Hace semanas un veterano dirigente del PSOE, ya en la reserva y ajeno a la guerra socialista de este último año, me hacía la siguiente reflexión: "El problema de Pedro (Sánchez) es que da la sensación de que tiene prisa por llegar a La Moncloa; y si algo no puede tener en su posición es eso. Después del 39 Congreso no hay oposición interna. Están todos muertos".
Pues bien, el secretario general de los socialistas demostró ayer algo más que prisa dando luz verde a la reprobación de Soraya Sáenz de Santamaría por la actuación de Policía y Guardia Civil en los incidentes del 1-O en Cataluña; demostró torpeza política. Se me ocurren muchas razones. Ahí van cuatro:
1- Las Fuerzas de Seguridad del Estado no están oficialmente en Cataluña a las órdenes de la vicepresidenta ni de nadie del Gobierno sino del Tribunal Superior de Justicia, que el viernes previo había asumido el mando que hasta entonces llevaba la jueza de Instrucción Número 13 de Barcelona. El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos "coordina" a todas las policías, incluidos los Mossos de Esquadra, pero en función de Policía Judicial. Por tanto, no hay "instrucciones políticas" que valgan.
2- Pero, ya puestos, ¿Por qué la vicepresidenta y no el ministro del Interior, mando directo de los antidisturbios que salen en las imágenes usando la porra contra aquellos que se resistían a la requisa de las urnas que se estaban usando en un referéndum ilegal?
3- ¿Y por qué ahora, no cuando haya pasado lo peor de esta crisis de Estado, en la que ni siquiera la figura del Rey está a salvo? La secuencia, ayer, de los acontecimientos explica mejor que nada esta pregunta: Margarita Robles anunció a las 13.30 una medida de impacto que a las 19.00, cuando Felipe VI anunció su mensaje a la nación, quedaba literalmente sepultada informativamente.
4- Por último: ¿Ha calculado Pedro Sánchez que esa reprobación solo puede ser aprobada en el Congreso con los votos de los diputados del PDCat y de ERC, cuyos diputados serían ya nacionales de otro país si Cataluña se independiza este fin de semana de España?
Podría darles muchas razones más, pero les aburriría. Simplemente añadir que ayer hable con media docena de exdirigentes y diputados socialistas y a todos les parece una "deslealtad"; una especie de gesto para demostrar a Mariano Rajoy que no le va a dar tregua ni siquiera en este momento muy grave para el devenir de España y los españoles. "Y lo peor: vuelve a demostrar que no es fiable, el sambenito que le acompaña hasta entre los nuestros".
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