Antonella (presentadora; curvas de la Loren, melena de la Carrà) y Giorgio (el cámara; delgadez extrema y perilla), aterrizan en Barajas y cogen un AVE al litoral español. Trabajan para el programa “Bandiere Blu per L'europa”, que recorre las mejores playas del continente. Han quedado con el delegado del goaverno en las playas, un tal Félix B. Hasselhoff (gafas, pelopincho), para que les explique la novedosa propuesta de la banda gubernamental en funciones: la “Playa Federal”.
Llegan a la playa y ven lo típico: parejas machihembradas sobre motos de agua, niños aplastando castillos de otros niños, bikinis que no retienen nalga, y peña playera conversando (estos días sobre dimisiones espinosas, dramas tailandeses y preñamientos penitenciarios).
-Alora, Giorgio; inizia a registrare, per favore, dice Antonella, que mira el reloj, y cae en que el delegado debe estar a punto de llegar.
Al minuto, Giorgio le comenta que la cámara no va, porque sólo graba a cámara lenta. Antonella mira al punto que enfoca la cámara, y ve con estupor un pavo a lo lejos, en traje de baño rojo (Félix B. Hasselhoff), que realiza una aproximación hacia ellos, haciendo que corre a cámara lenta por la orilla y poniendo cara de velocidad. La presentadora dice a su colega que “la telecamera funziona perfettamente; quest'uomo è uno stupido”, y que disimule.
Cuando termina el bochornoso espectáculo, que incluye el rebote de lorcillas propio de la madurez humana, el falso corredor simula retirarse el sudor facial con la mano, se presenta, y procede a explicarles el proyecto; este, consiste básicamente en combinar distintas zonas de playa, acondicionadas y mantenidas de acuerdo a lo que al goaverno, ahora en funciones, le viene bien para abandonar el incómodo limbo que dicho estado pseudoejecutivo supone.
-Interessante, comenta Antonella, rezumando pundonor profesional.
AREA PLAYERA DE LA ESPAÑA NO INDEPENDENTISTA
Petada de andaluces, valencianos, murcianos, madrileños, y sufridores del independentismo en tierra propia, en esta zona se concentran las penurias costeras que nos describe la prensa últimamente:
- “La plaga de jabalís avanza descontrolada: destrozan cultivos y asedian a los bañistas en las playas” (LibertadDigital)
- “Esto dicen los expertos sobre los ataques de orcas a embarcaciones en el Estrecho de Gibraltar: disfrutan al hacerlo" (Antena3)
- “Las 14 medusas más peligrosas que puedes encontrarte en España - Los expertos alertan del aumento de estos animales en las costas españolas” (El Mundo)
- “Una especie de alga tóxica se expande por las costas españolas: puede generar problemas de salud " (20Minutos)
- “El mar en «ebullición»: 5 alarmantes efectos de un agua cada vez más caliente: es combustible para huracanes, lluvias torrenciales y proliferación de especies invasoras” (ElTiempo.es)
Si a esto unimos una omnipresente (incluso con mar plato) bandera roja, impunes desembarcos de fardos, y pateras varias, se infiere sin dificultad el escaso interés que tiene el goaverno en funciones en currarse esta zona.
Un señor vestido de fuerza del orden interpela a un usuario playero acerca de su evidente actitud escudriñadora hacia unas activistas en topless tumbadas a su lado
Cabe añadir también que el personal de limpieza anda relajado (“no nos podemos permitir ampliar el presupuesto destinado a estas minucias, y además, esto es diversidad de texturas playeras”, arguye el delegado, al preguntarle la italiana por los pegotes de txapapote que abundan en la orilla); y que el mobiliario playero es tan cutre, (algunas sillas plegables de lona plástica), que la gente se trae de casa sus propias sombrillas azules.
