Muy mal tiene que estar el ánimo del presidente Pedro Sánchez para que se haya llevado a la ONU su discurso de la ‘máquina del fango’ y los bulos de las ‘fake news’ con el que intenta tapar los escándalos de su esposa Begoña Gómez, investigada judicialmente por los presuntos delitos de ‘corrupción, tráfico de influencias y apropiación indebida’.
Parece como si Sánchez hubiera detectado en la ONU, donde le estalló el veto de México al Rey de España, que los dirigentes de otros países lo miran con malos ojos y por ello se ve en la necesidad de culpar a periodistas y jueces de las diligencias judiciales que podrían llevar a Begoña Gómez al banquillo de los acusados a la vista de indicios que no cesan de aparecer en las diligencias que practica del juez Peinado y que Sánchez, en parte, viene a reconocer cuando llama ‘pichona’ a Begoña.
En el circo de tres pistas de La Moncloa -donde acaba de incorporarse el nuevo Gabinete de Diego Rubio- les están creciendo los enanos con lo de Begoña, Ábalos, México y Venezuela, y las continuas votaciones que les hizo perder Puigdemont amenazando la legislatura.
Lo que ha obligado a Sánchez a abrir una nueva ronda de chantajes de sus aliados nacionalistas que no se conforman con la amnistía y el ‘cuponazo’ catalán y que ahora piden más dinero del déficit y registrar las actuaciones del CNI. A lo que Sánchez parece dispuesto para aprovechar la puerta que abrió Puigdemont para aprobarle los PGE de 2025. Pero esperará que pasen los congresos de ERC y Junts antes de anunciar las nuevas concesiones a los nacionalistas y de revelar -porque sigue oculto- el alcance del ‘concierto fiscal’, desigual e insolidario, que pactó con ERC para comprar la investidura de Salvador Illa. Un levantamiento del velo del ‘cuponazo’ catalán que Sánchez no hará antes del 41 Congreso del PSOE en Sevilla a finales de noviembre.
A Begoña se le complica el horizonte
Y todo ello, mientras se complican los problemas de Begoña Gómez en los juzgados tras decidir la Audiencia Provincial de Madrid que el juez Peinado se ocupe de la denuncia de la presunta ‘apropiación indebida’ del software que, a petición de la esposa del presidente, le elaboraron para su cátedra y másteres las compañías Telefónica, Indra y Google España, cuyos máximos dirigentes serán citados a declarar por el instructor cuando aborde esta causa de manera ‘singular’.
La que discurrirá de manera paralela a la investigación que Peinado lleva a cabo sobre los presuntos delitos de ‘tráfico de influencias y corrupción’ de Begoña Gómez en sus negocios sobre la ‘Transición Social Competitiva’ que figuran en la cátedra que consiguió en la Universidad Complutense de Madrid tras convocar al rector de la UCM, Joaquín Goyache, en el Palacio de La Moncloa, al igual que hizo con el empresario Barrabés -ya imputado- a quien la esposa del presidente recomendó para recibir subvenciones públicas y y quien ejerció, al tiempo, como financiador de la polémica cátedra de Gómez en la UCM.
Una causa pendiente de los recursos presentados por Begoña Gómez, Pedro Sánchez y ‘sus’ Fiscalía y la Abogacía del Estado, y de las querellas que ambos incoaron contra el Peinado por presunta prevaricación (‘es mi esposa’ aseveró Sánchez en su comparecencia), tras negarse a declarar ambos ante el magistrado.
Veremos qué ocurre la semana próxima cuando la Audiencia de Madrid decida sobre e, posible archivo de la causa contra la esposa del presidente
Cuestiones todas estas sobre las que se pronunciará, a final de este mes, la Audiencia Provincial madrileña, sin que ello interfiera en la causa relativa a la del citado software de la esposa imputada. Veremos entonces qué ocurre, porque si la Audiencia madrileña decidiera archivar las actuaciones del juez Peinado -lo que no parece nada fácil dado su prudente y meticuloso procedimiento- Sánchez habría conseguido una gran victoria.
