Un día, Cristiano Ronaldo decidió dejar de ganar grandes títulos y se despidió del "mejor club del mundo». Hizo las maletas con rumbo a la Liga italiana para aterrizar después en la Premier inglesa, en la alegre y soleada ciudad de Manchester. Juega en el United porque se quedó a un paso de estar en el City de Guardiola. Y allí, atrapado en Old Trafford, vivirá su primera temporada en 12 años sin jugar la Champions. Obra y gracia del Atlético de Madrid.
Lo debió intuir y en varias ocasiones quiso regresar al Bernabéu. Ronaldo tiene una trayectoria de sobra acreditada por su capacidad goleadora y jugar los 90 minutos sin inmutarse. Casi sin sudar. Sin embargo, el Madrid no atendió a sus llamamientos. Razones no le faltan. La chulería de irse del Madrid tiene consecuencias. Primero, es complicado volver a la casa blanca después de irse por las bravas. Y segundo, porque en fútbol, como en todo, nadie es imprescindible.
Mientras unos la tachan de frívola, otros subrayan su saber estar a la altura de las circunstancias en una ciudad en la que se han vivido momentos muy duros
Algo parecido le ocurre a Begoña Villacís, la CR7 de la política madrileña. En junio de 2019, José Luis Martínez Almeida se convirtió en alcalde de Madrid y ella, en vicealcaldesa. Así, los concejales de Ciudadanos empezaron a trabajar codo con codo con el Partido Popular, un equipo sumamente experimentado y reconocido en la gestión de la capital, menos los cuatro años de Carmena y su reinado de las magdalenas.
Siempre se ha hablado de la gran capacidad de trabajo y del sentido del deber de la vicealcaldesa. Mientras unos la tachan de frívola, otros subrayan su saber estar a la altura de las circunstancias en una ciudad en la que se han vivido momentos duros y surrealistas como la nevada Filomena o la pandemia.
¿Qué ha hecho Villacís por Madrid? Es difícil de concretar. Es una mujer coherente. Allá donde va, se presenta como liberal y continúa rezongando por el bipartidismo imperante en el Congreso de los Diputados, donde Ciudadanos ocupa nueve, que no 10, escaños. Tras las elecciones andaluzas, el cuerpo de Ciudadanos seguía caliente y Villacís en insistía en que no se incorporaría al Partido Popular. Este verano, se dijo que Inés Arrimadas quiso desplazarla, enviarla al rincón de los castigados, pero aquello no fraguó.
Durante estos años no ha hecho más que renegar del PP y de su incorporación definitiva a ese equipo que todas las encuestas anuncian como ganador
Ya en noviembre, con los difuntos y los nervios por ocupar un sillón tras las elecciones, el discurso ha cambiado: «No se me ha hecho ninguna oferta en firme. Son las noticias típicas de estos tiempos preelectorales», repite. Durante estos años no ha hecho más que renegar del PP y de su incorporación definitiva a ese equipo, al que esta semana las encuestas dan como caballo ganador tanto para la Alcaldía como para la Comunidad.
Martínez Almeida, que es atlético de pura cepa, sabe que no está en su mano el fichaje de Villacís. Es más, que él y la presidenta de la Comunidad sean candidatos no depende de ellos. ¡Salta la sorpresa! La única persona en el PP que tiene su puesto asegurado como cabeza de lista es Alberto Núñez Feijóo, que es quien nombra a los candidatos autonómicos y de los grandes municipios. Así pasa en todos los partidos por más pantomimas de primarias se empeñen en celebrar.
Existe la teoría de que Madrid alberga a los dos mejores equipos del mundo. Uno por el número de títulos que acumula y otro por su resistencia y valores. Ronaldo se fue malamente del Real Madrid y quedó descartado un posible retorno. Por contra, Fernando Torres y Antoine Griezmann siempre tuvieron la puerta abierta para volver a su casa, al Atlético de Madrid.
La conjunción de los valores de ambos es lo que ha permitido que Sergio Brabezo y Marta Marbán —antiguos concejales de Cs en Ayuntamiento de Madrid— fueran en la lista de Díaz de Ayuso a la Asamblea y hoy sean diputados del PP de Madrid, que Marta Rivera de la Cruz sea la actual consejera de Cultura de Ayuso o que Juan Marín fuera rescatado por Juanma Moreno al frente de un Consejo Económico. Si Villacís lo hace bien, tiene la oportunidad de incorporarse a las filas del cuadro político que las encuestas anuncian ya como ganador. Humildad, hermana.
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