Opinión

Sánchez y Milei, dos tipos que se necesitan

No es fácil disentir del ministro Albares cuando con ese tono que utiliza de no haber roto nunca un plato nos cuenta la mentira -marca de la casa-, de que la salida de tono de Javier Milei es

No es fácil disentir del ministro Albares cuando con ese tono que utiliza de no haber roto nunca un plato nos cuenta la mentira -marca de la casa-, de que la salida de tono de Javier Milei es un ataque a la democracia española. Sin embargo, resulta difícil admitir que a nuestra democracia se le insulte en un mitin, y es sencillo concluir que las mayores ofensas contra ella se producen aquí por los de aquí cada vez que cambiamos las leyes, indultamos a declarados corruptos y delincuentes, vaciamos de competencias al Congreso, se ataca a jueces y periodistas o dejamos que el señor que ha hecho presidente a Pedro Sánchez redacte su particular ley de amnistía. ¿Caben más insultos? Caben, señor ministro, pero el cronista desiste una vez más de escribir el mismo artículo que ya escribió ayer. El tono del titular de Exteriores, pausado y razonable, podría servirnos si los antecedentes no gozaran de elocuencia suficiente para no olvidarlos. Pero aceptar que se ataca a nuestra democracia porque el grotesco presidente argentino llame corrupta a la mujer de Sánchez, es un verdadero desatino.

Estamos ante un personaje faltón, provocador, chulo y ordinario, que ese patrimonio le acompaña allí donde va. Vino a España con el avión presidencial pagado por los argentinos para dar un mitin en Madrid. ¿Verdad que les suena? Estamos ante un tipo que desconoce que la ignorancia es peor que la miseria a la que está condenando a los argentinos, y por esto y otras razones, resulta indefendible, al menos para quien escribe esto que ahora lee.

La casualidad hizo que yo estuviera en Buenos Aires en la semana de su asunción como presidente, y allí pude comprobar que a los argentinos les tocó lo que sin remedio les estaba esperando después de años de corrupción, nepotismo y de soportar a tanto chorro, que así llaman allí a los ladrones.  A Milei lo han insultado desde el Gobierno de Pedro Sánchez. Todavía debe estar esperando que el ministro Óscar Puente se disculpe por haberle llamado drogadicto. ¿Qué le dijo la sartén al cazo?

Es esa masa que se excita cuando uno dice que Milei se droga o el otro califica de corrupta a la mujer de Sánchez. Luego sabremos que Milei ni siquiera bebe, y que Begoña Gómez no está acusada, tampoco imputada

Cuando el ministro faltón acusó al presidente argentino de ingerir sustancias tóxicas nadie en Argentina tuvo la ocurrencia de asegurar que se estaba atacando a la democracia de ese país. Cuando el propio Sánchez asegura que Milei odia la democracia le está faltando el respeto, que no en vano el de la motosierra llegó a la presidencia con más de cincuenta de los votos sus compatriotas. No es complicado entender que esto es un juego de pillos que se necesitan cada vez que hay elecciones. Tienen a su público fiel y siempre dispuesto para una kermés. Es esa masa que se excita y se levanta en aplausos cuando uno dice que Milei se droga o el otro califica de corrupta a la mujer de Sánchez. Luego sabremos que Milei ni siquiera bebe, y que Begoña Gómez, a la que la presunción de inocencia ampara, no está acusada, tampoco imputada, y sólo hay unas diligencias abiertas, que ya veremos en qué quedan. Las sentencias judiciales no están en la bronca política ni en una columna de opinión ni en los informes de la UDEF. Tengamos paciencia. 

Dos mentirosos que se necesitan, y se entienden mejor de lo que parece a pesar del numerito plañidero del ministro Albares. Entre medias no faltan los que siguen a uno y a otro. Milei le hace la campaña a Vox, un partido menguante cada vez que se presenta a unas elecciones. A Sánchez le conviene el tono bronco de los de Abascal, que por eso el PSOE es desde hace mucho tiempo una formación urgida por la tensión para sobrevivir. Tensión, hace falta más tensión, le dijo el ser de lejanías que ya es Zapatero a Gabilondo. "Puesto que paga el vulgo es justo/ hablarle en necio para darle gusto", escribió Lope de Vega.

Todo en Feijóo parece tanteo y atrezzo

Así las cosas, sorprende y mucho que el PP no haya encontrado espacio para diferenciarse y darle a la bronca el sosiego y la educación democrática que la situación requiere. Cada vez que Feijóo ve que le echan a un toro avisado y astifino, saca del burladero a Tellado para que haga la faena. Pero Tellado está más cerca de parecer un varilarguero que un estilizado torero, y como tal actúa. Para eso debe estar, para no parecer ajeno a los de Vox.  Mala cosa esta. ¿Tan difícil es decir algo inteligente cuando a tu alrededor reina el mal gusto y la estupidez? Pues parece ser que sí. En Feijóo todo parece conjetural, puro tanteo y atrezzo. Y así podrá ganar elecciones, pero le costará mucho gobernar.      

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