Opinión

Las Reinas Meigas en la 'rave' de Feijóo

Primera semana del año en esta España policrispada, exogobernada, y multielectoral.

Urgencias colapsadas por

Primera semana del año en esta España policrispada, exogobernada, y multielectoral.

Urgencias colapsadas por orgías de virus respiratorios; costes vitales subiendo y temperaturas desplomándose; niños que ya no creen en los Reyes pero disimulan, espiando a sus padres y oyendo cosas como “que sí, Pili; que ya sé que es pequeño para el móvil, pero así le podemos llevar a restaurantes. Déjate de remilgos”; piñatas agotadas en los comercios (encargado del chino a esposa vengadora: “No, señola; de Pedloche no tenel piñata”), y unos 10.000 motivados en una Big Fucking Party en Fuente Álamo (Murcia), gozándolo al son del techno y bajo el lema “nuestros cuerpos sienten ritmo en la noche más trallera” escrito en un muro con letruja de “tío escribe tú, que yo ya ni veo”.

Gimnasio de artes marciales “Ketelapikeunpoyo”. Tetuán (Madrid).

En una de las salas (suelo plástico y paredes de espejo), apoyada en una barra de ballet, está Yolandaperón, vestida de monitora de aeróbic de los 80: medias opacas, maillot de licra, y calentadores. Todo en blanco papal.

Marca en el móvil a Jisperson, mientras sube una pierna a la barra para ir calentando.

En el celular suena “piiiii… piiii…”, y en su pierna un “¡crack!”, y Jisperson descuelga justo cuando ella pega un grito ahogado y cae para atrás.

- ¿Yolanda? –pregunta él desconcertado al oír el porrazo. - ¿Estás bien?

-Ufff… reventóme la ingle, Pedro… no sabes qué dolor…

Jisperson alucina a medida que ella le va contando que, visto el exitazo de las raves clandestinas y la ilusión de los ingresos que generan ("les falta higiene, pero si nos compran cosas…” declaran los lugareños) ella va a organizar una, en un descampado a las afueras de Fene (La Coruña), para llevar la felicidad del progresismo a las personas gallegas y hacer su campaña para el 18F sobre el escenario.

Jisperson palidece al otro lado de la línea de imaginarse el percal, cuando ella de pronto le espeta:

- ¡Te dejo, que llegan los chicos!

Los chicos:

Martalois: politóloga gallega en búsqueda activa de un hervor. Otrora empoderada como portavoz de Sumar en el Congreso, anda ahora pelín revenida porque, según Okdiario, la empoderadora le “impuso en contra de su voluntad ser candidata en Galicia”, sacrificando su acta de diputada para pegarse el lechón. Yolandaperón la define como "gran investigadora en ciencia política y en género, y una feminista muy reputada”.

Yolandaperón la define como "gran investigadora en ciencia política y en género, y una feminista muy reputada

Ernesto Tuntasun: ministro de Cultura, carente de la ídem suficiente para poder diferenciar colonialismos salvajes belgas del descubrimiento de América; terrorismos islamistas de respuestas armadas, y cosos taurinos de salas de tortura. Y es partidario de colgar, ocasionalmente, carteles en el Museo del Prado del tipo: “Aquí residían Las Meninas de Velázquez. Ahora van de bolos por la península. ¡Síguelas en Instagram!”.

El ensayo comienza. Martalois viste igual que Yolandaperón pero en rosa, y Tuntasun igual que Martalois pero con peluca negra tipo Pocahontas, y cinta de tenista para sujetarla.

-Pero Yolanda…

-Ni pero ni nada; no quiero prejuicios tontos, Ernesto. Fluye y relájate.

-Hombre… pero unos shorts encima del maillot o algo…

Ella resopla y piensa que él es mono pero blando.

De esta guisa empiezan los tres a ejecutar la coreografía de una adaptación macarrónica del mítico “Single Ladies” de Beyoncé.

