Opinión

Pedro, ya te vale, macho

VALORACIÓN SOBRE JISPERSON 1/3: LA SUYA PROPIA.

Lunes 19 junio, 10:15 a.m. Estudios de Onda Cero.

-A Moncloa, Sebastián.

Sebastián asiente mudo y arranca el coche.

Jisperson manda un guas

VALORACIÓN SOBRE JISPERSON 1/3: LA SUYA PROPIA.

Lunes 19 junio, 10:15 a.m. Estudios de Onda Cero.

-A Moncloa, Sebastián.

Sebastián asiente mudo y arranca el coche.

Jisperson manda un guasap al encargado del spa monclovita: “que vengan las tailandesas. Me noto cargado”.

Se espatarra en el asiento y se entrega al gozoso repaso de las mejores jugadas de su paseíllo radiofónico con Alsina: pandemia-volcán-guerra… “mmmmm”… él contando cuando iba a pelear fondos europeos, cual macho prehistórico a pillar bisontes… “mmmmm”… (se acaricia la barbilla con la mano)… el trilerismo semántico que se ha marcado con lo de “no he gobernado con Bildu”… “mmmmm”… (se atusa el mechoncito blanco)… lo de sus colegas de cuarenta y pico quemados con las jotías… “mmmmm”…

Sebastián, mosca con tantos “mmmmm”, lanza una mirada fugaz por el retrovisor, aprovechando el semáforo, y piensa “lo que hay que ver”.

Jisperson conecta la cámara de su móvil, pulsa el icono de voltearla, y empieza a poner morritos.

Sebastián reincide en el retromirar, y flipa más.

Jisperson se guiña un ojo y se lanza un beso sonoro.

Sebastián no puede contenerse y gira la cabeza para atrás, por lo cual no se percata de estar llegando a un paso de cebra, en el mismo momento en que la reencarnación de la patinadora del anuncio de Martini inicia el cruce. Ésta, en vez de bandeja, lleva un chihuahua; “tranquilo Chilito, así no te pisa nadie”, le susurra.

Jisperson, al ver que Sebastián se gira y cruza el bombón con perro, grita “¡Frena, cabrón!”; el otro frena, pero ya es tarde.

El bombón pega un grito, clava patín para evitar el atropello, y Chilito sale catapultado, y deviene en pegatina en el parabrisas del coche presidencial…

-Era macho, dice Sebastián lívido, por refugiarse en la anécdota…

VALORACIÓN SOBRE JISPERSON 2/3: SUS VOTANTES.

“Más votantes del PSOE ven como presidente a Feijóo que a Sánchez. El 40,6% del electorado socialista confía en el éxito del líder 'popular' frente al 39,4% que apuesta por el presidente.” (El Mundo 20230602. Sigma Dos)

VALORACIÓN SOBRE JISPERSON 3/3: EL PLAN B DE SU PARTIDO.

Martes 20 junio, 01:30 a.m. Sede del Soe, calle Ferraz.

Seis coches entrando por el garaje. (Pasajeros en los maleteros).

Por una puerta secreta, estos acceden a un sótano inmenso de look industrial: techo de hormigón con tuberías y fluorescentes colgando. En una esquina, se pierde una mesa de reuniones, en la cual comienzan a sentarse. En el resto del espacio, varios objetos repartidos: una pala y un montoncito de arena; un Vespino destartalado y varios conos viales apilados; una silla al lado de una máquina extraña y otra al lado de una mesa con una tele y un tensiómetro.

“Tal vez haya llegado el momento de que los socialistas se interroguen sobre si no será el problema el candidato”

Preside la mesa un tal Mr. War que abre la sesión diciendo, con acento andaluz, que “lo del inglés lo vamos a dejar, que a muchos se nos complica”, tras lo cual se oyen suspiros de alivio.

Todos visten con túnicas negras, llevan máscaras de Anonymous, y un distorsionador de voz acoplado en el pecho.

