La tecnología y la sostenibilidad, al igual que en casi todos los sectores, están siendo clave en la evolución del sector de la construcción en los últimos años. A medida que el mundo avanza hacia una economía más verde y sostenible, la industria debe adaptarse a las demandas del mercado y los desafíos que se presentan. En este sentido, la Inteligencia Artificial ha emergido como una herramienta especialmente relevante, mientras que la sostenibilidad hace tiempo que pasó de ser una opción a una prioridad.
Si ponemos el foco en la sostenibilidad, es preciso tener en cuenta que, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en 2019 las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) procedentes del funcionamiento de los edificios alcanzaron sus niveles más altos jamás registrados. Si se incluyen las emisiones de la construcción de edificios, la participación global de estas emisiones representa el 38% del total emisiones de CO2 relacionadas con la energía. De hecho, este es un porcentaje más alto que el transporte (23%) y todas las demás industrias (32%).
En 2020, las emisiones globales de dióxido de carbono procedentes de las operaciones de construcción disminuyeron un 10 % con respecto a los máximos de 2019. Sin embargo, la disminución fue temporal y las emisiones han vuelto a aumentar. Para las empresas constructoras preocupadas por la sostenibilidad, existen importantes oportunidades para reducir las emisiones de carbono y el consumo de energía dentro del sector y, al mismo tiempo, generar un crecimiento rentable.
La construcción es un sector en constante evolución que se enfrenta a grandes desafíos, pero me gustaría centrarme en dos cuestiones clave para el crecimiento y la innovación relacionadas con la disrupción de la tecnología y las islas artificiales energéticas. Se trata de dos iniciativas cruciales que están cambiando la manera de construir y abriendo nuevas oportunidades.
Digitalización
La digitalización de procesos lleva unos años revolucionando el sector de la construcción a través de herramientas de gestión colaborativa para modelos de construcción (BIM) y la realidad virtual (VR), que están permitiendo trabajar con diseños en 3D, mejorando la comprensión de los proyectos y permitiendo una mayor visibilidad y coordinación. Además, estos factores ayudan a mejorar la sostenibilidad de los proyectos, desde la reducción de residuos en la construcción hasta el seguimiento de la eficiencia energética de los mismos.
En 2023 no es posible dejar de mencionar el impacto que está teniendo la Inteligencia Artificial generativa en el sector, que ya la utiliza para generar diseños de forma autónoma. Los arquitectos e ingenieros se benefician de la generación de múltiples soluciones para un mismo problema, lo que reduce los errores y mejora la eficiencia del diseño. Al permitir el modelado digital de diseños complejos y la realización de simulaciones de construcción precisas, se cuenta con una solución rápida y eficaz para muchos de los desafíos a los que se enfrentan los equipos de los proyectos.
Por tanto, la IA ya es una excelente herramienta para mejorar la planificación y programación de proyectos, dada su capacidad para optimizar los recursos y garantizar la entrega de los proyectos a tiempo. Esta tecnología también se está utilizado para mejorar la seguridad en las obras, valiéndose de drones para detectar riesgos potenciales de seguridad o sensores en los cascos de los trabajadores, que monitorizan sus signos vitales y detectan el cansancio, ayudando así a prevenir accidentes.
La sostenibilidad es otro factor que está impulsando la innovación en el sector de la construcción. La construcción sostenible se refiere a infraestructuras que son respetuosas con el medio ambiente, son eficientes en el uso de recursos y ayudan a su conservación. Para lograr la construcción sostenible, se utilizan numerosas soluciones, como el uso de nuevos materiales con menos impacto, la implementación de sistemas de energía renovable y la mejora de la eficiencia energética de las infraestructuras.
La utilización de materiales reciclados, como el acero, el hormigón y los componentes para el revestimiento y acabados, reduce la cantidad de desechos y genera ahorros en términos energéticos. Además, las infraestructuras verdes, tienen otras ventajas adicionales a la conservación del medio ambiente, ya que se utilizan para prevenir inundaciones o mejorar la calidad del agua.
La Inteligencia Artificial ya es una excelente herramienta para mejorar la planificación y programación de proyectos, dada su capacidad para optimizar los recursos y garantizar la entrega de los proyectos a tiempo
En el ámbito de la construcción sostenible, cabe destacar por su relevancia en términos de inversión e innovación las islas artificiales energéticas, infraestructuras que se construyen en medio del mar como centros de distribución y mantenimiento de generadores de energía producida por fuentes renovables, como la energía solar, eólica marina o mareomotriz. La energía renovable gestionada en estas islas tiene múltiples usos, desde cubrir las necesidades energéticas de ciudades costeras o situadas en zonas remotas, a la desalinización de agua, la producción de hidrógeno o el almacenamiento de energía destinada a uso corriente.
Al hablar de sostenibilidad en la construcción, es preciso tener en cuenta las necesidades y demandas de la sociedad y la industria. El uso de materiales locales y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero son solo algunas de las soluciones prácticas que se están utilizando actualmente para la construcción sostenible.
Ahorro de tiempo y costes
Ambas claves suponen enormes oportunidades para el sector, ya que permiten reducir tiempos y costes, mejorar la eficiencia y calidad del diseño y, al mismo tiempo, son una oportunidad de crecimiento y una solución ante los problemas a los que se enfrenta nuestro planeta en relación con el cambio climático. De hecho, cabe señalar que también desde el punto de vista regulatorio o de inversión es preciso poner el foco en los asuntos relacionados con sostenibilidad, algo que la Unión Europea se toma muy en serio y por lo que trabaja de manera decidida.
En conclusión, la combinación de la Inteligencia Artificial generativa y la sostenibilidad se revela como una opción especialmente interesante para el sector de la construcción dada su capacidad para impulsar la innovación al tiempo que minimiza el impacto medioambiental, mejora la eficiencia y genera beneficios para usuarios. Casos como las islas energéticas sintetizan a la perfección esta suma de ventajas que genera ahorros, impulsa las renovables e incorpora ingeniería avanzada. En 2024 asistiremos al desarrollo de proyectos de este tipo que, sin duda, servirán como catalizadores de una verdadera transformación.
Fernando González Cuervo es socio responsable de Construcción e Infraestructuras de EY
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación