Opinión

Trampantojos

Me ha sorprendido que Sánchez definiera su lugar y sus alianzas en el paisaje político inte

Me ha sorprendido que Sánchez definiera su lugar y sus alianzas en el paisaje político internacional, tan pronto. Pensé que iba a dedicar más tiempo a consolidar el asalto al Estado de derecho en España. Que se dedicaría a colonizar (aún más) los poderes del Estado. Pero parece que el traidor Sánchez se siente respaldado y seguro en el frente interno. Yo también lo estaría con una oposición como la del PP. El PP sigue actuando como si las reglas del juego no hubieran cambiado.

Al PP lo que debería preocuparle es si dentro de cuatro años será posible llevar a cabo unas elecciones limpias en España. Unas elecciones a la europea, no a la venezolana. Me temo que Feijóo no ha entendido que la clave del proceso de control sanchista de las instituciones, y del aparato de poder español, se reduce a una frase: “Dentro del sanchismo todo, fuera del sanchismo, nada”. Una frase de siniestra procedencia y de funestas resonancias dictatoriales.

He vivido muchos años bajo ese dogma de hierro y conozco su eficacia represiva y embrutecedora. Allá, el dios omnipresente y todopoderoso era la Revolución, aquí el Progresismo. La palabra Revolución allá carecía de sentido, era una palabra vacía, lo mismo que aquí carece de sentido y es una palabra vacía la palabra Progresismo. La palabra Progresismo en España no es más que un traje a la medida de las ambiciones autocráticas de Pedro Sánchez y su pandilla. Lo mismo que en Cuba era y es un traje a la medida de las ambiciones autocráticas de la familia Castro. La Revolución (y van sesenta y tres años) cubana sólo fue el trampantojo dictatorial que hizo posible que el castrismo tomara el poder y lo conserve hasta hoy. La posibilidad de que el régimen Progresista que proclama Sánchez sea el necesario trampantojo para tomar el poder y conservarlo mucho más allá de las próximas elecciones, es, a fuer de posible, aterradora.

A esta luz, ha de verse la prisa y el desparpajo con que Sánchez se ha alineado con una de las fuerzas más reaccionarias y criminales del panorama político mundial: el oscurantismo islámico. Los nazis de Alá y Hamás lo felicitan, ¿qué otra prueba necesitamos?

Hay que carecer de cualquier pudor moral y ser un oportunista sin límites y un demagogo impúdico, para ir a Israel y decir a los israelíes que aprendan de él, del traidor Sánchez y su traidor partido

No es un detalle menor el escenario elegido por Sánchez para proclamar sus alianzas y simpatías externas. Un escenario y un momento que nos dice mucho de la catadura de Sánchez y de las características del proyecto que pretende imponer a los españoles libres e iguales. Hay que carecer de cualquier pudor moral y ser un oportunista sin límites y un demagogo impúdico, para ir a Israel y decir a los israelíes que aprendan de él, del traidor Sánchez y su traidor partido. Que aprendan de quienes han entregado España a sus enemigos a cambio de siete votos. Es como decir a los israelíes y especialmente a las víctimas de los asesinos de Hamas, que se jodan. Que es exactamente lo que se les ha dicho en España a las víctimas de ETA. Jódanse. Seamos honestos, qué le han dicho Zapatero, Rajoy y Sánchez (olviden la palabrería, con sus actos) a las víctimas del terrorismo etarra. Qué le han dicho a los 200.000 expulsados del País Etarra, qué le han dicho al negociar con los asesinos su blanqueamiento, al consentir el acoso y el desprecio a las víctimas, al permitir los actos de recibimiento de los asesinos en el País Etarra; qué les ha dicho Sánchez al convertir en socio mimado a Bildu, qué les ha dicho llevando a los asesinos etarras a las cárceles vascas, es decir al ponerlos bajo la tutela de sus socios políticos. Jódanse, es lo que ha dicho.

Los palestinos han demostrado hasta la saciedad que no quieren un Estado. Lo que quieren es concluir el trabajo que dejó inconcluso Hitler. No se puede pactar nada con alguien cuyo propósito es exterminarte

En medio de este panorama catastrófico, es lacerante ver cómo la prensa española solemniza y difunde las mentiras de los nazis de Hamás: ¡miles de niños asesinados!, ¡bombardeos indiscriminados! ¡Genocidio!, acaba de regurgitar Yolanda Díaz. Repugnante. Israel, en un gesto de gran Hu-Ma-Ni-Dad, intercambia (tres por uno) a sus civiles secuestrados por terroristas palestinos y la antisemita prensa española trata este “intercambio” con una equidistancia asquerosa. Pero lo cierto es que Israel se está comportando con gran Hu-Ma-Ni-Dad.

Por otro lado, antes de acabar, dejen ya la gilipollez de los dos Estados. Hay que ser canalla para proponer esa “solución” a estas alturas. Los palestinos han demostrado hasta la saciedad que no quieren un Estado. Lo que quieren es concluir el trabajo que dejó inconcluso Hitler. No se puede pactar nada con alguien cuyo propósito es exterminarte. ¿Dos Estados? No. Un estado palestino para lo único que serviría es para otorgar respetabilidad a los antisemitas palestinos que, véase el júbilo con que celebraron la barbarie del 7 de octrubre, no se circunscriben a Hamas. Sólo serviría para que ese Estado palestino recaudara aún más dinero europeo para hacer la guerra a Israel. Sería un gran error caer en esas demagógicas redes que el traidor Sánchez ha desplegado. Cuando alguien viene a por ti con una pistola, la única medida sensata es esperarlo atrincherado y con una ametralladora. Todo lo demás es cháchara tramposa en favor de los asesinos.

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