Mr. War prosigue reproduciendo sus propias declaraciones: “Tal vez haya llegado el momento de que los socialistas se interroguen sobre si no será el problema el candidato”, y pidiendo un recuerdo para los que, como él, apoyan en la sombra el Jispersonexit, que, básicamente, son todos menos los “bien-pagaos” que, tras el 28M, aplaudieron la memez esa de que olas trumpistas y reaccionarias iban a querer detener al presidente. (“Lo de ayer me pareció insoportable, esos aplausos”, dijo Nicolás Redondo). A los aplaudidores hay que añadir a Zapatero, Mariabegoña, el piloto del Falcon, el dermatólogo de Jisperson, y el que le vende los trajes.

-En esta hoja, tenéis las pruebas de aptitud, -dice Mr. War mientras pasa un taco de papeles para que rule por la mesa.

Las pruebas son cuatro:

  1. Simulacro de desenterramiento: coja usted la pala, y con cara solemne, ejecute con gracia gestos exhumadores.
  2. Conducción de moto en zigzag y con rueda pinchada. (“La economía va como una moto”, como verbalización jispersoniana de las fantasías íntimas de una tal Calviño).
  3. Mentir bien: sólo será usted apto si al pronunciar la frase “votaré a la ultraderecha, ¡viva Franco!” la máquina de la verdad, aquí presente, no estalla.
  4. Impasibilidad y mantenimiento de constantes vitales dentro de la normalidad, ante imágenes explícitas de atentados terroristas: nada que explicar.

(Por respeto al anonimato, citaremos a los candidatos por su nombre y una inicial, y daremos algunas pistas):

  • PilarA (melena rubia) hace un llamamiento a no perder la educación mientras compiten, por lo que MariajesúsM (pelo mañanero y acento andaluz) se sube al carro de la empatía y ofrece juanolas a sus adversarios.
  • SusanaD (melena rubia y acento andaluz) manifiesta su reticencia a la prueba de la moto, acto seguido de lo cual se oye a PatxiL (alto) decir “pero ¿qué más te da?”, reventando el buen rollito.
  • EmilianoG (no tal alto y pelín orondo) la defiende caballeroso (“normal, lo de conducir les cuesta”), y PedroS (mechoncito blanco) dice impaciente: “acabemos con esto cuanto antes”.

Las pruebas finalizan con dos incidentes graves: derrape y caída de SusanaD con visionado de ropa interior incluida, y victoria aplastante de PedroS, que revela su jispersoniana identidad arrancándose distorsionador de voz y careta, tirándolos al suelo, y soltando con despectiva chulería:

- ¿Y ahora qué, eh?

Mr. War carraspea incómodo y le amonesta públicamente con un “¡Pedro, ya te vale macho!”, comunica a los candidatos que, visto lo visto, la única opción es aguantar con el personaje hasta el 23J y que luego ya se verá, y pide que “esto que no salga de aquí por Dios”.

Todos asienten.

Háganle la prueba de la fidelidad: un simple guasap que le llegue, del tipo “Wellcome to Nato, Pedro”, bastará para que éste les diga “¡hasta luego, chavales!”

Estos futuribles líderes lo tienen fácil si buscan argumentos para derribar la estatua de quien les ha drenado la dignidad política: háganle la prueba de la fidelidad: un simple guasap que le llegue, del tipo “Wellcome to Nato, Pedro”, bastará para que éste les diga “¡hasta luego, chavales!”.

Preguntó Alsina a Jisperson que qué veía cuando se miraba al espejo; pregunta-regalo, dada la dismorfia inversa que, en el plano político, padece el presidente. Su inexistente capacidad de autocrítica le aleja de pleno de la única salida digna que devolvería al Soe la posibilidad de ser considerado de nuevo un partido respetable: su dimisión.

Sí cabría preguntarle al espejo que qué ve él; y la imagen no sería muy diferente a la escena final de Las amistades Peligrosas (Stephen Frears, 1988), donde una defenestrada Marquesa de Merteuil (Glenn Close) frota, con angustiosa lentitud, un trapo blanco sobre su rostro-máscara impecablemente maquillado; y el paño no hace más que arrastrar la capa cosmética de la respetabilidad y el éxito, desvelando una piel con rojeces e imperfecciones; descamada y dolorosa.

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