Momentazo de cachetes en la nalga

Todo son pasitos de conejo artrítico sobre brasas vivas, descoyuntes de cuello, y embestidas pélvicas fuera de ritmo, mientras la voz del playback canta:

Esas galeguiñas

Esas galeguiñas

Esas galeguiñas

Oh o oooohhh, oh o o-óh o, oh o oooohhh…

Clientes del gimnasio que pasan por ahí se despiporran mucho por el momentazo de los cachetes en nalga propia, y uno osa preguntar por la performance. Yolandaperón apaga la música y se acerca sudando como un pollo, pletórica por poder explayarse:

-Somos el grupo “Las Reinas Meigas”, y vamos a llevar el regalo del comunismo a “las mayorías sociales y la gente trabajadora” de Galicia, que han sufrido franquismos, fraguismos, y feijooismos…

El intrigado flipa, se aprieta el cinturón negro sobre la chaqueta de karateka y huye.

Resulta que las elecciones gallegas van a ser una especie de laboratorio electoral para testar la crisis reputacional que la amnistía y el morreo pamplonica con Bildu han podido suponer para el Soe. De resultas de lo cual Jisperson está agobiadillo y ha decidido posponer la foto con Puigdemont para después. La campaña será un juego de rol donde un Rueda/Feijóo se enfrentará a un Besteiro/Jisperson con ganas de aliarse con cualquiera (sobre todo BNG) con tal de privar a la derecha de renovar por quinta vez mayorías absolutas inalcanzables para los socialistas, cada vez más alejados del sentidiño, que viene a ser algo así como “hacer las cosas bien”.

Dentro de unos días, Jisperson se interesará por guasap por las actuaciones de “Las Reinas Meigas” en la rave. Por la cuenta que le trae.

Yolandaperón le deja un audio:

“Pues mira, Pedro, mal; a Ernesto, se le caía la peluca todo el rato y las gentes gritaban “muerte al gato negro” y él sufría, porque es sensible… Total; que desertó y nos dejó plantadas… y nos sustituyeron por los “Sex Piolets”, que se ganaron al público, no sé si por macarras o porque ellas iban sin sujetador.”

Los “Sex Piolets”:

Grupo neo-punk liderado por Pablo Iglesias (la mano que mece la cuna podemita desde el activismo mediático y el rencor rastrero), que anda entregado a una doble causa:

Por un lado, hacer bullying a Yolandaperón: “Claro que me arrepiento de haberle entregado tanto poder. Ha trabajado para destruir a Podemos aliándose con mafiosos” ha dicho. Y hacerlo ora en el Congreso (los de Podemos se piraron al grupo mixto), ora en Galicia (pasaron de presentarse juntos, aun habiéndolo anunciado Sumar, aduciendo que el 62,36% de las bases locales no quería).

Varear el pelele de porexpán

Y por otro, reinsertar en la vida política a una mancillada Irene Montero; ora en su partido, inventándose el cargo de secretaria política para ella; ora en la UE, presentándola como candidata a las europeas.

El culebrón podemita es una anécdota comparado con el nacional, donde llevamos una semana hablando del vareo con saña de un avatar de Jisperson con cabezón de porexpán, colgando de un semáforo; método sin duda eficaz para canalizar animadversiones profundas

El culebrón podemita es una anécdota comparado con el nacional, donde llevamos una semana hablando del vareo con saña de un avatar de Jisperson con cabezón de porexpán, colgando de un semáforo; método sin duda eficaz para canalizar animadversiones profundas, pero inútil para plantar cara al goaverno.

Aparte ya del cinismo socialista de exigir posicionamientos condenatorios cuando ellos no lo han hecho en casos similares, este victimismo sobreactuado no puede resultar más ridículo e indignante cuando ese mismo día en otros lugares de España, y bajo el aval de sus pactos de investidura, lo que se vareaba era el dolor de las víctimas de ETA en 13 actos denunciados por Covite, donde se pedía excarcelar a los que, ya sin pudor, llaman "presos políticos".

La banda de Jisperson está moralmente inhabilitada para exigir respeto público a un pimpollo presidencial que, lejos de ser el “colectivo vulnerable” que ellos pretenden, no es más que un individuo experto en generar vulnerabilidades y desigualdades, rodeado de agradaores y palmeros.

Pues así, con el país convertido en paraíso de esperpentos, empezamos el 24.

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