Opinión

Trump dinamita el techo del bitcoin

Otros activos considerados “refugio” también se han visto impulsados, como el oro o la inversión en renta fija

A pesar de que todas las encuestas reflejaban un empate técnico que podía dar el triunfo a cualquiera de los dos candidatos, muchos se han sorprendido por la victoria de Trump cuando lo cierto es que lo inesperado ha sido el margen del resultado y no el vencedor. Trump ha ganado, además de la presidencia, el voto popular, y su partido controlará la Cámara de Representantes y el Senado. Y mientras algunos aún están instalados en la negación y no acaban de creérselo, los mercados financieros desde el primer momento tuvieron muy clara su reacción poselectoral: máximos históricos del Bitcoin y de Wall Street y fortaleza del dólar, movimientos previsibles como ya comentamos la semana pasada. ¿Los motivos? Muy resumidos, Trump prometió crear una reserva nacional de bitcoins, las rebajas de impuestos y menos regulaciones que se esperan gustan a la mayoría de cotizadas, y su política de aranceles fortalecería la divisa propia frente a las demás.

Ya avisamos que las tendencias no cambian con las elecciones y el bitcoin estaba muy cerca de romper los máximos históricos anteriores de marzo de este año mientras que el S&P500 acumulaba 45 nuevos máximos históricos este 2024, por lo que lo mismo una victoria de Harris hubiera tenido una consecuencia similar, aunque es posible que sin tanta euforia como la que se vio el miércoles pasado. Y como todos los movimientos tan bruscos, encerró algunas contradicciones. Por ejemplo, la cotización de Tesla voló por el apoyo de Musk al candidato republicano sin sopesar que en torno al 25% de los beneficios de la automotriz vienen del 40% de la producción que viene de China, amenazada por la nueva administración con unos aranceles de hasta el 60%, algo muy dañino económicamente para Tesla. Tampoco parece encajar que las criptomonedas, nacidas como alternativa a la debilidad de las monedas emitidas por los bancos centrales, se fortalezcan a la vez que lo hace el dólar, pero es lo que tienen los movimientos impulsivos. Y es precisamente esta fortaleza del dólar lo que peor se han tomado otros mercados financieros no estadounidenses.

El Ibex no aplaude al nuevo presidente

Si bien la reacción de las criptomonedas, las divisas y los derivados de bolsa estadounidense, fue clara durante la madrugada del miércoles según se conocieron los resultados de las elecciones, en la Eurozona no lo tuvieron tan claro y aunque la mayoría de bolsas abrió al alza, a lo largo del día se fueron desinflando. Pero el mercado español notó fuertes ventas desde primera hora, que se fueron acelerando hasta marcar la peor jornada del Ibex en 20 meses. Los argumentos bajistas fueron básicamente dos: nuestras eléctricas, y especialmente la que más pesa en el índice (Iberdrola), tienen muchas inversiones en renovables, y un dólar más fuerte respecto a divisas de países emergentes puede devaluar las inversiones de nuestras más grandes cotizadas en ellos, destacando la fuerte implantación de BBVA en México (país que se considera será el más castigado por Trump puesto que lo amenaza con fuertes aranceles si no frena la ola migratoria que traspasa su frontera norte).

El Ibex en octubre de 2023 estaba claramente por debajo de los 8.000 puntos y hace unas semanas cotizaba por encima de 12.000, sumando a ello unos jugosos dividendos que han ido cobrando los accionistas

La primera administración de Trump estuvo marcada por acciones contundentes contra las políticas climáticas, como la retirada del Acuerdo de París y la reducción de regulaciones ambientales, por lo que el fin de algunas subvenciones y de más apoyos gubernamentales a las llamadas “energías limpias” podría tener sentido que fuera descontado por el mercado. También hay que puntualizar que hay demasiada inversión con criterios “ESG” (Environmental, Social and Governance) motivada más por imagen que por rentabilidad, y eso hace mucho tiempo que es un contrasentido en un mundo, el financiero, en el que el beneficio para el inversor, especialmente para el subscriptor de fondos de inversión, debería ser el principal objetivo. En cuanto a por qué reaccionaron tan mal los bancos españoles, algo de lo que pocos analistas advirtieron, es cierto que tiene ciertos argumentos objetivos detrás pero, ¿justifican una reacción tan fuerte? Y es que el mercado en demasiadas ocasiones funciona con histeria y excesiva volatilidad, aunque gran parte del por qué ha habido varios sustos bajistas importantes en las bolsas este año, se debe a que la revalorización acumulada en los dos últimos años es, en general, enorme. Por ejemplo, el Ibex en octubre de 2022 estaba claramente por debajo de los 8.000 puntos y hace unas semanas cotizaba por encima de 12.000, sumando a ello unos jugosos dividendos que han ido cobrando los accionistas.

La “burbuja de todo”

Este año estamos viendo flujos de dinero hacia activos de alto riesgo como los bonos basura, las acciones de crecimiento, las criptomonedas… provocando en muchos casos máximos históricos. A la vez, otros activos considerados “refugio” también se han visto impulsados, como el oro o la inversión en renta fija. No sólo no es habitual algo así, tampoco es sostenible en el tiempo y es muy peligroso ya que los inversores se quedan sin alternativas para cubrir sus carteras y existe el miedo de que un cambio de tendencia afecte a todos los activos a la vez y las pérdidas sean enormes y puedan provocar una crisis financiera, justo cuando más optimismo hay y nadie la espera. Yo recomiendo prudencia ya que los escenarios bélicos, la inestabilidad política (ya hemos visto esta semana la crisis de gobierno alemana) y una más que posible guerra comercial mundial (que será inflacionista y dañará el crecimiento económico), tanta euforia no está justificada.

 

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