Opinión

Yo paro por mi pueblo

La aparición de partidos como 'Teruel existe' evidencia una necesidad y una urgencia, amén de una creciente insatisfacción social a la que permanece ajena la clase colítica

'Yo paro por mi pueblo', un grito que se escuchó el viernes pasado en la protesta de 5 minutos para reclamar un pacto de Estado contra el éxodo rural y que prolonga las movilizaciones de la España vaciada. La despoblación creciente en algunas provincias de nuestro país es un conflicto latente que genera desigualdad y que agranda la brecha rural- urbano. Sin duda, un nuevo y creciente cleavage electoral que ya ha sido fundamental a la hora de explicar el comportamiento electoral en algunas elecciones, como en las estadounidenses donde los núcleos urbanos apostaron claramente por Hillary Clinton y las zonas rurales por Donald Trump, ya saben ustedes quien ganó.

Las dos Españas a las que se ha referido tradicionalmente la literatura política hacían referencia a las ideológicas, la izquierda y la derecha. Sin embargo, es una expresión que aquellos que luchan contra la despoblación de ciertas provincias empiezan a utilizar para denominar el gap que existe entre los servicios, igualdad de oportunidades e infraestructuras entre pueblos y las grandes ciudades españolas. De poco o nada sirve que con un sueldo medio se tenga una calidad de vida superior en un municipio pequeño que, en Madrid o Barcelona, si la oportunidad de tener ese sueldo es baja, si los trabajos cualificados no existen y si no tienes acceso a las mismas infraestructuras que en una capital.

Los grandes olvidados

Electoralmente estas provincias pintan poco, como la asignación de escaños es casi proporcional a los habitantes de la circunscripción, Teruel, Zamora, Palencia, Ávila o Cuenca ostentan 3 representantes frente a los 12 de Sevilla o los 37 de Madrid. Por lo tanto, es poco habitual que los partidos políticos consideren estas provincias como prioritarias en cuanto a sus objetivos programáticos o sus visitas electorales. Esto explica que tradicionalmente hayan sido los grandes olvidados a la hora de realizar inversiones, como en infraestructuras, puesto que la incidencia en términos de población es bastante poca. Este déficit de inversiones ha agravado todavía más la diferencia entre las zonas urbanas y rurales, produciendo una aceleración del éxodo rural hacia las grandes ciudades en busca de oportunidades.

Los pueblos se han puesto en pie, muchas familias han decidido que la “ciudad no es para ellas” como la famosa película de Paco Martínez Soria y han decidido en lugar de migrar, reivindicar los mismos derechos y servicios de las personas que viven en las ciudades: escuelas de calidad, pero también comedores y transporte escolar, urgencias de proximidad, fibra óptica, vertebración mediante carreteras y ferrocarriles dignos, ayudas a la inversión en nuevos negocios y también a los tradicionales, como la agricultura y la ganadería.

En esta próxima campaña tendrá un nuevo partido, 'Teruel existe', una lista electoral cuyo único objetivo, si consigue representación, será evidenciar las necesidades de la España vaciada en el Congreso 

Esto diríamos todos que es lo básico de lo básico… ¿no? Pero añadan ustedes dificultades propias de vivir en un lugar remoto, como la falta de servicios públicos porque los profesionales no quieren cubrir las plazas existentes o la necesidad elemental de tener vehículo propio para poder desplazarte para hacer la compra o ir al médico, el presupuesto en combustible, la peligrosidad que supone conducir en carreteras de un solo carril y con nieve. La semana pasada la DGT publicó los datos del 2018 y la probabilidad de morir en un accidente de tráfico es diez veces más alta en Soria que en Madrid, provincia que junto con Huesca, Ávila, Cuenca y Zamora lideran el ranking de mortalidad en la carretera. No es casualidad, se llama estado de las carreteras y necesidad de desplazarte el coche.

En esta próxima campaña Teruel tendrá un nuevo partido 'Teruel existe', una lista electoral cuyo único objetivo, si consigue representación, será evidenciar las necesidades de la España vaciada en el Congreso de los Diputados. Este tipo de partidos, llamados “single issue parties” o partidos de una sola reivindicación han proliferado en los últimos tiempos de forma significativa, como, por ejemplo, los partidos verdes, feministas, incluso en Polonia existe el Partido de los Amantes de la Cerveza.

Los verdes de Alemania

Son partidos que se dirigen de forma muy específica a una parte del electorado cuya motivación de voto es principalmente la reivindicación que este partido trata de poner en la agenda pública. Hasta el momento, no han podido competir con los 'caught-all parties' o atrápalo todo, pero la política está cambiando y los electores, cada día más fragmentados, buscan ofertas que los representen con mayor precisión; por ejemplo, en Alemania, las encuestas publican que los verdes podrían estar en disposición de ganar las próximas elecciones.

Los partidos de una única reivindicación, como 'Teruel Existe', pueden ser muy útiles para incidir en la agenda pública, para introducir debates y perspectivas que de otra manera no estarían presentes. El mundo rural en España está despertando, en EEUU permitió que ganara Donald Trump, de momento tenemos una plataforma que luchará por conseguir 3 diputados para hablar de los retos de la despoblación, pero no descarten la proliferación de otros “Provincia Existe” en una alianza de pueblos que luchan por seguir existiendo.

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