Actualmente, nos encontramos ante una situación coyuntural de mínimos en el precio de la electricidad en OMIE, debido al bajo consumo de electricidad que hay en España por el estado de alarma provocado por el Coronavirus.
Tras la publicación del estado de alarma por el Gobierno, que obligaba al confinamiento de la mayoría de la población, la demanda de electricidad se ha reducido drásticamente. La mayoría de las oficinas y fábricas, que son las grandes consumidoras de electricidad en España, se han visto obligadas a cerrar temporalmente.
Paralelamente también se han reducido los precios del Gas y del Brent en el mercado, cuyos índices repercuten directamente en el valor de la electricidad. Es por ello, que los precios publicados de oferta de electricidad han descendido considerablemente. Esto unido a que nos encontramos en la Q2, mejor periodo considerado históricamente para la negociación, hace que nos encontremos en el mejor momento para que las empresas renegocien sus contratos de energía.
Datos actuales
A día 3 de abril el OMIE estaba en valores de precio medio de 23,73 €/MWh, la previsión para el mes de mayo es muy similar, concretamente 23,61€/MWh.
Datos que contrastan con el valor del OMIP publicado en enero 2020 para el periodo actual de 40,65€/MWh, lo que supone una bajada del 40%.
Como podemos observar, el valor del OMIE está llegando a valores mínimos y el OMIP tiene precios muy a la baja. Por lo que estamos ante el mejor momento para negociar en condiciones de precio fijo.
Medidas de optimización de costes
Las medidas de optimización de costes que afectan a empresas y autónomos que no requieren inversión y, que aparecen publicadas en el BOE del pasado 1 de abril son las siguientes:
- Suministro en suspensión, dar de baja temporalmente el suministro eléctrico del centro productivo. Es la opción menos recomendable, ya que la posterior alta de suministro depende de la distribuidora, en principio están obligados a dar de nuevo alta en cinco días, pero la gestión tiene que ser presencial y dependerá de la carga de trabajo que tengan. Esto puede repercutir en un retraso en la vuelta a la actividad de la empresa.
- Bajar la potencia al mínimo, para ello lo más recomendable es consultar con un instalador para que nos certifique cuál es la mínima potencia que podemos contratar.
Es importante que hagamos un buen ajuste de potencia porque bajándola al mínimo, crees que estás ahorrando y puedes estar incurriendo en un sobrecoste.
Mientras dure el estado de alarma las bajadas de potencia tanto a empresas como autónomos no se cobran y se pueden realizar varias veces al año sin coste. Mientras que, en condiciones normales solo se puede modificar una vez al año la potencia contratada y siempre tiene un coste.
En cinco días están obligados a subir la potencia, esto se hace a través de contadores telemáticos. Nada presencial, por lo que no hay riesgo de retraso en la vuelta de la actividad de la empresa.
Adicionalmente, algunas comercializadoras están tomando otras medidas como poner en pausa la facturación y las facturas que se generen durante el estado de alarma se fraccionarían a los siguientes 6 meses.
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