De igual manera que habrá sufrido un severo contratiempo si la Audiencia Provincial rechaza los recursos y el magistrado avanza en sus diligencias hacia el ‘auto de transformación’ de la causa en pos de la apertura del juicio oral, que no sería recurrible y que sentaría a Begoña Gómez en el banquillo -donde también podría acabar sentado el hermano del presidente, David Sánchez, en un juzgado de Badajoz- lo que dañaría política y personalmente a Sánchez.
Ojo con las cumbres iberoamericanas
Un Sánchez que sigue braceando en las aguas turbulentas de la legislatura para ver si alcanza la playa electoral de 2027, mientras mantiene abierta la cuestión migratoria y le crecen sus problemas internacionales con la crisis bilateral de Venezuela, a la que ahora se le ha añadido el veto de México a la presencia del Rey Felipe VI en la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La futura presidenta mexicana ha intentado inútilmente distinguir la relación de México con España, que dice ser buena, y su relación personal con el Rey, que además es el Jefe del Estado español. Intento que recibió el rechazo por parte de Gobierno de Pedro Sánchez, e hizo bien, anunciando a Sheinbaum que España no enviará ningún representante a su toma de posesión ‘ante la inaceptable exclusión del Rey’.
Una crisis que se deriva de la tensión creada en 2019 por el ya ex presidente mejicano Andrés Manuel López Obrador, un autócrata populista y radical (que en su despedida pretende liquidar la Justicia mejicana para sustituirla por jueces populares electos), quien años atrás exigió al Rey de España que pidiera ‘perdón’ por lo que llamó ‘matanzas y violaciones de los Derechos Humanos, con la cruz y con la espada’ contra los indígenas mexicanos en la colonización y conquista española de México’, hace ya más de 500 años.
En todo caso, un nuevo problema sobrevenido para la diplomacia de Sánchez que se suma a las tensiones vigentes con Venezuela, Marruecos (a donde Marlaska quiere deportar a saharauis refugiados en España), Argelia, Argentina e Israel. unas crisis recientes de España con Argentina, México y Venezuela que ya veremos si acaban dañando las ‘Cumbres Iberoamericanas’ que presiden España y Portugal. Sobre todo si México moviliza al Grupo Puebla, donde figura Zapatero, para boicotear las ‘Cumbres Iberoamericanas’, la próxima está prevista en Madrid en 2026. Unas cumbres que hace tiempo que Madrid y Lisboa debieron de ampliar a la Unión Europea y, entre otras cosas, como una respuesta a la creciente presencia de China en Latinoamérica.
Se acaban las fiestas de Alvise y del PP
Al fondo y aparcadas permanecen las cuestiones que más preocupan a los ciudadanos (mientras mejora el PIB de España según el BdE y la OCD). Unas cuestiones como la inmigración, el IPC, el paro, la sanidad y la vivienda que deberían ser la prioridad de la difusa oposición del PP.
Partido que festeja las votaciones que pierde Sánchez en el Congreso (pero sigue en el poder), y mientras su líder Alberto Núñez Feijóo se pavonea haciéndose unas fotos de ‘guaperas’ mayorcito (sic) en Vanity Fair.
No obstante, a quien parece que se le acabó la fiesta es al ultra Alvise Pérez a quien la fiscalía del Tribunal Supremo investiga por financiación irregular en las pasadas elecciones europeas, lo que beneficiaría a Vox y al PP.
Aunque a corto plazo lo que más inquieta en ese ‘centro de negocios’ que parece ser La Moncloa es la inminente decisión que adoptará la Audiencia Provincial de Madrid sobre si el juez Peinado puede continuar o no con sus diligencias para investigar los presuntos delitos de ‘tráfico de influencias, corrupción y apropiación indebida’ de Begoña Gómez. Este es el asunto que de verdad les quita el sueño al matrimonio Sánchez-Gómez y lo que amenaza su hoy descontrolado régimen autocrático de poder.
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