Opinión

Pemán en Manresa: la segunda ilustración del Cardener

El 25 de Marzo de 1522, Ignacio de Loyola bajó de Montserrat y llegó a Manresa. Allí vivió durante once meses, que fueron fundamentales para el desarrollo de su vocación. Tanto es así que los jesuitas de todo el mundo hablan de “Ir

El 25 de Marzo de 1522, Ignacio de Loyola bajó de Montserrat y llegó a Manresa. Allí vivió durante once meses, que fueron fundamentales para el desarrollo de su vocación. Tanto es así que los jesuitas de todo el mundo hablan de “Ir a Manresa” para referirse al viaje al origen de su historia, vocación e espiritualidad. Fue también en la capital del Bages donde Ignacio tuvo la visión frente al río Cardener qué pasó a ser conocida como “la ilustración del Cardener”. Así nos lo cuenta el propio santo en su autobiografía: “Y mientras estaba allí sentado, se le empiezan a abrir los ojos del entendimiento. No es que viera alguna visión, sino que entendia y conocía muchas cosas con una iluminación tan grande que todas las cosas le parecian nuevas”.


Es curioso que, ya en el siglo XVI, un vasco escribiera sobre su experiencia mística en una ciudad catalana en un español tan sobrio como brillante por la ausencia de latiguillos y palabrería innecesaria. Entonces, como sigue siéndolo ahora, el español era la lengua con la que se entendían entre sí todos los españoles, sean Ignacio de Loyola o ya decayendo en categoría humana, y para poner un ejemplo más a ras de suelo, Puigdemont y Ortuzar.


Pues en esta ciudad tan propicia a las iluminaciones místicas, el sábado pasado les tocó el turno de entender y conocer muchas cosas a la comunidad ghanesa radicada en Manresa. Nada parecía que pudiera ir mal porque la jornada se preveía espléndida, la asociación de Ghaneses de Cataluña había organizado la celebración de una gran fiesta solidaria con el objetivo de recaudar fondos para obras de mejora en una escuela de su país de origen y contaban para ello con la asistencia de muchos compatriotas residentes en la región incluidos el rey de Ghana en Cataluña y la reina de Ghana en Igualada. En señal  de respeto y para subrayar la importancia de la gran celebración, los asistentes acudirían ataviados con el kente, traje típico lleno de colorido y belleza que solo usan en las grandes ocasiones. La fiesta, cuyo inicio estaba previsto a las cuatro de la tarde, se amenizaría con bailes típicos y otras manifestaciones de su cultura ancestral. Un fiestón, vamos, al que yo hubiera asistido encantada si me hubiera enterado a tiempo de su celebración. Eso es lo que tenían pensado y así se desarrolló el encuentro, que habría resultado ser un éxito total si no fuera por un pequeño detalle sin importancia.

No vaya a ser que la Asociación ghanesa, que debe ser tonta según él, se haya podido ver infiltrada por malignos ciudadanos dispuestos a atentar contra la salud mental de los digna e independentista población

Resulta que al finalizar el acto sonaron los himnos de Ghana, de Cataluña y oh anatema, de España. Pero no en su versión instrumental, sino en la cantada con la letra de Pemán. Los sensibilísimos oídos de los concejales independentistas que, de forma amable y paternalista honraban con su presencia la jornada festiva, empezaron a pitar dolorosamente mientras sus delicados corazoncitos fibrilaban sobre el azul del mar y el caminar del sol.

El traumatizado líder de Junts en el Ayuntamiento, una vez repuesto del telele, ha manifestado la voluntad de su partido de poner en conocimiento de la fiscalía semejante infamia, aduciendo que hay que investigar las razones por las que  se produjo el atentado sonoro,  no vaya a ser que la Asociación ghanesa, que debe ser tonta según él, se haya podido ver infiltrada por malignos ciudadanos dispuestos a atentar contra la salud mental de los digna e independentista población manresana (según el concejal no hay otra) a golpe de grabación sonora. También reprocha este concejal al alcalde de ERC que no hubiera tenido los reflejos de abortar el acto en el acto, si me permiten la tonta redundancia y aprovechara la circunstancia, para agarrar el micrófono como coplera meritoria con hambre de focos y “hacer pedagogía a los asistentes”. Tela.

El lenguaje supremacista

No contento con ello, el concejal de Junts continúa diciendo que lo del himno demuestra que estos “recién llegados” no están enraizados y así, poniendo el himno nacional por megafonía, cantado o sin cantar, no hay quien los integre. Pido perdón desde aquí al Rey de Ghana en Cataluña y a la reina de Ghana en Igualada, así como a los asistentes a la fiesta, por el lenguaje supremacista y displicente del edil de Junts y sus no tan veladas amenazas, pero es lo que hay, y como ciudadanos de Cataluña que son, lo de recién llegados sobra, tienen que empezar a comprender que si no eres independentista eres de segunda clase en una región en la que los ciudadanos no son iguales ante la ley. Esa es su ilustración del Cardener y debería serlo también para el que, por un sillón, va a ceder ante Puigdemont y va a condenar a más de la mitad de Cataluña a ser un extranjero en su propia tierra.

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