Acabamos de sufrir los españoles, en las Comunidades de Valencia y La Mancha, una criminal y traicionera DANA con sus agresivas tormentas y riadas arrolladoras que han provocado la muerte de más de cien personas. Y han causado la ruinosa destrucción de miles de hogares, vehículos e infraestructuras que necesitan la urgente reparación y una ayuda económica del Gobierno y del conjunto de las instituciones y organismos del país. Todavía habrá quienes renieguen del ‘cambio climático’ y hablen de ciclos temporales de la naturaleza. Como los que jalean fanáticos ‘negacionistas’ que apoyan en USA a Donald Trump. Esa pesadilla americana que tiene en vilo a todo el mundo y pendientes del resultado de unas reñidas y aún inciertas elecciones presidenciales, que tendrán un impacto decisivo en los EE.UU, la UE, y en los conflictos armados de Ucrania y Oriente Próximo.
El duelo nacional de la DANA no impidió, sin embargo, que Pedro Sánchez, recién llegado de su nueva luna de miel en la India, aplazara durante unos días y, cuando las tormentas aún arrecian en Castellón, que se votara en el Congreso la convalidación de la ocupación por el PSOE de RTVE.
Y ello cuando a Sánchez le acaba de estallar el flanco izquierdo de sus aliados por denuncias presentadas y confirmadas sobre la violencia sexual del portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón al que han encubierto la vicepresidenta Yolanda Díaz, de Sumar, la ministra Mónica García, de Más Madrid, y la diputada de Podemos, Ione Belarra, porque las tres conocieron una agresión sexual de Errejon en Castellón de junio de 2023, en vísperas de las elecciones generales y no lo denunciaron como era su obligación.
Paralelamente, la corrupción del sanchismo sigue su curso en los medios y los tribunales donde Begoña Gómez ya tiene cuatro imputaciones, a saber: tráfico de influencias, corrupción, apropiación indebida y usurpación de funciones. Todo por causa de su empeño, sin licenciatura alguna, de ocupar una cátedra en la UCM, que acaba de ser cerrada así como sus másters. Motivo por el que Sánchez salió en su socorro diciendo que ‘el tiempo la pondrá en su sitio’.
Y a no perder vista los escándalos que manan a borbotones de esa banda de aficionados al crimen y hoy imputados o presos que figuran en el rescate de Air Europa, los José Luís Ábalos, Víctor de Aldama y Koldo García. Amén de los que están al caer cuando se vaya desenredando la madeja de sus ‘habilidades’ en el rescate aéreo, las comisiones de mascarillas, fraudulentos negocios de hidrocarburos y la visita de Delcy a Madrid con sus 104 lingotes de oro. Y cuando la Guardia Civil acaba de registrar, por orden del Tribunal Supremo, el despacho del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, imputado por delito de ‘revelación de secretos’ por el pleno de la Sala Penal del citado TS, sin que el ínclito fiscal se haya dignado dimitir, ensuciando más si cabe esta alta institución del Estado que aún ocupa.
Un descarrilamiento de la legislatura como los que se registran en Renfe bajo el mandato del ministro Oscar Puente, que no tiene más solución que el adelanto electoral. Al que Sánchez se resiste como gato panza arriba
Los efectos mortíferos y destructivos de la DANA y el resultado electoral en los Estados Unidos del próximo día 5 han abierto este fin de semana un paréntesis que le permitirá a Pedro Sánchez ganar unos días antes de regresar, más pronto que tarde, a la cruda realidad de su fallido mandato presidencial. Un descarrilamiento de la legislatura como los que se registran en Renfe bajo el mandato del ministro Oscar Puente, que no tiene más solución que el adelanto electoral. Al que Sánchez se resiste como gato panza arriba, máxime ahora que Sumar no podría renovar los 31 diputados que lograron en los comicios de 2023 (posiblemente no llegarían a 10 escaños) en el caso de adelanto de los comicios. Lo que impediría a Sánchez repetir, desde el balcón del PSOE de la calle Ferraz de Madrid, el grito de ‘¡somos mas!’
