Sólo queda un mes para decidir si queremos que el Falcon siga siendo utilizado por Sánchez durante los próximos cuatro años. No sé si los ciudadanos nos estamos preparando para votar; los que siempre parecen preparados para las campañas electorales son nuestros políticos. Mientras Casado utiliza la moto para dejarse fotografiar en un tono más amable y sin el rigor o la seriedad que se le puede atribuir a la corbata, Rivera elije el tractor -que no sea amarillo por favor- o el barco en función de dónde se encuentre, aunque las motos sean su pasión; no sabemos si Abascal nos volverá a sorprender con sus altas capacidades demostradas como jinete y lo que sí que por ahora no cambia es la sencillez de Iglesias de ir a pie. Se hacen apuestas a ver qué vehículo va más rápido, tiene mas resistencia y cumple con las expectativas generadas.
Las encuestas apuntan, a día de hoy, a una España mayoritariamente de color rojo pese a que el azul aceche con fuerza si se une a otros colores del arco parlamentario y el rojo diste de conseguir mayoría absoluta a no ser que se alíe con el naranja. Rivera ha dejado claro que de momento es un NO rotundo a Sánchez. Las encuestas hablan de unos 120 escaños para Sánchez, un desplome de Casado que no llegaría a los 90 diputados, Rivera rondaría los 50 y Abascal entraría al Congreso con 30. Todo está por ver y nada está escrito aún. Y aunque Sánchez ya le ha dicho por activa y por pasiva que le quiere, Rivera va a seguir flirteando con Casado, porque sabe que sólo así puede llegar a pilotar el Falcon. Si coge rumbo a la izquierda pierde -debe mantenerse duro con el independentismo-; si se mantiene en el centro no consigue mucho más de lo que tiene -que no es poco-; por lo tanto, se dirige a conquistar la derecha para liderarla.
Es un error, como han hecho Iglesias y Abascal, criticar a quien puede visibilizar tu proyecto, bien sea político, cultural, social o de cualquier otra índole
Quedan muchos programas, muchos especiales, muchas entrevistas, muchos momentos para que se dejen ver en la intimidad los cinco, y posiblemente veremos más vehículos, más escenarios, más teatro y, sobre todo, muchas, muchas ganas de hablar y figurar en los medios, aunque Iglesias y Abascal se hayan unido estratégicamente en criticar a los jefes de los mass media actuales. Error. Siempre es un error criticar a quien puede visibilizar tu proyecto, bien sea político, cultural, social, de la índole que sea. Todos, hasta que empiece la rigurosa campaña y los tiempos de visibilidad estén controlados por la Junta Electoral Central, todos van a intentar provocar, influenciar al ciudadano y sobre todo hacer lo que sea para ser recordados y votados.
Todos van a por el Falcon
Está claro que todos van a por el Falcon, faltaría más. Mientras, seguimos escuchando barbaridades como la visión del aborto por parte de Suárez Illana, altos cargos de la Guardia Civil que en lugar de hechos delictivos hablan de sensaciones en un juicio en el que muchos se juegan más de 20 años de cárcel, parálisis económica y caída del bienestar social. Así estamos. Ahora bien, el trofeo es el Falcon veremos quién demuestra ser mejor piloto para España.
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