Opinión

Tsunami Post-Trump

Para la estabilidad mundial, necesitamos en EEUU un presidente que actúe de manera diferente al candidato en campaña.

La victoria de Donald Trump me ha hecho recordar mi última visita a EEUU. Como cada año, y dentro del marco de relaciones transatlánticas que el Partido Popular Europeo (PPE) mantiene con los Partidos Demócrata y Republicano, lideré en julio pasado una delegación a este país.

Los norteamericanos que en otras ocasiones mostraban pronósticos en estudiados y pormenorizados power points, reconocían su incapacidad para predecir quién sería el futuro Presidente

Coincidió con las convenciones demócrata y republicana para la elección de sus candidatos, y tuvimos una agenda completa de encuentros en Washington, Nueva York, Filadelfia y Cleveland con políticos de ambos signos, y que se saldaron con una impresión común: el desasosiego, el miedo y la incertidumbre.

Incertidumbre porque, por primera vez, los norteamericanos que en otras ocasiones mostraban pronósticos en estudiados y pormenorizados power points con la seguridad de ofrecer resultados fiables, reconocían su incapacidad para predecir quién sería el futuro Presidente.

Había también miedo y desasosiego en ambos partidos. Los demócratas, al ala izquierda representada por Bernie Sanders, y los republicanos a la derecha más extrema enarbolada por Donald Trump.

Algo sí estaba claro hace cuatro meses: nadie podía predecir el resultado de las elecciones en un país en el que los votantes siempre han manifestado abiertamente su voto, en contraposición a la tradición europea donde pesan más los prejuicios para mantener el voto en silencio. Esto no había ocurrido nunca antes en los Estados Unidos, hasta ahora.

De ahí, mi escepticismo y frialdad cuando me preguntaban mi opinión sobre las elecciones norteamericanas.

Ahora, a la luz de los resultados y tras una campaña de confrontación feroz, mi respuesta es que espero y deseo que los ánimos se serenen -y firmaría, también, este mensaje sin cambiar ni una coma, si hubiera ganado Hillary Clinton.

Espero y deseo que el nuevo Presidente ayude a cerrar las profundas heridas abiertas en la sociedad norteamericana durante la campaña electoral.

Para todos nosotros, americanos y europeos, esto es fundamental.

Las próximas elecciones en países como Austria, Alemania, Francia y Holanda podrían verse afectadas por lo ocurrido en Estados Unidos

Mi gran preocupación, ahora, como europeo, es el efecto que el tsunami post-Trump pueda tener en Europa, donde el fenómeno del populismo es una amenaza real y latente. Las próximas elecciones en países como Austria, Alemania, Francia y Holanda podrían verse afectadas por lo ocurrido en Estados Unidos propiciando un empuje aun mayor de las fuerzas populistas.

Debemos apelar a nuestra responsabilidad política y moral de trabajar por la gente y dar respuestas claras a sus inquietudes, a sus problemas reales.

Para la estabilidad mundial, necesitamos en EEUU un presidente que actúe de manera diferente al candidato en campaña. Y, tal y como se están desarrollando los acontecimientos, bien podría ser este el caso. Como europeo de ascendencia norteamericana, así lo deseo.

Antonio López-Istúriz White

Secretario General del Partido Popular Europeo y eurodiputado

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