De pronto, una trifulca interrumpe la perorata del delegado y atrapa la mirada de los tres: a escasos metros, un señor vestido de fuerza del orden interpela a un usuario playero acerca de su evidente actitud escudriñadora hacia unas activistas en topless tumbadas a su lado. Estas, debido al escaso interés que su destape despierta en este entorno, andan entregadas al torre insano, y a la maquinación de nuevas chachoprotestas.
-Este hombre tiene razón, José Luis: o dejas de babear con estas señoritas, o me despeloto yo –dice su esposa.
-¡Señoraaa, que no somos señoritasss!… ¡váyase a insultar a otras! -berrea desde la toalla la activista portavoz.
Entre la amenaza de multa oficial, y la demoledora visión de su mujer en bolas delante de todo quisqui, José Luis suelta un “lo siento no volverá a ocurrir”, y se disculpa ante las activistas con un “el calentamiento me confunde; hacen ustedes bien en insistir”, víctima de un repentino síndrome de Estocolmo.
-E quel guardiano?, pregunta Antonella a Félix, señalando al uniformado.
-Es el Vigilante de Miradas Lascivas: en esta zona son mucho de eso: otra de las victorias del Ministerio de Igualdad –contesta el otro, poniendo cara de eunuco.
AREA PLAYERA INDEPENDENTISTA: LA ZONA VIP
La zona está cerrada perimetralmente. En la entrada hay un letrero donde se lee: “reservado el derecho de admisión”, y “wifi gratis. Contraseña: EspayaEnsRoba”. Dentro, todo son camas balinesas, palapas, y camareras con daiquiris sobre una arena caribeña; claramente, aquí manejan pasta, y cunde. El equipo gestor del Beach Club, está encantado con el delegado del goaverno en las playas, que les perdona el pago del alquiler, no para de decirles “pidan lo que quieran: invita España”, y jalea hasta la afonía al equipo catalán de vóley playa, cada vez que marcan contra la selección española.
Antonella y Giorgio comparan esta zona con la anterior, comentan por lo bajo que nunca han visto un caso tan claro de discriminación playera, y pegan un respingo al oír gritos desde el agua:
-¡Socorrooo… me ahogooo!
Es una mujer. Dos socorristas acuden raudos, luciendo sistema musculoesquelético. Uno de ellos, con claro agobio, grita a la rescatable:
-¡Señora, haga usted el favor de ahogarse en catalán o vascuence, que si no, no hay rescate!
La otra, que está tragando agua a lo bestia, y ya es incapaz de decir nada, empieza a hundirse, por lo que dicho socorrista dice que “ya está bien de gilipolleces”, se mete en el agua poseído por el afán de demostrar preparación, y la rescata.
-Pero tío, ¿no ves que te la juegas?, dice el otro socorrista desde la arena.
-Tranquilo, Pep; soy un infiltrado.
Esta veraniega recreación del “país de países" o la “España plurinacional” de Yolandaperón, y el “modelo federal” de los socialistas vascos, refleja la desigualdad entre comunidades que supondría combinar los chantajes económicos del independentismo, y los ataques de generosidad de Jisperson, en pro de que este último pueda formar gobierno, y en contra siempre del bienestar de España.
Ahora tenemos al pimpollo presidencial en funciones, interpretando un doble papel: por un lado, el de romano pudiente, repartidor de salarios, dando más sal del Mare Nostrum (sí, nuestro) a quien le apoye, y por otro, el de papito condescendiente con el hijo pródigo, al que se plantea condonar, a pelo y de manera chapucera, deudas insostenibles.
Por dar cifras, que impresiona más: cebar el monstruo del separatismo nos supone, como ha publicado esta casa, 90.000 millones de euros; de ellos, 70.000 corresponderían a condonar la deuda catalana con el FLA, que costaría 120 veces más de lo que gasta el goaverno en atención primaria.
Las penurias costeras antes descritas, se quedan cortas frente a las políticas.
…Sapore di sale
Sapore di mare
Un gusto un po' amaro
Di cose perdute…
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