Opinión

Pilar Rahola Williams

La nueva tradición consiste en el reportaje anual del veraneo de la señora Rahola en su chalet de Cadaqués, compartido generosamente por ella misma para solaz y disfrute de todos nosotros, pobres mortales

  • Captura de un vídeo subido por Pilar Rahola a su cuenta de Instagram dándose un baño con líderes independentistas

En algún momento de estos últimos años se institucionalizó sin que nos diéramos demasiada cuenta un nuevo rito del verano catalán y por tanto español. No se trata del posado playero de alguna famosa guapérrima (no me digan que no les gusta el neologismo) de nuestro star system particular para envidia y alegría del pueblo llano muerto de calor o del lanzamiento de la canción verbenera de la temporada, esa que acabamos cantando todos sin poderlo remediar, nada de eso: En línea con los tiempos apocalípticos que estamos viviendo, la nueva tradición consiste en el reportaje anual del veraneo de la señora Rahola en su chalet de Cadaqués, compartido generosamente por ella misma para solaz y disfrute de todos nosotros, pobres mortales.

Por si la difícil tarea de olvidar la famosa paella de hace unos años con Puigdemont y Trapero a la guitarra no fuera suficiente, este año nos llega desde can Rahola el video de un bello momento a remojo. Ilustres independentistas, Jordi Cuixart entre ellos, al que se distingue perfectamente por su característico tupé, chapotean felices mientras entonan el “Independència” con el que se nos abrasó hasta el desespero en aquellos meses terribles del 17.  Todos miran al téléfono de doña Pilar, que los graba mientras mueve el dispositivo de un lado a otro como si estuviera en un concierto,  y el numerito tiene un no se qué de patetismo que produce en el sufrido espectador un inmenso tedio acompañado de incomodísima vergüenza ajena.

Esta panda de privilegiadas personas de mediana edad haciendo el canelo ha conseguido algo dificilísimo en Cataluña: indignar por igual a unos y a otros. A los constitucionalistas porque maldita la gracia que tiene verlos chillando el cántico que tantas angustias nos ha hecho pasar y a los separatistas de buena fe porque se frivoliza con sus ideales y se percatan de cómo es de verdad la gente que los lidera, descubrimiento que debe ser como para desmoralizar al más pintado. 

Esta panda de privilegiadas personas de mediana edad haciendo el canelo ha conseguido algo dificilísimo en Cataluña: indignar por igual a unos y a otros

Decía mi padre que nadie aguanta bien el sol inclemente del verano y menos aún en traje de baño, y el visionado de esta feliz escena vuelve a darle la razón. A él y a Luis García Berlanga cuando puso en boca del estupendo marqués de Leguineche la famosa sentencia, “desengáñate, el Mediterráneo ha sido siempre un mar de pobres”. De pobres estéticos, porque pasar de los dioses griegos a la colla en can Rahola es mucho pasar. Ante las críticas recibidas la protagonista ha dicho, manteniendo el nivel del video, que se la sopla. A pesar de todo debemos agradecerle que se limitara a dirigirlo y no a protagonizarlo. Con su voz en off  y nuestra imaginación hay más que suficiente. Tenemos un año por delante para intentar borrarlo de nuestra memoria.

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