Cuando se vaya abriendo el cielo en España y conozcamos resultado de las elecciones USA, llegará la hora de retomar el debate político nacional, donde tenemos a un Sánchez acorralado que pretende avanzar en la legislatura, como si nada hubiera pasado en compañía de: su izquierda encubridora de la violencia sexual de Errejon; de los diputados de PNV y Junts, a los que Sánchez volvió a recomprar, con rebajas de los impuestos energéticos a sus empresas afines, Iberdrola con sede en el País Vasco, y Repsol por la cercanía de su presidente a Puigdemont. Lo que le permite creer al inagotable Frankestein de La Moncloa que todavía puede lograr la aprobación de los PGE de 2025 para concluir la legislatura. Un cálculo en el que Sánchez incluye la variante de la debilidad del vigente liderazgo de la Oposición. El que orgánicamente ostenta el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, pero que, en realidad, y políticamente, lo tiene Isabel Díaz Ayuso.
La 'cortesía' de los barones del PP
Como se demostró cuando la presidenta madrileña se rebeló, con toda la razón del mundo, contra la demencial recomendación de Feijóo a todos sus presidentes autonómicos de que aceptaran, por ‘cortesía institucional’ (sic) las invitaciones a visitar La Moncloa, que les había cursado Sánchez para hablar de refinanciación autonómica, que él ya había pactado en secreto con ERC en Cataluña en pos del nuevo ‘concierto fiscal’ catalán.
Y todo ello en plena eclosión de los escándalos de corrupción de Sánchez y del PSOE y mientras el Gobierno ‘asaltaba’ el control del Banco de España y RTVE y protegía al imputado Fiscal General del Estado, lo que dejaba en la peor evidencia a Feijóo.Quien, con gafas o sin ellas, no vio venir algo tan previsible como el que Isabel Díaz Ayuso nunca acudiría a La Moncloa. Lo que Sánchez fomentó llamando ‘delincuente confeso’ al novio de Ayuso para dejar en evidencia el liderazgo de Feijóo ante la rebelión y la pujanza de la lideresa madrileña, ‘la jefa del PP’ como la llama Sánchez.
La posibilidad -al estilo del modelo PNV- de que Ayuso pueda ser nombrada con urgencia cabeza del cartel electoral y nacional del PP y candidata número uno al Congreso por Madrid
Un Partido Popular que debería -ya es hora- convocar un Congreso para acabar con la vigente ‘bicefalia’ y que, ante el riesgo de un inmediato adelanto electoral, tendría que plantearse un ‘plan B’ y la posibilidad -al estilo del modelo PNV- de que Ayuso pueda ser nombrada con urgencia cabeza del cartel electoral y nacional del PP y candidata número uno al Congreso por Madrid, mientras Feijóo permanece, hasta el final de las elecciones y la celebración del nuevo congreso del PP, como presidente del Partido.
Y no solo porque, como rebelan las encuestas, Ayuso obtendría mejores resultados que Feijóo, sino porque crece la sospecha de que, en caso de una victoria electoral del PP, Feijóo no sería capaz de tomar las drásticas y muy urgentes decisiones que debería adoptar para imponer la recuperación de las libertades, la vida democrática, la independencia de la Justicia y el prestigio institucional.
'Pobre oposición'
Y es, por esa debilidad del liderazgo de Feijóo, por la que el PP no se atreve en plena 'DANA política’ nacional, a presentar ya una moción de censura contra Sánchez. Y no solo porque perdería la votación sino porque también el líder gallego podría, ante el correoso y desvergonzado Sánchez, perder el debate parlamentario ante la opinión pública nacional. El último error de Feijóo (no da una) ha sido culpar al Gobierno de Sánchez de haber hecho una mala gestión sobre las alarmas de la DANA valenciana en el mismo instante en el que el presidente de Valencia, Carlos Mazón, recibía a Pedro Sánchez en la capital valenciana y le agradecía con elogios el apoyo y la gestión del Gobierno de España en tan difícil situación.
Los italianos dicen ‘piove, porco governo’ y los españoles podríamos decir, por motivos al margen de la DANA, lo mismo pero añadiendo: ‘Y pobre oposición’.
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