Antes que a Sánchez le dé por romper relaciones diplomáticas con Argentina y prohibirnos el tango, el asado de tira y Borges, bueno será comentar algo a propósito de nuestro querido país hermano con respecto a la inquisición woke. Las podemitas – y las CUP y otras chicas del montón - insisten hasta el hartazgo en el “lenguaje inclusivo”, aberración gramatical que obliga a decir a cada paso ellos, ellas y elles, o ignorar – en el fondo, el wokismo es ignorancia unida a la maldad – las reglas de género que se aplican gramática. Que la RAE haya dicho que con el plural inclusivo basta y sobra les parece un machismo machista machirulo. Bueno, a lo que vamos. Esa sandez va unida a redefinir conceptos patria, femenino, por el de matria, chorrada que se inventó la mega chupi ministra Yoli, creo.
La lengua española brinda infinidad de opciones para ser inclusivo sin necesidad de tergiversarla ni agregar complejidad a la comprensión y fluidez lectora
Ahora se suben por las paredes con el éxito de Milei en Vista Alegre. ¡Qué importa el ridículo de Sánchez al retirar el embajador de Buenos Aires! ¿No saben que a Milei se le tildó de adicto por parte del ministro insultador de turno? El frente rogelio empalidece de rabia y lanza espumarajos: ¡en Argentina se ha decretado la prohibición del lenguaje inclusivo “De conformidad con las reglas del idioma español”! ¡Fachas! Resulta que las autoridades educativas argentinas han llegado a la conclusión que tanto elles “comporta bajos resultados en las evaluaciones de lectoescritura ya que la deformación del lenguaje tiene un impacto negativo en los aprendizajes. La lengua española brinda infinidad de opciones para ser inclusivo sin necesidad de tergiversarla ni agregar complejidad a la comprensión y fluidez lectora”.
En nuestras televisiones se empieza a emplear esa manera simplona de demostrar que se es feminista. Mucho galón y poco calzón: en España se han disparado las violaciones en un 11,6% el primer trimestre de este año. Veníamos del aumento del 14% del año pasado. ¿De qué han servido el ministerio de Igualdad, los puntos morados, las manifestaciones enseñado las lolas, la ley del sí es sí? ¿De qué sirve su feminismo de cargos, enchufes a amigues, folletos y retórica hueca? De nada, porque este es un problema que debe tener una solución jurídica, que no es otra más que cambiar la ley de la Montero y que la pena sea prisión perpetua revisable para el violador. Y buscar la complicidad de los hombres que, en contra de la opinión de las fanatizadas, no albergamos un violador dentro de nosotros. Y empezar a decir clarito de qué colectivos surgen determinadas manadas, colectivos que desprecian a la mujer, la reducen a la esclavitud, la ven como una posesión más del hombre y poco o nada tienen que ver con el español medio.
Igualdad entre hombres y mujeres, toda, absoluta y definitivamente, igualdad en salarios, en promoción profesional, en elección de responsabilidades, en respeto, en la cama y en la calle
No se combate en pro de los derechos de la mujer con ese todes repipi. Ni se es terriblemente revolucionaria llamando señoros a los hombres que no comulgamos con tales enormidades. Igualdad entre hombres y mujeres, toda, absoluta y definitivamente, igualdad en salarios, en promoción profesional, en elección de responsabilidades, en respeto, en la cama y en la calle. Pero eso lo recoge la Constitución y he ahí el trabajo a realizar. Ah, y menos hipocresía, que Nadia Calviño se negó a aparecer en una foto oficial “porque no había suficientes mujeres”, pero bien que se hizo otra a la que dejó de ser ministra y se colocó en ese monstruo burocrático llamado Europa. Pura hojarasca ideológica. Eso sí, que bien se queda diciendo chorradas como “Por ser el, la o elle Virgen de la, el o le Paloma un mantón o mantona o mantone de la, le o li China-na-na-Chi-na-na te voy a regalar”.
Señor, danos paciencia.
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