Pasado lo peor de los confinamientos, con sus bloqueos al normal funcionamiento de la actividad económica, tocaría ver cómo responden las principales economías en un entorno en el que aún nos imponen limitaciones pero en el que habrá que salir adelante lo mejor que se pueda. Para poder valorar lo anterior, lo que haremos será empezar por ver cómo se comporta la zona euro hoy comparándola con otras áreas de interés, corroborando los datos con otras fuentes, y, con ese panorama global, examinar la situación de nuestros principales clientes para, finalmente, explorar cómo ven nuestro futuro próximo los empresarios, directivos y consumidores españoles, a ver qué concluimos.
Zona euro hoy
El Banco de Italia tiene un indicador del crecimiento mensual de la Zona Euro casi al cierre del mes, algo que, dicho así, casi parecería una temeridad, sobre todo si pensamos que el PIB definitivo tarda casi dos años en informarse, pero que bien visto y en su contexto es un indicador bastante útil. Lo tienen en la siguiente gráfica y lo que nos dice es que, en conjunto, se inicia la recuperación; tema distinto es cuándo se alcanzaran los niveles de producción y empleo anteriores a la crisis o cómo quedarán, por ejemplo, el sector aéreo, la hostelería y todo lo que depende del turismo, o los balances de Estados, empresas y familias más afectados por la mala gestión de la pandemia.
Principales áreas económicas
Para ver esto usaremos el Indicador Adelantado Compuesto (CLI) de la OCDE (siguiente gráfica), que anticipa los cambios de fase del ciclo con un intervalo de 4 a 8 meses; dicho cálculo lo hace respeto a la tendencia de largo plazo y, si se sitúa por encima de 100, podemos esperar una fuerte absorción de empleo. Lo que se observa es que, a seis meses vista, la única que consigue lo anterior es China, cuna de esta peste roja. Quedan por debajo y acusando el daño, de mejor a peor, Estados Unidos, Europa si se incluye a todos sus países de la OCDE y, de última, la Zona Euro; está claro pues dónde deben mirar primero nuestros exportadores, ¿no?
Nuestros principales clientes
A seis meses vista y usando el mismo indicador (siguiente gráfica), de nuestros principales mercados el único que casi alcanza el 100% de su crecimiento tendencial a largo plazo es Alemania, que ha hecho una reducción temporal, patética y mal hecha del IVA y que, como es lógico, no ha tenido efecto; su recuperación le viene de la buena gestión de la pandemia y del sector exterior a la UE.
Tras Alemania, sigue el Reino Unido, con su Brexit interminable, que hace un pequeño picado empatando con Italia, otro enfermo partitocrático de la Zona Euro que lucha por evitar el desastre. Tras ella, muy por debajo, y he aquí lo más preocupante pues es nuestro mayor cliente, Francia, que frena el ascenso y acusa el hecho de que, en la práctica, tras caerse (por chorizos) los candidatos del establishment y poner a Macron, funciona, de facto, con diputados de lista que hacen lo que diga el jefe que (no) es muy listo; a este paso no les baja la tasa de paro hasta las elecciones de 2022.
El caso más preocupante, sin duda, es el rebote de la España del 'doctor' Sánchez, 'economista' que no sabe cuál es el PIB de España pero se va a fundir 140.000 millones, y de su socio con moño -que parece que es el que manda-, un rebote que nos dice que en marzo que viene estaremos peor que ahora cuando la tasa de "crecimiento" anual del PIB del tercer trimestre que le sale al INE es del -8,7%.
Rebote del gato muerto
Es una expresión bursátil sobre malos valores queriendo decir que, incluso un gato muerto, si cae con fuerza suficiente, rebota. Aún así, no todo son malas noticias para España, hay una buena, que la tienen en la siguiente gráfica, es el despegue con fuerza de las manufacturas (línea azul), cuya previsión a tres meses, que en condiciones normales sería un buen indicador del ciclo español, está a nivel casi de expansión, un nivel que se debe al sector exterior y a la lógica recuperación de inventarios. Ya hará algo el progresismo para malograrlo, como con el sector automotriz.
Tema muy distinto es la previsión a un año de los consumidores (línea roja, anterior gráfica) que está a niveles tan malos como los de lo peor de la depresión de 2009-2013. Hay que señalar que la caída de expectativas ya venía del golpe de Gobierno de Sánchez y cía, allá por 2018, cuando vinieron a machacar a los españoles pobres con impuestos verdes para ponerse moraos, así como otra serie de tropelías que llevó a que nos preguntáramos en un artículo si "¿Es este un gobierno idiota?", que igual no y sea simplemente que nos odian, si no, no se entiende.
En cuanto al resto de sectores, las previsiones son parecidas a la de los consumidores y, tras caer con el asalto de 'doctor' Sánchez y la debacle por la pandemia, el rebote las deja también en niveles de los peores momentos de la pasada depresión. Súmenle los planes de los señoritos del 8-M y la voracidad de los oligopolios, que están entrando a saco -el bancario lo vimos recientemente-, y lo que ocurre no es que el gato esté muerto, sino que lo están matando.
Economía y sociopatías
La incursión de sociópatas en el poder, político o económico, la exploramos en el artículo "Generación sociópata", con su partitocracia, y la calamidad de Sánchez e Iglesias en "Dos pirómanos rescatando a los jóvenes y jóvenas" hace ya bastante tiempo, con lo que estos resultados eran más que previsibles. Luego se podría discutir si son sociópatas o psicópatas, pues mientras los primeros se saltan la reglas (incluso las contables) de forma impulsiva, los segundos tienen un plan que siguen con un empeño realmente enfermizo, como parece ocurrir con la Agenda 2030 a cargo del sujeto del moño, el peculiar ecologismo de la ministra transicionista de ese negociado, el feminismo 8-M de la actual pareja de Iglesias, las humoradas de don Simón, los líos en el aprovisionamiento sanitario de Mr. Illa y el cártel televisivo que los promociona a todos. ¿Qué no puede salir mal?
Por si fuera poco, súmenle a lo anterior todo un ejército de personajes fanáticos, zafios e ignorantes, sin oficio ni beneficio, ávidos de dinero y poder, desesperados por ascender en el globalismo, en parasitar "lo público", animando al Gobierno para que nos imponga más saqueo fiscal para poder seguir viviendo del cuento, por no hablar de que, tras casi un año del comienzo de la pandemia, aún no saben cómo tratarla y nos quieren vacunar a todos saltándose todas las reglas correspondientes; así las cosas, con semejantes personajes, cómo extrañarse de que España pierda la recuperación global. Pocas cosas nos pasan.
Al secretario general de la ONU, entre otros, así como al director del Foro de Davos, capos e inspiradores de los anteriores, les ha dado por hablar de hacer un "gran reseteo" para salir del desastre de la pandemia, otra de sus "historias para pillar". Y sí, habrá un "reseteo", pero no el que apañan, sino el que les haremos a ellos y a los que nos han traído hasta aquí, no lo duden, pero ese es otro tema.
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