegido ser Largo Caballero. El PSOE lo pagará. Esperemos que España, no

Una hora y 17 minutos tardó en hablar de Cataluña, para criticar la “receta” del PP y defender “el diálogo, el perdón y el entendimiento, el reencuentro a la venganza, la unidad a la fractura…”. Justo todo lo que niega al PP y a Vox y ofrece a la derecha supremacista de Junts. Por un puñado de votos. Y citó, por fin, la palabra amnistía. “pero las circunstancias son las que son y toca hacer de la necesidad virtud”.

Hace ahora justo 90 años, otro líder del PSOE habló de las “circunstancias”. Ese mismo líder agitó también el fantasma del peligro de “intentar implantar en España una dictadura o el fascismo (…) Que conste bien: el Partido Socialista va a la conquista del Poder, y va a la conquista, como digo, legalmente si puede ser. Nosotros deseamos que pueda ser legalmente, con arreglo a la Constitución, y si no, como podamos. Y, cuando eso ocurra, se gobernará como las circunstancias y las condiciones del país lo permitan".

Lo dijo Largo Caballero -el Lenin español- en un mitin del PSOE en el cine Pardiñas en julio de 1933. Hace mucho tiempo que Sánchez pudo haber elegido ser Julián Besteiro pero preferió ser Largo Caballero. Su discurso de hoy lo ratifica. El PSOE lo pagará. Esperemos que España, no.

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